Opinión | Punto y aparte

Torrent

Gambito de dama en la política de Torrent

La 'espantá' del edil de Vox al grupo de no adscritos ha lanzado por los aires la estabilidad política en Torrent y obliga a PP y PSPV a mover sus piezas

Amparo Folgado, tras recibir la vara de mando, junto a Jesús Ros.

Amparo Folgado, tras recibir la vara de mando, junto a Jesús Ros. / Germán Caballero

En el maravilloso deporte del ajedrez, el Gambito de Dama es una conocida apertura donde las blancas sacrifican un peón (el peón de dama) para obtener ventaja en el centro del tablero y un movimiento rápido de sus piezas. Es un gambito falso, ya que las blancas pueden recuperar el peón si las negras no juegan correctamente. Es decir, todo depende de la habilidad de los jugadores. La 'espantá' del exportavoz de Vox en Torrent, Guillermo Alonso del Real, por sorpresa el pasado miércoles ha significado todo un golpe en el tablero de la política municipal de la quinta localidad de la C. Valenciana. Poca broma: Torrent maneja un presupuesto de 73 millones de euros para más de 90.000 vecinos y vecinas. Está en plena expansión urbanística y es objeto de deseo de muchas empresas y nuevos habitantes.

Así las cosas, lo que suceda en la segunda planta del ayuntamiento, donde está situada la alcaldía, es de sumo interés para todos los partidos, gobiernen o aspiren a ello. La marcha de Alonso del Real al grupo de no adscritos ha generado movimientos sísmicos a un lado y al otro de la vara de mando. La alcaldesa popular, Amparo Folgado, tiene una larga experiencia negociadora y a nadie se le escapa que pondrá toda la carne en el asador para mantener unido, aunque sea con pinzas, un gobierno que le ha costado mucho lograr. El bloque de derechas consiguió la mayoría en ediles (9 del PP+4 de Vox) en las elecciones de 2023 frente a los 10 del PSPV, la fuerza más votada en número de sufragios, y los dos de Compromís. Era el momento de auge de Vox y Folgado, rápida y pragmática, no lo dejó escapar. No sin dificultades internas (uno de sus principales bastiones, José Maroto, dimitió en verano por sonoras discrepancias con la primera edil), la alcaldesa ha logrado mantener, no obstante, una cohesión interna difícil de asegurar cuando el PP le obligó a modificar la lista e integrar a los afines a María José Catalá. Con todo ello, insisto, Folgado ha resistido el envite y, además, se ha convertido en uno de los referentes de los alcaldes populares tras la dana.

No obstante, quien tiene ahora la pieza clave del gobierno actual no es el PP sino Vox. Si la formación de Santiago Abascal exige aquello de 'yo o él', el gobierno del PP -que aspira a seguir gobernando con el edil no adscrito y los tres de Vox- se quedará irremediablemente en minoría y ya no es dueño de su destino.

Moción de censura o nada

¿Qué puede pasar enfrente? O nada, o una moción de censura. Para que esta última se materializara, el exportavoz de Vox tendría que apoyar el nuevo gobierno con PSPV y Compromís. Jesús Ros, exalcalde de la localidad y viejo zorro de la política, seguro que no ha renunciado al trabajo entre bambalinas que desarrolla con fluidez desde hace años para conseguir lo que, por naturaleza, es altamente improbable: que un edil procedente de la extrema derecha forme gobierno con los nacionalistas de Torrent. De hecho, Xavi Martí, el portavoz de Compromís se ha encargado de dejarlo claro: no compartirán ningún gobierno con Alonso del Real. Otra cosa es lo que diga su compañera MªJesús Herrada, con quien apenas tiene trato. Compromís en Torrent arrastra su particular batalla interna que daría para un artículo diferente aunque igual de turbulento.

El otro hándicap que tiene el PSPV para la moción de censura es el pacto antitransfuguismo. Aunque los socialistas locales no quieren ni oír hablar de él y reiteran que no 'es lo mismo' y que 'hay jurisprudencia que avala que no pasa nada', como las brujas, el acuerdo 'haberlo haylo' y desde la dirección provincial de Carlos Fernández Bielsa así lo comentan, aunque sea por lo bajini. No lo ven tan claro, y no lo verían, parece ser, con buenos ojos. Aunque al ser ciudad de más de 50.000 habitantes, es Diana Morant y Ferraz quienes tienen la última palabra. Alonso del Real, y aunque él defienda lo contrario, obtuvo el acta con Vox -o gracias, mejor dicho, al tirón de Vox-, ya que hasta ese momento era un rostro totalmente desconocido en la política municipal. Sus desavenencias con MªAngeles Lerma, la mujer fuerte de la formación de extrema derecha en la ciudad, también ha sido otro de los factores que han acabado con la marcha del edil.

En cualquier caso, tanto a Ros como a Folgado, les esperan ahora unos días o semanas de alto voltaje. La popular ya ha hablado con el nuevo edil no adscrito en su despacho de alcaldía, pero no será hasta el pleno cuando mueva pieza. Al exportavoz de Vox le corresponde un enclave diferente al de su anterior grupo municipal en el consistorio y habrá que ver si la popular le mantiene o no sus competencias en Deportes y Educación. Como se suele decir, hay partido para rato. O partida, si te trata de ajedrez. Los movimientos de piezas no solo no hecho más que comenzar sino que auguran movimientos que pueden llevar hasta un jaque o, incluso, al jaque mate.

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