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Necrológica

José Cabanes, "Pepe": Adiós al mejor 'mitger'

Paco eligió a su hermano como compañero inseparable en sus hazañas deportivas

Paco Cabanes 'Genovés' y su hermano 'Pepe'. levante-emv

Durante tres lustros el mejor cartel de los trinquetes valencianos imprimía los nombres de Genovés y Pepe. Paco eligió a su hermano como compañero inseparable en sus hazañas deportivas. Ayer , a los 74 años, se nos fue ese hermano mayor que lloraba como un crio el día de la partida de Sagunt, cuando la subida a los cielos de ese fenómeno de la naturaleza deportiva que fue Paco. Ese hermano que leyó perfectamente su papel en todas y cada una de las partidas. Ningún mitger, ni el Xatet, ni Vicent Pataques, ni Viñes, ni Peris, ni Locheta,; ningún punter como Gómez, o Machó y Pepet, o Vicentico,y Pascualín, entre otros muchos, lo hubiera hecho mejor que Pepe. Nadie hubiera cumplido un papel tan determinante para engrandecer la leyenda de Paco. Porque Pepe sabía atender como nadie las indicaciones de su zaguero, sabía que cada pelota jugada por ambición personal era restar poderes a quien los tenía de sobra para enfrentarse a los mejores tríos, los más poderosos y hacerlo, además, con limitaciones.

La figura de Pepe era el ejemplo de la humildad personificada. Discreto en la palabra y en los gestos irradiaba humanidad y sentimientos. Era amigo de todos y todos le querían. Y además era un gran pelotari porque siempre le tocó jugar contra los rivales más poderosos y aplicar la inteligencia: entraba en acción sólo cuando sabía que su hermano no podía alcanzar la pelota en condiciones. Y hace falta saber mucho de pelota para cumplir ese papel. A Pepe pocas veces se le vio 'porrar' una pelota - por cierto, ¿a santo de qué viene en nuestro deporte hablar de errores no forzados, con la riqueza de vocabulario que tenemos?- Jugó lo justo y necesario, en un equilibrio que sólo él, por aquello del inmenso respeto a su hermano, podía cumplir con el papel de actor secundario que este deporte le encomendó. Fue el jugador perfecto, el mejor mitger, como bien calificaba Paco. ¿Hubiera tenido Paco la libertad para expresar todos sus recursos con un mitger que no hubiera sido su hermano? ¿Alguien lo hubiera hecho mejor que él?

José Cabanes, Pepe, disfrutó tras su retirada de los éxitos de su hijos en el Raspall. Juan fue campeón individual en dos ocasiones y Julio alternó en las mejores combinaciones. Y disfrutó cómo no, con la inmensidad del juego de su sobrino Genovés II. Ayer el alma de la pilota sufrió una sacudida de pesar. Ha muerto Pepe, pero su nombre y su recuerdo ya es inmortal. En los carteles de los mejores desafíos quedó grabado en rojo su nombre. A los que le conocimos nos queda el recuerdo de su callada humildad, de su ejemplo y de la estima a los suyos. Nos queda ese beso empapado de lágrimas a su hermano glorioso tras protagonizar la partida del milenio, la partida de la Historia. Ya no jugaba Pepe, pero ese día sufrió más que nunca y cumplió con su deber: abrazar a su hermano en el momento más hermoso de su carrera deportiva.

Se nos ha ido un buen hombre, quizás demasiado pronto. Un hombre que ha sabido desde la humildad sufrir por los suyos. Y creo que ese es el mejor recuerdo que todos tendremos de él. Nuestro más sincero abrazo a la familia que hoy le despedirá en la Misa funeral de la parroquia de su pueblo, Genovés, a las 12 horas.

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