Opinión | El desliz

Un aviso en ‘Cine de barrio’

Corren tiempos recios para forjar criterios y no hay que cejar en el empeño, pero sin pasarse ni minusvalorar la inteligencia del prójimo

Un aviso en ‘Cine de barrio’

Un aviso en ‘Cine de barrio’ / Elisa Martínez

Me tengo que leer el diario a escondidas porque los niños se empiezan a rebelar contra la pedagogía de ‘haced lo que nosotros decimos, pero no lo que hacemos’. Sube mi hijo del portal con el ejemplar del día y una noticia escandalosa, pues "resulta que hay una foto de este hombre que ha sacado el dedo de la palabrota". El hombre es un diputado de Vox, que hace un par de semanas ya dio el cante felicitando a la Cámara balear por la victoria franquista y que en un pleno respondió a la oposición con una peineta. Les explico que hay gente maleducada que necesita mucho caso, y como no tienen cosa útil alguna que aportar se dedican al exabrupto y la astracanada, pero no les convence. "Si uno en el instituto hace eso le ponen una sanción o le pueden expulsar", replican. "Le llamó la atención el presidente de la institución", respondo. Y me ahorro contar que esa misma magna autoridad se sentará en el banquillo por delito de odio, porque invadió el espacio físico de dos parlamentarias y les rompió con violencia una foto que exhibían. Edificante. A cambio les digo: "No siempre se pelean. En enero se pusieron de acuerdo para subirse el sueldo un 7,5 por ciento", no quiero que acumulen malos ejemplos, se desencanten de la política y acaben votando a Alvise. También tengo que escuchar la radio a puerta cerrada para no crear confusión en sus pequeñas cabezas sobre el asunto de las reglas, el respeto y los límites. "¿Ha dicho Trump que le besan el culo?", pregunta la niña. "Efectivamente, ha presumido de semejante cosa y de su pelazo, pero tú no le imites". Por favor, "soy pequeña, pero no tonta". 

Corren tiempos recios para forjar criterios y no hay que cejar en el empeño, pero sin pasarse ni minusvalorar la inteligencia del prójimo. Ha anunciado Televisión Española que a partir de ahora y si hace falta incluirá en Cine de barrio una advertencia de que la película se rodó en una época y contexto determinado para blindarse ante las actitudes machistas y sexistas que algunas de ellas incluyen. Qué necesidad. Puede que algún espectador se siente a ver La Lola nos lleva al huerto, de Esteso y Pajares, y precise ser alertado de que no se encuentra ante una cinta de arte y ensayo, pero lo dudo si ha hecho ese ejercicio soberano de zapping y ha elegido a la pareja en cuestión. Quizás la audiencia de La fierecilla domada culpe al ente público y no a William Shakespeare de las cuitas de Carmen Sevilla, o piense que las puede reproducir en su casa, aunque no creo. Parece más bien una puntualización innecesaria, una dosis de santurronería por si el público es tan idiota como para no entender que la muy landista No desearás al vecino del quinto provocaba la risa en su momento y hoy da vergüenza ajena. No pasa nada, de verdad, podemos ver El turismo es un gran invento o incluso ¡Que vienen los socialistas! sin merma psicológica, aunque a menudo confundamos a sus personajes con algunos que aparecen en el Telediario, jaleando a Franco o exaltando los valores del machirulismo ibérico. Aburre ya la manía de infantilizar al personal. Toman muchas precauciones absurdas los gestores del ente público que acaban de contratar para su gran apuesta de la tarde, La familia de la tele, a María Patiño, Belén Esteban, Kiko Matamoros y demás. Ahí sí podrían poner un cartelito para contextualizar: "Siguen ustedes en el servicio público de televisión, no se han ido por error a Tele 5". 

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents