Bellús, municipio de la comarca de la Vall d´Albaida, apenas a 11 kilómetros de la capital de la Costera, Xàtiva, se localiza en el sector de menos altitud de la Vall, a 137 m.s.n.m. Se trata de un pequeño pueblo, de apenas 300 habitantes, que se extiende por unas 966 hectáreas, no alcanza los 10 kilómetros cuadrados.
Tradicionalmente Bellús era reconocido como el municipio junto al paso natural del Estret de les Aigües, en plena Serra Grossa, que permitía el contracto entre las comarcas de la Costera y de la Vall d´Albaida. De hecho, la carretera construida entre 1870 y 1885 (N-340) que discurre por el Estret, fue el eje de comunicación norte-sur fundamental durante décadas, hoy sustituido por la autovía del interior. En la actualidad, desde 1996, Bellús es conocido por el pantano levantado en el río Albaida, y que adopta la denominación del propio pueblo.
Bellús tiene su origen en una antigua alquería musulmana, que después pasó a la jurisdicción del señorío de los Bellvís de Bèlgida. En 1522 en las postrimerías del enfrentamiento de Les Germaníes, hubo una gran batalla, que supuso la derrota de los “agermanats”. Sufrió la expulsión de los moriscos, en 1609, y su Carta Puebla, de 1611, permitió la llegada de nuevos pobladores, que se instalaron en el entorno del barrio de la iglesia parroquial, en total unas 24 casas.
Una topografía variada y una dilatada historia
El territorio de los “bellusers” se caracteriza por su variedad, pese a su limitada extensión. Hallamos un sector dominado por el valle del río Albaida, y su tributario, el barranco del Salido, en la parte meridional del término, y un sector montañoso, parte de la Serra Grossa, en donde se alza el Altet del Paller (393 m).
En este sector se encuentra el paraje de L´Estret de les Aigües, a 108 m., que destaca por su belleza paisajística. Por dicho estrecho natural el río Albaida atraviesa la Serra Grossa. Se trata de un lugar históricamente ocupado por el ser humano: el hombre del Neanderthal habitó estos parajes como se ha demostrado en la Cova Negra de Xàtiva, y la Cova de la Petxina, de Bellús, del Paleolítico Medio. Destacan además las pinturas rupestres en el Abric Gran de la Petxina. El topónimo de Bellús es de origen árabe, y hace referencia al “lugar por donde se evacúan las aguas”: L´Estret, en la Serra Grossa, permitía precisamente la evacuación de las aguas de buena parte de los ríos de la Vall d´Albaida (Albaida y su afluente el Clariano, entre otros).
En Bellús se localizan restos de poblados del Bronce, el Tossal del Caldero, y el Tossal Redó; yacimientos ibéricos de Les Fanecades, y romanos en L´Escaleta y el Baladret.
El pantano de Bellús, la referencia
paisajística
Bellús se localiza entre varios municipios: al este, Benigànim, al sur, Guadaséquies, al oeste, L´Olleria y el enclave setabense de La Garrofera, y al norte, Xàtiva. En las proximidades del pueblo se encuentra el embalse de Bellús, levantado en el cauce del río Albaida en los años noventa del siglo pasado, finalizaron las obras en 1996. Tiene una capacidad de 70 hectómetros cúbicos y un área inundable de unas 1.200 hectáreas. La presa se sirve de seis compuertas de coronación, que permiten regular el caudal del río Albaida especialmente en escenarios de lluvias torrenciales y riesgos de inundación aguas abajo. Su construcción supuso una transformación del paisaje del entorno, y la desaparición de parte de su huerta tradicional, regada con la Séquia Comuna dels Quatre Pobles.
Bellús, entre la despoblación y su riqueza patrimonial
Como otras poblaciones de la comarca de la Vall y de otros territorios del interior valenciano, Bellús se enfrenta a los problemas generados por la despoblación. Nunca ha superado los 450 habitantes. En 1900 había 325 bellusers, en 1960, 422, en 1981, 407, y en 2001, 405. Sin embargo, en la actualidad, son 314 (2018). Es decir, en las últimas décadas, ha perdido una cuarta parte de su población.
La economía de Bellús es tradicional, con una agricultura limitada basada en el cultivo del olivo (unas 100 hectáreas), la construcción, los servicios y la industria de municipios próximos. En Bellús se cultivaba arroz, como recogió el naturalista Cavanilles a finales del siglo XVIII; generaba problemas de salubridad. Durante varias décadas funcionó un balneario, inaugurado por el marqués de Bèlgida en el siglo XVIII y fue cerrado en 1976. En él trabajaban varias familias del pueblo. El Balneario de Bellús tuvo su origen en la fuente de Alfama, de aguas bicarbonatadas calientes, cuyos baños eran terapéuticos. Fue lugar de afluencia periódica de vecinos de las comarcas próximas (setabenses, alcoyanos…), incluso de Valencia capital.
El pueblo de Bellús se halla flanqueado por elementos naturales, el río Albaida (este) y el barranco del Salido (norte), y por elementos antrópicos, la carretera N-340 (oeste) y el pantano (sur). Entre sus edificios más significativos hallamos la Iglesia de Santa Anna, finalizada en el siglo XVIII, y la Torre-Palacio de los Bellvís (siglos XIV-XVII), ambos Bienes de Relevancia Local. También son BRL la Ermita del Cristo de la Buena Muerte, al este del pueblo, y la nevera del Balneario, ya desaparecida.
En el término municipal destaca dos Bienes de Interés Cultural, el Canal de Bellús, en dirección a Xàtiva, un referente obligado de la arquitectura hidráulica, y la Cova Gran de la Petxina, testimonio del arte rupestre levantino.
El turismo, una alternativa
El senderismo constituye un excelente recurso para potenciar el turismo de dicho municipio y su entorno. El río Albaida es un excelente reclamo: el curso medio del río Albaida es reconocido como Lugar de Interés Comunitario (LIC), que abarca unas 863 hectáreas de una docena de pueblos de la Vall d´Albaida. Sobresale la Ruta de L´Estret de les Aigües. Se trata de una excelente ruta de paseo entre el pueblo y las interioridades de la Serra Grossa, por dicho estrecho natural. Surcado por el río Albaida, es un paraje de gran valor natural y patrimonial hidráulico. Hallamos molinos del Mal Any y de Guarner; la Cova de la Petxina; antiguos artilugios hidráulicos, etc.
