Opinión

Filólogo y teólogo

Francisco: un papado primaveral

Sin duda, el papa Francisco, ha provocado que la Iglesia católica haya avanzado a pasos de gigante en muchos dominios, en otros no se ha movido ni un milímetro, pero probablemente ha puesto las bases para que el posible sucesor pueda seguir profundizando y tomando decisiones más concretas. Por supuesto, ha desarrollado con toda naturalidad un estilo de vida más sencillo, fraterno y cercano a la gente y sus problemas. Pero una de las aportaciones más notable ha sido el trabajo desarrollado en los cuestiones de la sinodalidad. Una eclesiología, nacida en el Concilio Vaticano II con el concepto de pueblo de Dios. Una comprensión de la Iglesia compatible con el concepto de jerarquía entendida como ministerio, pero no con la demoniaca “clericalización”, vestigio medieval. Sin embargo, una sinodalidad, a la que le falta una mayor participación de la mujer a todos los niveles. Una reflexión lúcida y profunda a la luz de los datos teológicos en su conjunto, antropológicos y sociológicos nos debería llevar a decisiones en este campo. A Francisco le está faltando, a pesar de sus esfuerzos, empujar un poco más en esta línea…

La Iglesia católica no puede seguir perdiendo trenes y llegando tarde a muchas cuestiones que se plantean en nuestros tiempos de manera ya muy urgente. El celibato opcional está a la espera de un estudio lúcido y serio de su viabilidad y aplicación. Siempre se decía aquello de “doctores tiene la Iglesia”, pero últimamente parecen todos rancios y obsoletos, cortados por el mismo trazo. Esperemos una nueva primavera de teólogos en las líneas que está trazándoles Francisco

Algunas cuestiones internas también tendría que plantearse seriamente: Una elección del papa más universal y de los obispos menos secretista; una participación de los laicos más cualitativa en la vida eclesial en general, un mayor compromiso con los jóvenes, es decir con el presente y el futuro…por apuntar algunas cuestiones importantes, y que ponen a prueba la credibilidad de las intenciones sinodales de la Iglesia universal, local y parroquial.

También el el área ecuménica, Francisco, ha creado un ambiente de reconocimiento fraterno y tomado iniciativas, que han mostrado una Iglesia Católica más humilde y menos impositiva o condenatoria frente muchas Iglesias hermanas y otras religiones. Siempre anda a la búsqueda de puentes y posibilidades. 

En cuanto a cuestiones de geopolítica internacional, una posible desaparición del papa Francisco, nos crea una cierta desazón ante la ascensión de liderazgos peligrosos y el crecimiento por doquier de la ultraderecha. Francisco es un hombre que ha levantado la voz y realizado gestos proféticos, justamente para atraer la atención sobre los inmigrantes, ahora descartados y desechados en muchos países. los pobres van a sentir una cierta orfandad, ya que el papa es un gran defensor de su causa. También el planeta y el medio ambiente sufrirán el golpe del capitalismo depredador, ya que una posible desaparición del papa Francisco hará que esta sensibilidad que está poco a poco calando en la Iglesia puede debilitarse. Estos peligros no se pueden descartar, minimizar, y menos en estos momentos.

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