Potries es un municipio de la comarca de La Safor de sólo 3 km2 y un millar de habitantes. Su núcleo urbano se ubica a 12 m s. n. m. La mayor parte del término participa de la llanura de la Huerta de Gandía y está formado por terrenos de sedimentación cuaternaria, con terrazas adaptadas para su cultivo. Se localiza al pie de unos cerros, denominados Els Tossalets, que constituyen los primeros contrafuertes de la sierra Gallinera, una estructura tectónica de clara dirección bética. Están situados en el sector meridional del municipio, en la divisoria con Vilallonga. El límite occidental del término está establecido por el río Serpis y su tributario el río Vernissa, que dan lugar a un abanico aluvial formado por los materiales depositados por ambos ríos. El río Serpis tiene la declaración de Paisaje Protegido.

A lo largo de siglos este abanico aluvial, caracterizado por su contrastada fertilidad, ha favorecido el desarrollo agrícola. Para ello fue necesaria la construcción de una compleja arquitectura hidráulica basada en diversos elementos como azudes, partidores, molinos y, por supuesto, una ingeniosa red de acequias. Potríes se identifica con la agricultura tradicional de regadío: entre los siglos XV y XVII la caña de azúcar tuvo una gran importancia en la economía, no sólo en la localidad, sino también en la comarca; más tarde se cultivó la morera, el arroz y más recientemente los cítricos. Hoy la citricultura es un monocultivo, pues ocupa 180 hectáreas, de 184 cultivadas.

La arquitectura hidráulica de Potríes: azudes, partidores y acequias

En Potríes y su entorno territorial se aprecia una destacada y densa red de acequias que ha permitido durante siglos el cultivo intensivo. Se trata de un sistema funcional, activo, al igual que la mayoría de sus elementos hidráulicos, lo que constituye un valor patrimonial añadido. Es por ello que se cuenta con una Ruta del Agua, que permite visitar y comprender la trascendencia de esa arquitectura tradicional del regadío.

El Assut d'En Carròs es el origen de los riegos potrieros. Se localiza en el río de Alcoi o Serpis, en el término de Vilallonga, y su existencia está documentada desde el siglo XIII. Por su margen derecha deriva la Séquia Reial d'Alcoi durante unos dos kilómetros, hasta el partidor denominado de la Casa Fosca, donde se produce la primera partición de las aguas. Es una construcción con una estructura maciza y hermética para que no se pueda manipular la correcta división del agua. Sólo el acequiero tenía acceso a su interior. Se asienta en el fondo del cauce, en un banco de piedra con nueve bloques que dividen el caudal en siete partes y media iguales. En este partidor el agua se divide en 38 filas, 13 para la Séquia del Rebollet, que sale por dos puertas, y 25 para la Séquia Comuna de Gandia y Oliva, por las cinco y media restantes. La Séquia del Rebollet riega en tanda de 18 días los municipios de Potries (3 días y 22 horas), Font d'En Carròs (7 días y 20 horas) y Oliva (6 días y 6 horas).

Junto al partidor de la Casa Fosca la Séquia Comuna de Gandía y Oliva abastecía al Molí de l'Alfàs o dels Frares, denominado así porque fue propiedad del convento de San Jerónimo de Cotalba. Este molino harinero del siglo XV se transformó en papelero en 1862. En 1907 se reconvirtió en fábrica de luz con la instalación de dos turbinas, para la iluminación de Potries, Beniflà y Beniarjó.

El segundo partidor es el de la Casa Clara, y consiste en una construcción de planta rectangular sin cubierta, con elevados muros. Posee un banco de piedra con 25 puertas, que divide el agua en dos aberturas: a la Séquia Comuna de Gandia le corresponden 10 hilos, para el riego de los términos de Beniflà, Beniarjó, Almoines, Bellreguard, Gandía, Daimús, Guardamar y Miramar; la Séquia Comuna de Oliva tiene asignados 15 hilos, que alumbran los municipios de la Font d'En Carròs, Palmera, Bellreguard, Miramar, Piles, Rafelcofer, Alqueria de la Comtessa y Oliva. A 50 m de la Casa Clara, en la Séquia Comuna de Oliva, se localiza el Molí Canyar o de Aynat. A principios del siglo XX se amplió y transformó en molino arrocero y fábrica de luz, para el abastecimiento de l'Alqueria de la Comtessa. En la actualidad es un restaurante, pero ha conservado su estructura original y la maquinaria.

El tercer partidor es el Canó de Sotaia o de Potries, denominado en la Concordia de 1511 como partidor de Ferrús. Se modificó en 1849; es una construcción de planta rectangular. El banco de piedra está compartimentado en diez espacios, cada uno de los cuales representa una fila. Por la Séquia de Oliva saldrán siete filas, dos por la Séquia de Miramar y uno por la Séquia de Sotaia.

Un núcleo de larga tradición alfarera

La historia de Potries transcurre muy ligada a la producción alfarera. Aunque en origen fue una alquería musulmana adscrita al castillo de Rebollet, el topónimo deriva del latín Putries, que alude a la elaboración de la cerámica. La abundancia de agua, así como la proximidad a los lugares de extracción de la materia prima, ha posibilitado la existencia de diversas actividades cerámicas a lo largo de la historia. Existen testimonios cerámicos en la Edad del Bronce, durante el período romano, la técnica del vidriado de la época andalusí, o las alfarerías medievales, monopolio económico de señoríos cristianos. A finales del siglo XIX y principios del XX se contabilizaron en Potries una veintena de industrias cerámicas, que comercializaban también materiales de construcción: los ladrillares y las tejerías, que cocían ladrillos o cantererías, y las cacharrerías, que eran fábricas de loza.

La alfarería cesó su actividad en Potries con la muerte de Ángel Domínguez, el último alfarero, en 1983. El Ayuntamiento realizó un proyecto de rehabilitación para convertirlo en un museo en el que se observa la arquitectura tradicional de una vivienda del siglo XVIII, además de conservar los talleres de alfarería con todos sus elementos: el Museo Etnológico de la Alfarería de Ángel Domínguez.

El núcleo urbano y sus principales edificaciones

La trama urbana de Potries conserva la disposición de las poblaciones medievales de época musulmana, con calles estrechas, irregulares, sinuosas y en algunos casos empinadas. Hasta 1862 la población estaba cercada por una muralla que disponía de cuatro portales: Almazara o del Riu, la Plaza, la Font y las Eras. La mayoría de edificaciones mantiene la arquitectura autóctona de las casas tradicionales agrícolas desarrollada entre finales del siglo XVIII y principios del XX, propia de los asentamientos rurales. En los últimos años se ha promocionado la Ruta Urbana de Potries, que recorre los principales edificios y monumentos potrieros. El Ayuntamiento es una casa-palacio edificada a finales del XVI y comienzos del XVII. Era una antigua propiedad de la familia Borja. La iglesia parroquial de los Santos Juanes se construyó en 1574.

Tiene planta de cruz latina, posee una nave central con bóveda de cañón y cuenta con capillas laterales y una torre-campanario. La iglesia conserva una reliquia de San Blas del siglo XVI, lo que congrega a numerosos visitantes en la fiesta del Porrat. La ermita del Santísimo Cristo de la Agonía se ubica al sudeste de la población, en la cima de un montículo; se erigió entre 1854 y 1865. La planta del templo es una cruz griega inscrita en un rectángulo y su estilo es neoclásico. Desde el casco urbano de Potries se accede al eremitorio mediante un calvario de finales del siglo XVIII, con estaciones alineadas a lo largo del camino de subida.