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Va de bo

El trofeo El Corte Inglés y la Galotxa

Partida de Galotxa. fpv

No es fácil que vuelvan los tiempos aquellos en los que en el Carrer del Forn o de la Sociedad de Montes se congregaban cientos de aficionados de la comarca. La sociedad de este siglo XXI poco tiene que ver con la de hace más de cuarenta años. Hoy, cuando el viajero atraviesa Alfarp en dirección a la mar, se encuentra un majestuoso recinto cubierto, junto a un campo de fútbol semiabandonado. Es el Trinquet de Galotxa que se alzó en los tiempos creativos, principios de los años ochenta, cuando el legendario equipo de este pueblo, con Agustín, Conrado, Sopetes, Gerardo, Miquel, Cerveró?dominaba el Trofeo El Corte Inglés. Allí se refugió, entre paredes, alma popular prisionera, la galotxa, la modalidad en otros tiempos extendida y hoy inequívoca y descaradamente menospreciada. Alguien, muchos, deberían preguntarse si en la balanza de aportaciones y atenciones hay una mínima reciprocidad.

No es el caso de este pueblo de Alfarp que sigue firme, apostando por mantener su grandeza, trabajando para que surjan nuevas figuras que recuerden a aquellos pioneros. Ahí vemos a Pau de raza de pelotaris, o al hijo de Sopetes, acariciando el acceso a la gran final del torneo más deseado por los clubes que han forjado esta bella historia.

Hoy, la preciosa cancha de Beniparrell, vivirá la vuelta de la semifinal que enfrenta al equipo local frente al de Ovocity El Marquesat. Lo tienen muy difícil los de l' Horta Sud, pues han de ganar por 70 a 25. En todo caso Beniparrell puede presumir de ser campeón en la política de promoción. No hay club en todo el territorio valenciano que programe cada fin de semana más cantidad de partidas en distintas categorías y modalidades.

De Beniparrell viajaremos hasta Les Valls. En Faura son muchos los que recuerdan las grandes partidas en la calle junto al Musical. Allí empezó a forjar su leyenda un pelotari, Álvaro, que marcaría una época en el Joc de Pilota. Allí comenzó a soltar sus brazos con el ímpetu de un campeón. Allí fundamentó su facilidad para el juego al aire, que destrozó los esquemas del clasicismo en el mano a mano. Este sábado, en Faura, se espera una partida grande. Se juega en el Trinquet de Galotxa allí levantado, donde ha tenido que refugiarse este deporte seguramente para poder sobrevivir a los destrozos de la socialización en las calles. El equipo local intentará ganar a Montserrat por 70 a 55. Es posible pero nunca puede ser fácil. Hay mucha calidad en el equipo que rinde tributo de reconocimiento a los recuerdos de Tio Galán, de Amador, de Rafa Ortiz o de Marcial?en aquella calle siempre repleta de espectadores, en aquella pared que lo era del templo parroquial en la que el Roig de Carlet con 53 años lanzó desde el «bot» una pelota a la terraza del Musical. ¿Hasta dónde la hubiera lanzado con 25 años?

Este fin de semana conoceremos los finalistas del torneo que fue manantial de nueva vida en el Joc de Pilota. Desde estas líneas, desde este diario que usted querido lector tiene a bien sostener, lo apoyamos de manera decidida desde sus inicios. En Alfarp no pudo el fútbol con la pelota. Siempre hubo gentes dispuestas a sostener el deporte propio. Por eso, junto a unas porterías semiabandonadas luce un precioso recinto lleno de vida para honrar a la Galotxa. Si nadie hubiera acompañado mediáticamente los éxitos de sus pelotaris, ¿hubiera sido posible ese triunfo?

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