Opinión | Reflexiones

València

La novia de España

Isabel diaz ayuso

Isabel diaz ayuso / Europa Press

Si usted quiere saber qué es un antidiscurso político puede visionar el de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pronunciado con motivo de la fiesta del 2 de mayo. Elegantemente vestida con un atuendo de bandera, en sentido literal, se dirigió al auditorio congregado para la ocasión y no defraudó, como suele ser habitual en ella. Mucho patriotismo y oposición al Gobierno es en lo que se podría resumir. Debió pensar que sería una pena desaprovechar la oportunidad y no sacudir al ejecutivo. ¿A quién le importa eso de la institucionalidad? Confieso que, en algún momento, me costaba entender si se estaba refiriendo a Madrid, a España, a las dos como si fueran una o al revés; si aquello era una intervención en calidad de presidenta o de líder del partido. Con tanto orgullo me acabé liando, la verdad.

Todo esto podría parecer una cuestión menor, pero no lo es. La importancia, por su poder, del discurso político es innegable, y en el caso de Díaz Ayuso que irradia hacia un público más allá de los límites de su Comunidad, todavía más. Su influencia se alza desde la práctica de un populismo singular que recuerda a la legitimación carismática de la que habló Max Weber: «Es esta autoridad carismática la que detentaron los profetas o, en el terreno político, los jefes guerreros elegidos, los gobernantes plebiscitarios, los grandes demagogos o los jefes de los partidos políticos».

Sus colegas de aquí, no se sabe muy bien por qué razón, la admiran y aplauden. Será porque tiene ese carisma del que ellos carecen y que anhelan; será porque comparten esa idea tan centralista del Estado que defrauda a lo que representan; será porque les va lo del folclore y la simbología más que la política; será porque el Partido Popular en la Comunitat está tan despersonalizado como ausente; será que ven en la novia de España la idea de lo que aspiran a ser. Sea por lo que sea, la cuestión es si la sociedad valenciana es eso y quiere eso. Porque no hemos caminado todos estos años afianzando el autogobierno para mirarnos en ese espejo.

Tracking Pixel Contents