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Doctor en Derecho

En Vox bajan aguas turbulentas

Abascal, junto a Barrera, el día en que Vox se salió de los gobiernos regionales.

Abascal, junto a Barrera, el día en que Vox se salió de los gobiernos regionales. / L-EMV

No se fíen de las encuestas preelectorales. En teoría quedan dos años para las elecciones municipales y el resultado de Vox es hoy una incógnita. No es algo que tenga que ver con repetir o no en el cargo ni con la elaboración de unas listas. Tiene que ver con el hartazgo, la decepción y la falta de credibilidad del partido español de ultraderecha, de qué es y cómo funciona.

Eso no es nuevo. El cabreo de Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja y María San Gil con Mariano Rajoy empujaron a Abascal a hacerse con el control de los que emigraron su voto a Vox desplazando a Alejo Vidal-Cuadras e Ignacio Camuñas, los verdaderos fundadores del partido, y entregárselo al “clan” Ariza. De todo ello dice y comenta Macarena Olona en sus memorias. Pero una cosa es cabrearse y crear un pseudo-partido para recoger el voto de los populares descontentos y de los conservadores más cafeteros, y otra que Vox pueda llegar a ser una alternativa de gobierno en España que desbanque al PP.

Mientras tanto por Valencia pasan cosas. Corren aguas turbulentas por la calle Navellos, la sede valenciana de Vox. Se hace eco el BOE de Abascal, que no es ni la Gaceta de Madrid, ni la Gaceta de la Iberosfera, ni nada parecido…suena más a cabecera en inglés que no el de un medio Objetivo; este anunció un pronto relevo en la dirección provincial de Vox en Valencia.

Apunta a que, tras la fuga continúa de concejales en ayuntamientos de la Comunitat, en especial de la provincia de Valencia, la cabeza de Gil Lázaro está en el alero. ¿Y cuál es el relevo que señala la gaceta para sustituir al veterano y sempiterno político valenciano que lleva tantos años en política que ya nadie recuerda cuando empezó? Pues, como era de prever, Vicente Barrera.

Conviene retrotraerse casi un año para entenderlo. Cuando en julio de 2024 Abascal rompió unilateralmente los gobiernos autonómicos PP-Vox en Castilla-León, Comunidad Valenciana, Murcia y Aragón, el otrora “matador de toros“ y empresario pegó una “espantá” que fue muy sonada. Cuando Abascal comunica tal ruptura acompañada de los que hasta ese momento eran vicepresidentes de los citados gobiernos autonómicos, en el video se observa la rabia, la contrariedad y el enfado de Barrera en su contra. Ni que digamos la de consejeros y consejeras que ni les avisaron y se lo encontraron; lamentable destino de “usar y tirar”. ¿Y se extrañan ahora de la decisión de los concejales?

Dos amigos del alma y uno enfadado con el otro. Había que encontrar una solución para resolverlo. Y así que ambos pudieran volver a cabalgar juntos en la finca de Barrera, porque esto de Vox va mucho de fincas: si tienes una y te ofreces, el cargo en la formación de ultraderecha lo tienes asegurado.

La primera opción que Abascal barruntó para volver a comer migas con Barrera fue la que parecía más sencilla: integrarlo en el grupo municipal de Vox-Valencia. Hay que recordar que el número siete de la lista municipal presentada a las elecciones de mayo de 2023 es Vicente Barrera, lista encabezada por Juanma Badenas. Pero dado que son solo cuatro los concejales que fueron elegidos y forman tal grupo municipal había que desplazar, al menos, a uno o dos. Se ponía en marcha la “Operación Barrera”.

Ya había habido conversaciones con quienes ocuparon los puestos cinco y seis de la lista -Calabuig y Del Moral- que estaban dispuestos a renunciar en favor del que terminó siendo vicepresidente de la Generalitat sin ni siquiera haberse presentado en la lista autonómica, ni ser elegido diputado. El acoso y derribo contra Badenas y Herrero, la numero dos, se puso en marcha y casi consiguió el efecto pretendido. Aún colea; pero como se sabe todo en esta “Calle Mayor” que es Valencia, la operación no alcanzó el éxito pretendido trastocando muchos planes en marcha en La Comunitat.

Recuerden como se abortó. Fue el enrocamiento de Juanma Badenas que, en una rueda de prensa, puso de manifiesto el montaje de “Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio” -de fácil lectura a quien se refería- urdido desde la calle Bambú, la sede madrileña de Vox, contra él y su compañera de grupo municipal, Cecilia Herrero, que compareció posteriormente denunciando las malas artes de los bambusinos. Amenazaron ambos con irse a los “no adscritos” poniendo en peligro la mayoría municipal.

Frustrada la operación en el Ayuntamiento y con la excusa de la crisis provincial por la “huida” de concejales, dicen que la cúpula bambusina quiere contentar a Barrera con la dirección provincial de Vox y preparar su candidatura para la alcaldía de Valencia, objetivo final de la “Operación” que lleva su nombre. Cual cartel de la Feria de Fallas de 2027, si bien no sabemos el resultado al Ayuntamiento, fácil es intuir el de sus matadores: “El niño de la Barrera, “El bombero torero” o “Chiquito de la Calzada”. A estas alturas, a nadie se le escapa que Vox es una charlotada en medio de toxicas y turbulentas aguas.

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