Opinión | A la contra

Profesor de Filosofía y Agente de Igualdad

Inventario feminista

Seguiremos reivindicando un mundo en igualdad aunque, como siempre, sea a costa de la energía de tantísimas mujeres aguerridas

Manifestación del movimiento feminista en València.

Manifestación del movimiento feminista en València. / Miguel Angel Montesinos

El 8M, día internacional de la Mujer, nos obliga a pensar sobre algunos desafíos feministas. Disculpen de antemano la simplificación y entiéndase este artículo como un inventario de las cuestiones urgentes en la inmediata agenda feminista. Situarlas en el centro nos permite comprender el largo camino que nos queda por recorrer para conseguir una igualdad real entre hombres y mujeres.

.- Combatir el Patriarcado. El discurso negacionista, los referentes machistas y reaccionarios en chicos adolescentes, la misoginia judicial, el desprecio al feminismo abolicionista, el transgenerismo, el cuestionamiento de los logros feministas como el derecho al aborto y el blanqueamiento de la prostitución –algunos medios siguen refiriéndose a trabajadoras sexuales, un eufemismo intolerable– y de los vientres de alquiler forman parte de un plan estratega, sesudo y bien orquestado por las élites patriarcales.

.- La violencia sexual. La violencia es un elemento fundacional o constitutivo del sistema patriarcal. Rosa Cobo, en su lección inaugural del Máster en Violencia Sexual que curso actualmente, advertía de la violencia patriarcal oculta, precisamente, la que proporciona las claves de carácter estructural de la violencia contra las mujeres. Ocultar esa violencia sexual contra niñas y mujeres desacredita a la sociedad misma y de manera directa a los hombres como victimarios. Toda víctima de violencia sexual –en aumento cada año, entre otros factores, por la legitimación que le da la pornografía– necesita la mejor atención y reparación por parte de una sociedad patriarcal que la invisibiliza, la consiente y la cuestiona.

.- Explotación sexual de mujeres. Las nuevas formas de violencia contra las mujeres requieren buscar estrategias acorde a los desafíos que suponen plataformas de explotación sexual como Only Fans o Tiktok. El neoliberalismo capitalista, el mismo que celebra la «libertad de elección» –el mito, como bien sabemos desde el análisis feminista– difunde, promociona y edulcora plataformas que blanquean la violencia sexual aprovechándose de la vulnerabilidad de las mujeres más desprotegistas, como, por ejemplo, las jóvenes menores de edad. En el aula encuentro un discurso muy preocupante de chicas adolescentes defensoras de «vender su cuerpo» porque es el mejor recurso del que disponen, un pensamiento prisionero del magnífico plan patriarcal para captar jóvenes e idear nuevas formas de esclavitud sexual. Un falso «empoderamiento» cala en su imaginario liberal patrocinado por el tecnofeudalismo patriarcal.

.- La coeducación, cuestión prioritaria. Todo el mundo apela a la coeducación como el camino pedagógico primordial para educar, practicar, democratizar y expandir la igualdad entre hombres y mujeres desde las aulas de Infantil hasta las universidades. Pero la coeducación sigue siendo una poderosa herramienta abandonada en el ámbito educativo, sin una didáctica, sin un plan director específico, embutida en una transversalidad mal entendida y ejercida, absorbida por la Inclusión y la Convivencia, ausente en el discurso político y poco estimada por un profesorado ahogado en la tristeza burocrática que denuncia la filósofa Remedios Zafra. La igualdad sin coeducación es una caricatura. La escuela tiene una deuda pendiente con todas las formas de violencia contra las mujeres, sigue sin saber prevenirla, detectarla, actuar ante ésta y repararla.

El inventario feminista nos aboca a un futuro incierto, incómodo, desesperanzador. Con todo, seguiremos reivindicando un mundo en igualdad entre hombres y mujeres aunque, como siempre, sea a costa del activismo, la sororidad y la energía de tantísimas mujeres aguerridas, luchadoras, incombustibles y esperanzadas.

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