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Torrechiva es un municipio perteneciente a la comarca castellonense del Alto Mijares. Su extensión alcanza los 11,85 km2 y sus términos limítrofes son al Norte, Ludiente; al Este, Toga; al Sur, Espadilla y Fuentes de Ayódar; y al Oeste, Cirat. Su núcleo urbano, situado a 339 m.s.n.m., está ubicado en la margen izquierda del río Mijares, en su tramo medio. La carretera CV-20 es la única infraestructura viaria que actúa de arteria vial que une los municipios castellonenses bañados por el Mijares.

Un medio físico quebrado, una densa historia

La orografía es muy accidentada, a consecuencia de los relieves ibéricos, de dirección NO-SE. Al norte del río Mijares se sitúa la sierra del Cabezo, y por el flanco meridional penetran las últimas estribaciones de la Sierra de Espadán. La potente erosión del río Mijares ha generado profundos desfiladeros y un valle estrecho. En los alrededores del casco urbano el valle se ensancha ligeramente, lo que permite la presencia de algunos huertos. Al norte del río las principales elevaciones son el pico del Almayud (813 m) y el Morro Negre (757 m), mientras que al sur del cauce se sitúan El Rodeo (756 m), el Alto del Olmo (740 m) y Peñablanca (686 m). El clima es templado con veranos secos; la temperatura media de enero es de 8°C, y la de agosto, 23°C. Las precipitaciones oscilan en torno a los 500 m anuales, aunque existe una gran irregularidad interanual. Las precipitaciones más abundantes se producen en otoño. Nos encontramos en el dominio climático mediterráneo con algunas influencias de la altitud.

Los vestigios más antiguos de poblamiento en el término los encontramos en el poblado íbero de Las Hoyas. También se han localizado materiales del mismo periodo en Las Viñas y en el Corral de Peras. Torrechiva es una población de origen árabe que ya existía en la época del último rey almohade Zeit Abú Zeit. Después de la conquista cristiana de Jaume I en el siglo XIII se incorporó a la baronía de Arenós, aunque continuó su poblamiento morisco. Posteriormente fue cedida a la familia Chiva, cuyo apellido permanece en la denominación de esta población.

Poza en el río Mijares Ianire Galiano

El topónimo Torrechiva proviene de la Torre de Torrechiva, situada en la calle San Antonio, y de los Chiva, que fueron los señores de esta población. Esta torre data del siglo XIII; pudo ser parte de una alquería musulmana, que servía de vigía del estrecho que forma el río Mijares. Es el origen de la población actual. Después de pertenecer a los Chiva pasó a la Casa Ducal de Villahermosa. Siguió habitado por musulmanes, hasta 1609, cuando se procedió a la expulsión de los moriscos. Entonces tenía 5 familias.

El vaivén demográfico desde el siglo XVII

La repoblación fue lenta, ya que en 1646 contaba con 16 hogares y sólo se incrementó notablemente la población a partir de la segunda mitad del siglo XVIII. En 1794 contaba con 225 habitantes y en 1860 había 527. Durante el siglo XIX estuvo ocupada en su mayor parte por tropas carlistas.

El siglo XX, como en otros tantos pueblos del entorno geográfico del Alto Mijares, ha supuesto una pérdida demográfica continua. En 1900 contaba con 434 habitantes, 377 en 1930 y 216 en 1960. En las décadas de los 60 y 70 se aceleró, pues en 1981 sólo había censados 81 habitantes. Desde entonces la despoblación se ha frenado, con ligeros aumentos en algunas anualidades. En 1991 contaba con 62 habitantes y en 2011 había 102. Este ligero incremento se ha producido en las últimas décadas por el retorno de algunos emigrantes jubilados. En la actualidad la densidad demográfica es de 6,25 hab/km2 y la población en 2019 alcanza los 81 habitantes. El proceso de envejecimiento es evidente.

Una economía rural

La economía tradicional de Torrechiva se ha basado en la agricultura de secano. Sin embargo, la emigración sufrida a lo largo del siglo XX ha supuesto una regresión considerable de la superficie agraria. En la actualidad sólo permanecen 96 hectáreas cultivadas, de las 600 que existían en 1960. En secano se cultivan 88 Ha, entre las que destacan 70 Ha de algarrobos. También se cultivan unas 13 Ha de almendros y otras 4 Ha de olivar. Los secanos se asientan sobre los aterrazamientos ubicados en el sistema de abancalamiento característico de la montaña mediterránea. Los cultivos de regadío se localizan en las terrazas fluviales del río Mijares. Se abastecen mediante la Acequia Madre de Torrechiva, que circula por la margen izquierda del río, y por la Acequia del Otro Lado, que discurre por la margen derecha. Alumbran las partidas de Las Quinchas, La Huerta de la Otra Parte, La Huerta de Calvo y la Huerta Baja. Muchas de las parcelas están abandonadas. Los cítricos son los principales cultivos de regadío, apenas 3 Ha plantadas de naranjo y otras 2 Ha de mandarinos. También se cultivan patatas, tomates y alfalfa.

La torre de Torrechiva

Un patrimonio cultural y natural atractivo

El núcleo urbano de Torrechiva mantiene una trama medieval islámica, caracterizada por calles sinuosas y estrechas, adaptadas a la topografía del terreno. Las principales edificaciones son la Torre de Torrechiva y la Iglesia Parroquial de San Roque. La primera constituye los últimos restos del pequeño castillo existente en época árabe, construido en el siglo XI. Este torreón es de planta circular y en la actualidad está adosado a la estructura urbana, con viviendas a ambos lados. Aunque muy modificada, es de propiedad particular y se encuentra habitada. Fue restaurada en el siglo XX. Ha sido declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Está construida con mampostería compuesta por cantos rodados unidos con argamasa.

La iglesia Parroquial de San Roque data del siglo XVIII y está ubicada en la Plaza de la Iglesia. Está declarada como Bien de Relevancia Local (BRL). Su estilo es barraco y dispone de una única nave, que cuenta con una torre campanario. Dispone de varias capillas laterales y un crucero. Anejas al templo existen varias dependencias.

Las características orográficas, climáticas y naturales hacen que Torrechiva sea un magnífico enclave, con unas condiciones medioambientales privilegiadas. La presencia del río Mijares y la calidad de sus ecosistemas forestales supone la existencia de varias figuras de protección. Forma parte del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Curs Alt del Riu Millars, ya que este cauce fluvial posee parajes como la Ronda Mijares, Los Rosales, Las Arenas, El Rincón y los Tajos. También forma parte de la Zona de Especial Conservación de las Aves (ZEPA) de la Serra d’Espadà, en la que tienen especial importancia las rapaces rupícolas. El término también forma parte de los Paisajes de Relevancia Regional del Alto Mijares y de la Serra d’Espadà.

Además de las rutas senderistas que recorren el municipio, por ejemplo el GR-333 y la ruta de las pozas del Mijares, la escalada es una de las principales actividades en espacios naturales que pueden realizarse en Torrechiva. Cuenta con varios espacios de escalada. Destacan el Psicobloc, un área creada junto a una poza del río Mijares, y la del Paraje Natural de Peñas Altas, situada entre Torrechiva y El Tormo, una aldea de Cirat. Otras áreas son la del Zócalo (dificultad baja) y la del Altico (dificultad alta).