Efectivamente, así podríamos denominar a esta población de la comarca de La Serranía. El blanco caserío bajo las imponentes murallas de su castillo, la visión del pueblo rodeado de barrancos y muelas, sus bosques, su huerta… forman un conjunto paisajístico que proporcionan una singular belleza al territorio de Chulilla, municipio de La Serranía. A Chulilla podemos considerarla, la ‘bella serrana’. Para llegar a este pueblo del interior valenciano nos servimos de la CV-35, hoy convertida en autovía entre València y el Llano del Villar, y de la CV-395 o la CV-394.

Chulilla, diversidad de relieves

Su término, de unos 63 km2, se caracteriza por ser accidentado, dividido en sectores diferenciados: en el noreste predomina el llano cuaternario del Villar, los sectores occidental y meridional destacan por un relieve abrupto que es atravesado por el río Turia, que discurre encajonado a través de un espectacular desfiladero; y el sector central, en donde el valle fluvial se ensancha, razón por la cual se encuentra el pueblo y el barrio de la Ermita. Las elevaciones más destacadas son La Pedriza (628 m.), Corvachos (628 m.), la Punta (560 m.), la Muela (513 m), Cerro Gordo (476 m.) y la montaña del Castillo (404 m.).

Chulilla, como otros municipios del entorno próximo, destaca por la masa forestal de pino y carrasca, si bien ha sido afectada por terribles incendios como los de 1994 y el más reciente de 2012. Es por ello que encontramos un destacado sector de monte bajo. El río Turia recibe entre otros el barranco de Tabairas, y el río Sot, por la margen derecha; en ellos es habitual el desarrollo del bosque de ribera.

Detalle del pueblo de Chulilla. |

Chulilla, despoblamiento y economía

La población de Chulilla ha experimentado un retroceso significativo en las últimas décadas, como ha acontecido en los pueblos de La Serranía. Los chulillanos y las chulillanas experimentaron un cierto crecimiento entre mediados del siglo XVIII y mediados del siglo XX, de 400 habitantes a unos 1.200. Sin embargo, el éxodo rural implantado al menos desde el período del desarrollismo de las décadas siguientes y los actuales procesos socioeconómicos han derivado en un retroceso poblacional. En 1960 había 1.152 habitantes; en 1991, 681; y en 2020, 662.

Las actividades económicas desarrolladas en Chulilla están condicionadas por la actividad agropecuaria y el turismo. La agricultura de secano está conformada por los cultivos del olivo, la viña, y en menor medida, el algarrobo y el almendro. Su huerta, localizada en el valle del Turia, cuando deja de estar encajado, ha sido productora tradicional de hortalizas y frutales de hueso. Varios sistemas de acequias permiten la irrigación, como las acequias de Maté, o la del Plano Mira. La cooperativa agrícola de Santa Bárbara elabora aceite y vino.

El turismo es una actividad que ha tenido su significado en décadas pasadas, pues estuvo en funcionamiento el hotel balneario entre 1983 y 2013. Una tradición que se ha traducido en una incipiente economía turística basada en apartamentos turísticos, casas rurales y establecimientos de restauración con excelentes propuestas gastronómicas locales. El turismo de Chulilla se basa en la riqueza de su patrimonio natural y cultural.

El patrimonio cultural de Chulilla

Son numerosos los recursos turísticos que hallamos en este municipio como consecuencia de su historia. En la Falfiguera hay pintura rupestre del Arte Levantino, datadas entre el cuarto y el tercer milenio a.C. Forman parte del importante conjunto de las denominadas pinturas del Arco Mediterráneo que han sido reconocidas como Patrimonio de la Humanidad. En el barranco de Tabaira se hallan restos de enterramientos de la Edad del Bronce. De la cultura ibérica hay identificados diversos poblados, como el de la loma del Castillo, también en el Castellar, o en el pico de los Serranos, entre otros. Algunos de estos hábitats desaparecieron durante la romanización, pero otros se mantuvieron habitados durante ese período, como el del Castillo. De la etapa romana existe también una población diseminada junto a las tierras de labor, de las cuales se han encontrado restos como cerámicas y tejas. A finales del siglo XVIII el botánico Cavanilles observó diversas conducciones de agua de probable origen romano entre Gestalgar y Chulilla. El origen del topónimo de Chulilla probablemente sea latino, pues procedería de «Iulella», a su vez del nombre latino «Iulius». Tal vez el propietario de la villa romana que con el tiempo se convertiría en el núcleo de población actual.

Vega del Túria.  | FOTO ESTEPA

Vega del Túria. | FOTO ESTEPA POR JOSEP MONTESINOS, Jorge Hermosilla. Departament de Geografia, Universitat de València.

Las magníficas murallas de su castillo coronan el pueblo, que se extiende entre esta elevación y la Muela. Su origen es andalusí. Perteneció a la taifa de Valencia, su rey Abu-zeit lo donó al obispado de Segorbe (1236), pero posteriormente Jaume I lo cedió a Pere Scribe. En 1272 pasó al obispo de Valencia, Andreu Albalat. Se constituyó una jurisdicción territorial, la baronía de Chulilla, que abarcaba además de la población, las de Villar y Losa. El castillo fue prisión eclesiástica. En 1340 se le concede Carta Puebla.

La Iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles es del siglo XVIII, restaurada a principios del siglo XX. También se conserva la Ermita de Santa Bárbara en las afueras de la población, de estilo gótico, de 1364 y restaurada en 1730.

El pueblo de Chulilla posee un especial atractivo, tanto por su paisaje urbano como por su ubicación. El paseo por sus calles es una experiencia obligada para el visitante. Calles estrechas, en pendiente, en un conjunto abigarrado de edificaciones con fachadas blancas y de profundo carácter serrano. Solo en la parte baja del pueblo, donde se asienta el Ayuntamiento, es un sector llano.

Senderismo en Chulilla.  | FOTO  JGH JGH J

Senderismo en Chulilla. | FOTO JGH JGH J POR JOSEP MONTESINOS, Jorge Hermosilla. Departament de Geografia, Universitat de València.

Entorno natural y paisajístico de Chulilla

Chulilla es un pueblo para conocer y disfrutar. Un territorio privilegiado con variedad paisajística, como es el caso de los desfiladeros del Turia, los relieves tabulares que circundan el pueblo, o el paisaje de huerta tradicional que se encuentra a sus pies. Paisajes que son accesibles mediante diversas rutas de senderismo. Destacan: la Ruta de los Pantaneros, un camino que los constructores del pantano de Loriguilla recorrían entre el pueblo y la presa; los Puentes Colgantes y la Ruta de los Calderones, con el Charco Azul como lugar atractivo; o el paraje del balneario de Chulilla.

Chulilla paso a paso

PASO A PASO

1 El Charco Azul.

2 Mirador de las Cuevas.

3 Plaza de la Baronía.

4 Ayuntamiento de Chulilla

5 Plaza de la Iglesia.

6 Iglesia Parroquial.

7 Ermita de San José.

8 Mirador de la Peñeta.

9 Castillo.

10 Mirador de las Cuevas - Mirador de la Peñeta

11 NªSra. de los Ángeles-Ermita de San José

12 Visita al Castillo