Las rebajas que comienzan hoy pueden convertirse en uno de los primeros indicadores para conocer los derroteros por los que se van a mover los consumidores durante el próximo año, en medio de la actual crisis económica. El continuado repunte del precio del petróleo -100 dólares el barril, cifra no alcanzada desde 1961-, la línea al alza que dibuja el euribor -4,79, la tasa más elevada desde 2000- y su repercusión sobre las hipotecas, las notables subidas de los productos de primera necesidad y la inflación han disparado la preocupación sobre el futuro comportamiento de los consumidores. Hay que tener en cuenta, además, que la renta per cápita de las familias valencianas ha caído 5 puntos desde 2000 y ha descendido notablemente la capacidad de ahorro. Por eso, estas primeras rebajas de la crisis se presentan como un sensor de lo que pueda venir más adelante. Desde las grandes superficies se confía en que el atractivo de las ofertas pueda mantener unas cifras optimistas, aunque dejan entrever ciertas dudas. En el caso de la patronal del pequeño comercio, no esperan una retracción del consumo, incluso consideran que puede haber un leve crecimiento. Estas apreciaciones, no obstante, se ven cuestionadas por la encuesta hecha pública ayer por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, que refleja una reducción media sobre las ventas de 2007 del 3%, el 7% en el caso de la Comunitat Valenciana. Habrá que esperar unos días para conocer los resultados.