Se vende

Se dice, por quienes aún creen, que el actual Consell tiene futuro porque ha sellado su presente con la aprobación del presupuesto autonómico. Claro que esto solo era lo normal, pero se vende como excepcional. El relato es el de la estabilidad política. Y aquí es donde cabe matizar algo: solidez parlamentaria sí, pero ¿goza de la confianza social?

El caso es que para poder aprobarlo y crear con ello la idea de gobierno estable, ha sido necesaria hacer otra venta: la de valores y principios. Ahora, no es que seamos la referencia de un gobierno en minoría que aprueba los presupuestos, sino que, lo somos por poner el progreso de su sociedad en manos de un partido político reaccionario. Y lo han hecho sin compasión ni remordimiento. La cuestión es hacia dónde se pretende esa supuesta solidez, si a la sociedad o a la dirección más arriba de su partido.

La broma se la ha gastado Vox al día siguiente de aprobarlos con la presentación de una Proposición no de ley en las Corts en la que se pide, entre otras cosas, rechazar cualquier impulso del modelo de financiación autonómica. El fondo político es el de siempre: ¡Una, grande y libre! La gracia de la PNL es la retahíla de argumentos que gastan contrarios al estado autonómico y, lo mejor, el ataque al Partido Popular considerándolo responsable junto con el PSOE de la desigualdad en España como consecuencia del desarrollo de nuestro modelo territorial. La “casta autonómica del bipartidismo”, los llegan a denominar. ¿Ahora qué? Dirán que no pasa nada porque hay presupuesto.

Miles de personas han vuelto a salir a las calles para pedir la dimisión del president como cada 29 de mes. Pero eso les importa poco porque únicamente están a la reconstrucción. La encuesta publicada en este mismo periódico hace unos días señalaba que más del 80 % de la población suspende al Consell en relación con su gestión de la dana. Deben de pensar que no responde a la realidad, y tendría sentido porque ellos están en otro mundo. De ahí, la indecencia con la que le han puesto a la Comunitat el cartel de “se vende”.