Madrid prescinde de Mazón

El asunto del PP valenciano y Carlos Mazón han perdido interés en Madrid. Gracias a la contrastada dedicación de Ábalos y Cerdán por las obras públicas en beneficio propio, el president ha tomado un gran respiro tras agobiantes meses de primera diana política. La aspiradora mediática madrileña mantiene intacto ese olfato a moribundo en acto de servicio, pero a veces el radar se confunde en la distancia. Hace tan solo dos semanas, las pompas estaban preparadas para la ceremonia de sacrificio del jefe del Consell, olvidando detalles básicos como la brisa del mar. 

El segundo aniversario de Mazón como president de la Generalitat se celebra dentro de un mes. Fue un 13 de julio cuando obtuvo la confianza en las Corts gracias al acuerdo entre el PPCV y Vox. En la villa y corte tampoco andan muy puestos con el Estatut, como aquí, y el president debe ser diputado autonómico; y por si ya fuera difícil el doble salto, los de Abascal debe participar también en la elección. Así que vetada por Vox María José Catalá (punto positivo para la alcaldesa), el único que podría sustituir a Mazón es Juanfran Pérez Llorca, que no levanta pasiones en Génova. Así las cosas, entre lo que venga todavía de la trama de Koldo, Ábalos, y Cerdán, que dicen los que saben que aún hay más caza mayor, las Fogueres de Alicante, el congreso de Feijóo y el calor del verano, a día de hoy Mazón empezará el próximo curso en el Palau.

Una agenda que solo puede estropear la jueza de Catarroja. La instrucción está fuera del plan diseñado en el Palau y avanza firme en la dirección de señalar a la Generalitat, y sus dirigentes, como responsables de la falta de prevención en la emergencia el 29 de octubre. Día donde todavía continúa Mazón y los suyos. La recuperación del metro entre Torrent y València y la puesta de largo del plan de reconstrucción son la programación para empezar a salir de ese noqueo que va camino de ocho meses, con permiso de la UCO, claro.