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Opinión | Editorial

València

La urgencia de invertir en seguridad vial

El baipás de València concentra el punto más peligroso de España, con más de 230 accidentes en un año. La Comunitat Valenciana es la cuarta autonomía con más víctimas mortales.

El baipás acumula accidentes y atascos

El baipás acumula accidentes y atascos / Levante-EMV

La red viaria de la Comunitat Valenciana se ha convertido en una de las más peligrosas del país. Es la cuarta con mayor número de víctimas mortales de tráfico y alberga el punto con mayor siniestralidad de España: el baipás de València. Solo en el último año, este tramo ha registrado más de 230 accidentes, con tres fallecidos y 124 heridos. En apenas 30 kilómetros de circunvalación, se acumulan nueve horas y 18 minutos de retenciones, un liderazgo tan negativo como persistente.

Durante 2024, se produjeron 157 atascos en el baipás; cada congestión duró una media de una hora y 46 minutos, aunque la más prolongada inmovilizó a los conductores más de nueve horas. El punto más crítico se sitúa en el kilómetro 325, donde la autovía A-7 se enlaza con la CV-35 en La Canyada (Paterna). Por allí circulan casi 109.000 vehículos al día, un 32 % de ellos pesados, lo que lo convierte en uno de los tramos con mayor intensidad de tráfico del país.

La prevención es la diferencia entre llegar a casa o quedarse por el camino

El Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT alerta de que los tramos con firme desgastado, señalización deficiente, baches persistentes y márgenes descuidados se han transformado en focos de siniestralidad. Otros estudios identifican hasta diez tramos de la red autonómica con un Índice de Peligrosidad Medio (IPM) muy elevado, lo que implica un riesgo de accidente muy superior a la media nacional.

Las causas se repiten: carreteras secundarias con curvas mal peraltadas, tramos sin arcén, pendientes sin drenaje y firmes que se hunden tras lluvias intensas. Aunque no todos los siniestros derivan directamente del estado de la vía, la suma de deficiencias incrementa el peligro. Cada bache, señal torcida o cuneta erosionada puede ser el detonante de una tragedia.

El Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial de la Universitat de València advierte, en su informe El grave problema de los siniestros de tráfico por salida de vía en España, que el 13,3 % de las salidas de vía en la Comunitat Valenciana terminan con víctimas mortales o graves. Los expertos coinciden en que la solución pasa por planificación, presupuesto y mantenimiento preventivo. No basta con reparar cuando el daño ya está hecho; se debe actuar antes de que la vía se deteriore.

La Cámara de Contratistas ha remitido varias cartas al ministro de Transportes, Óscar Puente, exigiendo la finalización de las obras del baipás y mejores accesos al Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad en Bétera. Reclaman lo obvio, una red viaria segura necesita responsabilidad compartida entre administraciones estatales, autonómicas y locales. Una carretera en buen estado reduce la siniestralidad, mejora la fluidez, disminuye costes a largo plazo y, sobre todo, salva vidas.

Urge, además, más transparencia. Se necesitan estudios de siniestralidad más frecuentes, auditorías de conservación y una lista pública de tramos prioritarios, para que los ciudadanos conozcan qué vías presentan mayor riesgo. La radiografía de las carreteras valencianas indica que es el momento de actuar con decisión. Que los presupuestos lleguen, que las obras se ejecuten y que las carreteras dejen de ser un factor de riesgo.

En materia de seguridad vial, no hay segundas oportunidades. La prevención es la diferencia entre llegar a casa o quedarse por el camino.

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