Opinión
Ibai Llanos, Piqué y los aspirantes a Guardiola

Corberán, la pasada semana. / JM López
“Tiene alma de defensa y eso es muy necesario en el fútbol actual”. Lo dijo Carlos Corberán, entrenador del Valencia CF, sobre César Tárrega, jugador del Valencia CF que juega de… ¡defensa central! Y ya que hablamos de centrales, centremos el debate, porque no está en el quién si no en el qué, es decir, tenemos a un entrenador de futbol profesional de cuya de valía, preparación y formación no oso dudar, diciendo que en el fútbol actual es muy importante que un defensa tenga alma de defensa. ¿Me lo explican por favor?
Pues muy fácil, que ahí está precisamente la sustancia del asunto, en que tiene razón, que los defensas ya no tienen alma de defensa. Entonces… ¿de qué tienen alma los defensas hoy en día? Léase con voz de joven y estirado ejecutivo de la bolsa de Madrid, con traje, corbata y mucha prisa porque tiene una ‘call’ y viene de hacer un ‘meeting’: “Yo es que juego de defensa central, pero por las mañanas tengo alma de media punta y por las tardes de centrocampista organizador…”.
Entiendo perfectamente que ahora el central debe tener buen pie porque el colista visita el estadio del líder y ya no pone el autobús en plan David Vidal, al contrario, se va arriba a presionar para tratar de robar el balón, y por eso precisamente es importante que el juego arranque limpio desde atrás, pero como somos como somos y lo llevamos todo al extremo, parece que si un defensa no es exquisito y supera líneas rivales cada vez que juega la pelota, ya no vale. Mauricio Pellegrino me dijo una vez que “defender bien es jugar bien a fútbol”, y no encuentro mejor frase para este artículo. Esa, y que al final será verdad aquello de cuánto daño ha hecho Guardiola al fútbol. Aunque seguramente sea mejor decir los aspirantes a Guardiola.
No soy tan simple y como todos los ‘homo futbolerensis’ me flipo con un zurdazo al palo largo de Lamine Yamal después de burlar defensas buscando el área en diagonal, pero también me he levantado como un loco de mi asiento en Mestalla al ver a Otamendi lanzarse sin miedo al cruce para despejar el balón a saque de banda y que así el equipo pueda ordenarse de nuevo en defensa porque el partido está en fase peligrosa y el rival acecha. El mensaje del argentino en ese momento era claro: “Chavales, toca sufrir”. Hay muchas maneras de contagiar a los compañeros y a la grada, y esa es la grandeza del fútbol.
Recomiendo una charla entre Ibai Llanos y Gerard Piqué hablando de lo que en teoría eran ‘errores’ del ex de Shakira: “Me han hecho un caño siendo defensa, eso es normal, pero me levanto y recupero el balón, ¿qué más quieres?”. Spoiler: Piqué se ‘factura’ a Ibai y le da una lección de fútbol defensivo.
PD: ¿Qué hay peor que un pijo? Un aspirante a pijo. Pues eso, más defensas con alma de defensa y menos aspirantes a Guardiola.
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