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Opinión | Bolos

Director de Levante-EMV

Europa y Merz rechazan el censo del PP y Vox

Lo preocupante es que una formación equiparable a la CDU alemana sea capaz de alimentar prejuicios en lugar de combatirlos

Mazón y José María Llanos, síndic de Vox.

Mazón y José María Llanos, síndic de Vox. / Jorge Gil/E.P.

Cuando se pregunta a los eurodiputados valencianos por qué, si son capaces de pactar en Bruselas, aquí sus dirigentes ni se dirigen la palabra, las respuestas son previsibles: los del PP aseguran que es imposible dialogar con el sanchismo, y los del PSOE culpan a Feijóo por mantener a Mazón. Un endeble argumento que conduce al destino de la antipolítica que tanto entusiasma a los populistas.

También nos lleva a escenarios alejados de la centralidad europea, como el último entendimiento del PPCV con Vox para seguir alimentando una guerra cultural donde todos perdemos. Otro ejemplo evidente está en la propuesta de recopilar datos sobre las personas inmigrantes que reciben ayudas públicas, una medida llena de concesiones y trampas.

Nadie cuestiona la necesidad de abordar la realidad migratoria. El problema surge cuando el propósito solo busca alimentar un relato que apunta en la dirección de una sospecha que insinúa desequilibrios donde solo hay diversidad. Detrás de esas estadísticas se esconde un mensaje perverso, ese que dice que hay determinados colectivos que merecen una vigilancia especial.

La Comunitat Valenciana ha sido un territorio de acogida, con miles de personas inmigrantes que trabajan, pagan impuestos y crían a sus hijos aquí. Contribuyen, en definitiva, al progreso común. Reducir su presencia a una hoja de cálculo es negar su papel en la construcción de esta tierra. ¿Acaso se medirá también cuántas ayudas reciben los nacidos aquí o cuántas veces donan sangre los jubilados?

No todo vale. Lo ha recordado el canciller alemán y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Friedrich Merz, firme opositor a cualquier pacto con la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD). En una reciente cumbre de su partido, definió a la AfD como “nuestro principal adversario”. Merz sigue así la estela de Angela Merkel y su célebre “Wir schaffen das” (“Podemos con esto”), pronunciado en 2015 durante la crisis de refugiados, en defensa de valores como la dignidad humana y el derecho de asilo.

Las estadísticas pactadas por PP y Vox no pasarán por el filtro de Bruselas. Lo preocupante es que una formación equiparable a la alemana de Merz sea capaz de alimentar prejuicios en lugar de combatirlos.

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