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Va de bo !

"Caminem cap a la mort"

Partida disputada a la modalidad de 'perxa'. alberto soldado

El Tio Vicent de Cela era el marxaor del trinquet de Muro d'Alcoi cuando se puso en marcha el primer campeonato de perxa en el año 1980, organizado desde el Hotel Reconquista de Alcoi, gracias a la iniciativa de Ximo Orta, un aficionado soñador de Quatretondeta, en la comarca de El Comtat. El Tio Vicent era famoso por sus ocurrencias durante la partida y sobre todo porque cuando llegaban los últimos juegos nunca se olvidaba de recordar aquello de «caminen cap a la mort», sentencia que encerraba la más incontestable de las verdades. Caminaba hacia ella la perxa, si no hubiera sido por Ximo Orta, posteriormente por Armand Verdú -tío de Fageca- y hoy gracias a la institución federativa.

En aquel trinquet levantado junto a las paredes de una nave industrial se organizó la fiesta de inauguración del primer campeonato de pilota en la calle, de los pueblos de las comarcas de l'Alcoià y el Comtat, a las modalidades de perxa y raspallot. Patrocinaban el Hotel Reconquista y la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Participaron 19 pueblos. Desde el Reconquista salieron en comitiva cuatro autobuses acompañados de banda de música y la agrupación de majorettes de Salem y, tras el oportuno desfile, se entregaron camisetas y pelotas para todos. En el torneo de perxa fue campeón el equipo de Balones y en el de raspall, el de Muro. La fiesta de clausura de este primer gran campeonato entre los pequeños pueblos de la montaña alicantina fue en Planes y dicen las crónicas que llegaron a juntarse más de 2.000 personas.

En aquella primera era de competiciones de perxa llegaron a organizarse campeonatos de juveniles, a realizar algunas exhibiciones en la capital alicantina aprovechando los actos culturales del Mundial de Fútbol del 82, y a inaugurarse los trinquetes de Beniarrés y Lorxa. El de Beniarrés, un 16 de agosto de 1982, con Martí y Simatero contra Parreta de Llanera y Salvador de Aielo, y el de Lorxa un 25 de julio de 1984, con una partida estelar que enfrentó a Genovés y Pepe contra Oltra, Jose María y Viñes. De Beniarrés surgió la figura de Lluïset.

Aquella primera era aguantó hasta el año 1987. Tras la efusión creadora, llegaron las disidencias y el cansancio. Trató de recuperar la actividad y los torneos otro aficionado soñador como Armand Verdú, tío de Fageca, pero tampoco tuvo la necesaria continuidad. Finalmente, dentro del proyecto de recuperación del Juego a Ratlles, siempre patrocinado por la Diputació d'Alacant, se ha recobrado el pulso.

Este año, además de la Lliga con 16 equipos, se organizó en Sella, pueblo señero en la especialidad, un homenaje a figuras históricas. Durante este mes de agosto se juega un torneo especial, con los equipos de Benimagrell, Sella, Mutxamel y Castell de Castells que recorren diversos pueblos de la montaña alicantina. La final será el dia 27 de agosto en Benifallim.

Allí no estará el Tio Vicent de Cela que nos recordaba hace 40 años el inevitable destino de cada uno de nosotros. Allí podrá cantar el marxaor, cuando se acerque el final de la partida: «Cavallers, la perxa no camina cap a la mort, que ben viva i sana es troba».

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