Opinión | Ágora

Febrero

El legado de Maria del Mar Bonet nos permitió disfrutar de los cambios sociales más fundamentales que acompañan a nuestra existencia

Maria del Mar Bonet en el festival Polirítmia 2023.

Maria del Mar Bonet en el festival Polirítmia 2023. / L-EMV

«Febrer m’ha duït la carta tan precisa -canta Maria del Mar Bonet- vol que els lilàs s’obrin pels dits, i, en el cor, m’hi creixi una palmera, què exigent que ve la primavera». Maria del Mar Bonet, canta a la primavera, y nuestra voz es la suya, cuando lo hace a unos pueblos que quieren reconocerse como tales, hermanos. Nos reconcilia con nuestra ciudad, cuando advierte, «a València hi ha un carrer, que té geranis i sombres, humitats i tenebrors, saliva i enteniment, el carrer de Cavallers», acompañada de Carles Dénia, y a la guitarra Borja Penalba, «si tú toques i jo cante serà per anar endavant», y, como siempre, una cultura y una lengua, respirando aires de libertad.

Con ella, pertenecemos a este «mare nostrum», donde, «les illes s’agafen de la mà, i canten i ballen». Y así lo recordamos, al escuchar la voz de María del Mar Bonet, cincuenta años, aproximadamente, de su primer concierto, en el Col·legi Major Lluis Vives, de València, acompañado de entrañables colegiales, paisanos suyos, como Pedro Aguiló Monjo, quien me descubrió, por vez primera, a la que, desde entonces, siempre sería, para mí, la voz del mar, como titula Emilio Garrido, en el libro a ella dedicado, ‘Voz de Mar’. Desde entonces hasta la fecha, «tota la nostra vida es lliga a tu, com, en la nit, les flames a la fosca», que dijera Roselló-Pòrcel.

Maria del Mar Bonet, nos trae el rumor del mar y el amor a la cultura del país. Canta en nombre nuestro, y nuestra voz es la suya. Ese es el legado cultural, que nos permitió disfrutar de los cambios sociales más fundamentales que acompañan a nuestra existencia, al que los músicos rinden homenaje y al que periódicamente regresamos para nunca olvidarlo. En un reciente artículo, Andrés Ferrer Taberner, pone en valor ese legado, que aún permanece, pese a las dificultades.

Lluis Miquel Campos, coordinador de la Trobada de Música del Mediterrani, invitó, hace unos años, a Maria del Mar Bonet, para su inauguración. Maria del Mar, recorrió su trayectoria musical desarrollada a lo largo de cincuenta años y así, ‘Ultramar’, fruto de su comunicación artística con otras culturas, como la cubana, fue presentado en La Habana. ‘Ultramar’, es un álbum grabado con músicos de Cuba, y sus canciones fruto de la poesía popular de Mallorca, y de los recuerdos y canciones que viajan entre las dos islas. Por este trabajo Maria del Mar Bonet, recibió el premio que concede la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Unaec).

Maria del Mar, nos regala una fiesta íntima. «Jo escric al vent aqueixa estrofa alada, per a que el vent la porte cel enllà». Así son las hermosas palabras de Maria del Mar Bonet, en su melodiosa variante insular, «canta la gent vives paraules que entenc, que tots parlam es mateix». Gracias Maria del Mar por acompañarnos durante todos estos años. Gracias Maria del Mar por traernos la primavera.n

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