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Director de Levante-EMV

Som la gent de la Fonteta

Valencia Basket, con su impulsor a la cabeza, quiso levantar su templo al lado de la Fonteta, para no olvidar el camino recorrido. Y con merecido homenaje incluido en su nuevo himno creado por La Fúmiga

La Fonteta en una imagen de archivo.

La Fonteta en una imagen de archivo.

El miércoles se juega el tercer partido de la final de la Liga ACB en la Fonteta, con la esperanza de llegar al cuarto, previsto para el viernes. Esta semana, en cualquier caso, es la despedida del pabellón de la élite del baloncesto internacional. La instalación municipal ha sido la casa del Valencia Basket durante más de treinta años, una cancha que ha visto cómo la afición por el deporte de la canasta ha ido creciendo en cantidad y calidad. Al tiempo que el barrio se convertía en una cita obligada para las futuras promesas con la inauguración en septiembre de 2017 de l’Alqueria del Basket, que en este sexto año ha alcanzado 16.446 horas de ocupación, superando la media de horas de trabajo de las cinco temporadas anteriores.

A pocos metros detrás de la Fonteta se levanta el Roig Arena que, además de la próxima campaña de la ACB, acogerá los partidos de la Euroliga, donde el Valencia Basket vuelve por méritos propios. En su nuevo hogar está previsto que la afición taronja crezca hasta los 15.000 abonados, donde al baloncesto, y seguramente al tenis, se le unirán música, cultura y entretenimiento. Un moderno pabellón multidisciplinar que estará abierto los 365 días del año, transformando el distrito de Quatre Carreres en una de las zonas de la ciudad con más energía y puerta de la València del siglo XXI, que recibe a la Ciudad de las Artes y las Ciencias.

El Roig Arena es la muestra de que el deporte se ha convertido en el auténtico motor de las transformaciones urbanas de nuestro tiempo. El Levante UD también lo entendió así con los deberes hechos en la reforma de su estadio y la vinculación definitiva con su entorno. Con el Valencia CF no ha habido suerte y ahí estamos, de decepción a desengaño, y el Nou Mestalla sin acabar. Valencia Basket, con su impulsor a la cabeza, quiso levantar su templo al lado de la Fonteta, para no olvidar el camino recorrido. Y con merecido homenaje incluido en su nuevo himno creado por La Fúmiga: «Som la gent de la Fonteta / Som molt de riure i plorar / Som l’alegria d’un poble / i l’orgull de la ciutat». Con eso, ya hemos ganado al Real Madrid. 

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