Situado en la cuenca del Mijares, Espadill es un claro ejemplo de municipio rural afectado por el éxodo rural durante décadas. Es uno de los municipios menos habitados de la comarca y de la Comunitat Valenciana, que se ha convertido en un destino turístico rural en época estival para aquellos que quieren desconectar y disfrutar de sus magníficos paisajes y su riqueza patrimonial.Espadilla es un municipio castellonense perteneciente a la comarca del Alto Mijares, localizado entre los valles de los ríos Mijares y Chico. Su paisaje está dominado por la Peña Saganta (723 msnm), destacado promontorio en cuyos pies se asienta el pueblo. El término municipal limita con numerosas poblaciones, muy próximas entre ellas, y con rasgos similares, pueblos de reducidas dimensiones amenazados por la despoblación. Nos referimos a las localidades de Fanzara, Vallat, Toga, Ayódar, Fuentes de Ayódar y Torrechiva.

De origen musulmán, tras la conquista cristiana de estas tierras, el rey Zayd Abu Zayd y último gobernador almohade de Valencia donó la localidad al Arzobispado de Tarragona en el año 1242, para integrarse en la Baronía de Arenoso. Más tarde, en el año 1471 el rey Juan II de Aragón cedería el municipio a su hijo Alfonso, duque de Villahermosa, razón por la cual se adhirió a su ducado. En 1609, la población experimentó un notable descenso como consecuencia de la expulsión de los moriscos.

Espadilla y la Peña Saganta.

Entorno natural, peñas y el río Mijares

Con una superficie de 12km² el término municipal de Espadilla destaca por una geomorfología accidentada, en donde se alternan elevaciones como la Cueva Negra a 829 metros sobre el nivel del mar y valles. Parte de su territorio está repoblado por masas forestales, en las que predominan especies de pino, enebro y encina. Un entorno natural condicionado por el río Mijares que discurre por su término de NW a SE, y su afluente el río Chico, entre Espadilla y Vallat. Espadilla tiene un clima mediterráneo, con veranos calurosos e inviernos fríos, y una temperatura media anual de 15,7 °C.

Se trata de un territorio con numerosos manantiales y fuentes, dada la geología predominante, los materiales calcáreos. Destacan numerosas fuentes medicinales como la de Meli, Sastre y Piqueta que proporcionan a Espadilla de un singular atractivo para realizar excursiones por sus diversos parajes de gran valor paisajístico. A través de sus dos senderos señalizados los visitantes pueden disfrutar de este magnífico entorno de gran belleza. Los PR-CV 314 (Espadilla-Peña Saganta) y PR-CV 386 (Espadilla-Cueva Negra), ambos de trazado circular, permiten visitar muestras de su patrimonio rural como corrales y caleras, hitos geológicos como abrigos y cuevas o subir a lo alto de la Peña Saganta para el disfrute de una magnífica panorámica del pueblo y los paisajes del entorno.

SAGANTA

Agricultura, turismo y despoblación

La agricultura tiene unas 160 hectáreas, mayoritariamente de secano, y ocupa a un tercio de la población activa del pueblo. El regadío se circunscribe al entorno del río Mijares, que facilita el agua necesaria para las huertas, históricas. Se cultivan cítricos y olivos. La agricultura es la base económica de esta localidad.

En los últimos años la población ha ido variando en torno al centenar de habitantes; actualmente hay 71 habitantes, cifra que representa una cuarta parte de los vecinos que residían en el año 1930 (280 habitantes). Una despoblación provocada por la escasez de servicios y la falta de oportunidades que afecta a la economía de este municipio, donde sus habitantes se han trasladado a los núcleos industriales próximos como Onda o Ribesalbes.

Espadilla ha experimentado cierto auge del turismo rural con la puesta en marcha de un plan estratégico que pone en valor su patrimonio natural y sus monumentos como el Castillo de Espadilla declarado Bien de Interés Cultural. Mediante actuaciones como la apertura de dos casas rurales, se ha generado cierta actividad turística, un aumento de visitantes atraídos por su entorno natural y por estar integrado además en el itinerario turístico cultural del Camino del Cid Campeador.

SAGANTA

El pueblo, recuerdos de su pasado musulmán, y su patrimonio cultural

Situado en la ladera de la Peña Saganta, el casco urbano del municipio mantiene un aspecto del legado musulmán, originado por la permanencia de los árabes durante siglos. A unos 300 metros de altitud, el plano urbano está dibujado por estrechas y sinuosas calles con pronunciadas pendientes, un trazado en laberinto que le confieren un aspecto rural, con sus casas de paredes encaladas y callejero empedrado.

Intercalados en este entramado urbano se encuentran monumentos de gran interés como la Iglesia parroquial dedicada a San Juan Bautista del siglo XVIII. Un monumento de estilo corintio recientemente restaurado formado por tres naves y un típico campanario barroco valenciano. En el callejón lateral, se observa en una de sus fachadas un reloj de sol con la inscripción AИO de I799 y las cifras en números árabes. En la misma plaza de la Iglesia se halla una de las construcciones más antiguas del municipio, la Casa Abadía. Un edificio rehabilitado de estilo gótico del siglo XVII de dos plantas, hoy sede del Ayuntamiento. Destacan también otros monumentos como la Ermita del Calvario; la Ermita de San Roque del siglo XVIII compuesta de una sola nave y con un pórtico con tres arcos de medio punto en cada uno de los lados; y el lavadero municipal recientemente restaurado gran interés etnológico.

Destaca además el Jardín Botánico, un espacio privilegiado formado por diferentes sectores señalizados que contienen árboles y arbustos autóctonos, un estanque natural, una zona frondosa y zona de cactus. Este enclave forma parte también de una ruta señalizada que recorre el paisaje rural de los alrededores de la población hasta llegar al principal monumento histórico de la localidad, el Castillo de Espadilla. Una fortaleza de origen islámico, asentada en lo alto de la Peña Saganta, que le proporcionaba una posición estratégica para dominar este territorio. El castillo fue construido en mampostería, de planta irregular y del que hoy solamente pueden apreciarse algunos lienzos de la muralla y parte de su torre principal. Un lugar que despierta gran interés turístico por su dimensión histórica y simbólica, y por ser un excelente mirador paisajístico.

El término municipal de Espadilla despierta también un gran interés por su patrimonio arqueológico donde se han localizado más de una decena áreas arqueológicas entre las que destaca el yacimiento arqueológico del Llano descubierto en el año 1985. Se trata del primer yacimiento romano que ha podido ser estudiado en la comarca del Alto Mijares.