El visitante que arriba por primera vez a Cinctorres queda sorprendido de este pequeño pueblo castellonense, cuyo paisaje urbano está condicionado por las destacadas dimensiones de su iglesia parroquial en honor a Sant Pere Apóstol. Cinctorres, sin embargo, destaca por otros atractivos que le singularizan, un pueblo de dinosaurios, un Museo de la Faixa o unos paisajes naturales de contrastado valor. Ubicado en un altiplano entre el Monte Bovalar y el valle del río Caldés se levanta el pueblo, entre tierras de secano. Pertenece a la comarca dels Ports de Morella, y como acontece en pueblos de esta comarca castellonense, su paisaje es el resultado de una orografía irregular, montaraz, quebrada. Limita con los municipios de Todolella, La Mata de Morella, Portell de Morella, Castellfort, Forcall y la capital, Morella.

Cinctorres, como los pueblos vecinos fue una aldea de Morella, desde la reconquista hasta finales del siglo XVII (1691), cuando Carlos II otorgó la independencia a las ocho aldeas que se convertirían en villas reales. Durante las décadas a caballo entre el siglo XIX y el XX el pueblo fue protagonista de un destacado desarrollo de la manufactura textil. Fueron años en los que se producía miles de fajas que se comercializaban por parte de España e incluso el sur de Francia. Un comercio tradicional que dio lugar al levantamiento de la escultura de la figura del 'Faixero', en 2006, por iniciativa municipal.

Durante los últimos años del XX y principios del XXI la principal actividad económica fue la ganadería, en particular del ganado porcino, pero hoy apenas quedan granjas. Con apenas 400 habitantes ha sufrido igual que otros municipios rurales de la montaña mediterránea, un descenso de su población durante el siglo XX: 1.550 habitantes en 1900, unos 1.300 en 1950, 700 en 1981. La economía local destaca por algunas actividades agrícolas, relacionadas con la silvicultura y el turismo rural, facilitado por la espectacularidad de su entorno y los atractivos de su patrimonio cultural.

Entorno natural

Cinctorres dispone de un clima mediterráneo con rasgos continentales debido a su altitud, a 900 metros sobre el nivel del mar, y su localización, entre montañas de Els Ports. Se caracteriza por unos inviernos fríos con frecuentes nevadas, y veranos suaves con una destacada amplitud térmica diaria. En este entorno natural predominan los carrascales (quercus rotundifolia), los pinares de pino laricio (pinus nigra) y los bosques de sabinas (juniperus sabina), además de especies aromáticas como el tomillo, el poleo y la manzanilla.

El municipio destaca por sus parajes de gran valor ecológico como el Jardín Botánico, creado por el Ayuntamiento, y la Rambla Sellumbres, de gran valor paisajístico, un referente de los enclaves paisajísticos valencianos: en él hallamos varios hitos como las paredes verticales de la Roca Roja, la Roca Parda y la Roca del Cuervo. Unos excelentes miradores naturales desde donde se puede contemplar unas excelentes vistas panorámicas, incluido el vuelo de los buitres que anidan en sus altas peñas.

Cinctorres es un referente del turismo ornitológico debido a su gran riqueza de avifauna; fue declarado en el año 2009, ZEPA (Zona de Especial Protección de Aves), cuenta con guías didácticas sobre la avifauna y con la instalación de seis observatorios en su término municipal.

Otro lugar de obligada visita es el yacimiento de dinosaurios que se encuentra a 2 km del pueblo, el Yacimiento de Ana, descubierto por el geólogo cinctorrano Ramón Ortí (1998), y excavado y estudiado por el geólogo Andrés Santos con el grupo Guix y la colaboración de diferentes Universidades. Se trata del único yacimiento visitable de la Comunitat Valenciana en el que se pueden observar réplicas de algunos de sus más de 500 fósiles encontrados acompañadas de paneles informativos, e incluso una reproducción a escala de un dinosaurio 'Barionix'.

El pueblo, el patrimonio inmueble

Cinctorres tiene un diseño urbano típico de un municipio de montaña mediterránea, una localidad rural configurada por calles estrechas con desniveles, y con construcciones de una o dos alturas. Un recorrido por el núcleo urbano nos permite visionar edificios de interés por su carácter histórico y artístico, por su valor patrimonial, como el Palacio de Santjoans, el Ayuntamiento, el antiguo hospital y la iglesia de Sant Pere. El Palacio de Santjoans es un edificio civil nobiliario del siglo XV situado en el centro de Cinctorres, que perteneció a la familia noble Santjoans, que destaca por su fachada de piedra. A finales del siglo XX pasó a ser propiedad de la Diputación de Castellón y hoy está cedido al Ayuntamiento de Cinctorres, que lo destina a actividades culturales y exposiciones. El palacio Santjoans fue ampliado en siglos posteriores, como es el caso de las salas más significativas, fechadas en el siglo XVIII, construidas sobre los porches del antiguo ayuntamiento.

En la planta inferior se haya una colección museográfica con piezas extraídas del yacimiento paleontológico de Ana, que complementa la visita al propio yacimiento. En la planta superior destaca por sus diferentes escudos heráldicos y por el retablo de cerámica en el pavimiento decorado con figuras zoomórficas.

La Casa de la Vila, el ayuntamiento, se ubica en la Plaza Vella. Un edificio del siglo XV de estilo gótico que conserva la estructura original en el que destaca la puerta de piedra que forma un arco de medio punto y un porche, que recuerda esta pieza arquitectónica en otros pueblos castellonenses. En su interior se encontraron piezas artísticas como el panel con la figura de Sant Pere, identificado como posible retrato del Papa Luna Benedicto XIII que se puede observar en la sala de plenos del edificio.

El Antiguo Hospital, del siglo XVI, es un museo en el que se pone en valor los antiguos oficios del municipio, y donde adquiere especial tratamiento la elaboración de las fajas, les 'faixes' de Cinctorres. La iglesia de Sant Pere Apóstol se halla en el centro, es de estilo neoclásico con dos campanarios y azulejería barroca en su interior. Destaca además el Peiró del Cap de la Vila, cruz de término de estilo gótico que se haya en la Plaza Nueva del municipio, o varias ermitas que se distribuyen por su término, como las de la Mare de Déu de Gràcia, de San Luis, o de San Marcos.

Cinctorres, en definitiva, es un municipio que reúne suficientes atractivos turísticos, singulares, para ser visitado. Se trata de un pueblo rico en patrimonio natural y cultural. Un territorio excelente para ser conocido. Unos paisajes valiosos y valorados por quienes aprecian el significado de lo genuino, aquello representado por el medio rural.