Es un municipio de 737 habitantes (2021) situado en La Vall de Penáguila, a 529 metros de altitud, y a unos 10 kilómetros al este de la ciudad de AlcoI. El topónimo procede del árabe Bani Lúbba, y hace referencia a una tribu o linaje muy frecuente en Xarq al-Andalus (Valencia) durante la etapa musulmana que probablemente descendiera de cristianos (latín Luppus) conversos al islam. Los restos más antiguos encontrados son un posible silo neolítico en la avinguda de la Diputació y otros de la misma época en el Mas de Barrachina o Mas Nou, donde también había restos de cerámicas del Bronce y de antiguos pobladores Íberos.

Historia y parajes

Su término municipal tiene 9’54 km2 de extensión y limita al norte con el de Gorga, sirviéndole de divisoria el cauce del río Seta; al este y sur con el de Penáguila y al oeste con el de Cocentaina. La mayor parte de su término ocupa el fondo de una gran hoya que delimitan las sierras de Penáguila al sur, Serrella al este y Serreta (de Alcoi) al oeste. En su demarcación las mayores alturas corresponden a lomas interfluviales como las de la Condomina (665 metros), la Pedrera (631 metros) junto a la carretera de Benifallim, els Tossals (615 metros) en las cercanías de Penella (Cocentaina) y las llamadas Penyes del Salt (569 metros) situadas a un kilómetro el norte del pueblo. Benilloba está emplazada junto al río Frainós, entre la Serreta de Alcoy y la Serrella en la carretera que comunica con Callosa d’en Sarriá.

Benilloba, vista general. Rodolfo Ferrer.

En su término municipal se encuentra los parajes del Salto, La Cruceta, los Estanques del río Frainós, donde aparecen restos de un acueducto musulmán y de dos antiguos molinos de harina. Limita con los términos municipales de Cocentaina y Gorga en la comarca del Comtat de Cocentaina y Penáguila en la de la Hoya de Alcoi. Es territorio agreste, de acceso difícil, en el que predomina el secano y un micro regadío alrededor del pueblo. Cuando a fines del siglo XVIII la recorrió el botánico y geógrafo Cavanilles se hizo eco de lo abrupto del terreno, que obligaba a “rodeos indispensables para atravesar las lomas y barrancos de que se compone el término”.

Una evolución demográfica singular. La despoblación

En 1258 la alquería de Benilloba aparece citada en un documento como parte del término de Penáguila, con la diferencia de que los vecinos de Penáguila eran cristianos y los de Benilloba musulmanes. En 1316, pertenecía a Bernat de Cruïlles. Contaba con 330 familias de moriscos y unos 1.485 habitantes aproximadamente, previamente a su expulsión el año 1609. Se estima que salieron de dicho territorio casi un centenar de familias. Sometida al señorío del conde de Aranda, que otorgaron la segunda carta puebla en el año 1611, y que repoblaron el lugar con cristianos viejos llegando en 1646 a ocupar 67 casas. Esta repoblación señorial se hizo en condiciones muy duras para los nuevos habitantes, aunque a fines del siglo XVIII, cuando la visitó Cavanilles, había crecido sensiblemente y de los cien vecinos pasó a los más de 350. El señorío de Benilloba entró a formar parte del patrimonio de la casa condal de Revillagigedo en 1757.

Una de las calles de Benilloba. Rodolfo Ferrer

Su gran potencial agrícola y el trabajo a domicilio, tanto cardado como hilado para las fábricas de Alcoi (putting-out system), posibilitaron un fuerte crecimiento durante la segunda mitad del siglo XVIII y la mayor parte del XIX: 1.235 habitantes en 1787 y 1.392 en 1887. Le sucedió una fuerte regresión (1.541 habitantes en 1900 que pasó a 1.087 habitantes en 1910) provocada por la mecanización de la industria alcoyana, que implicaba la supresión del trabajo auxiliar en la zona rural y la emigración de la mano de obra industrial a la propia Alcoy. A partir de 1910 la población entró en una larga fase de estancamiento y regresión que ha durado hasta nuestros días: 1.144 h. en 1950, 1.023 h. en 1981, 903 h. en 2003 y 726 h. en 2020. Según los datos publicados por el INE procedentes del padrón municipal (2021) el 47% (347) de los habitantes empadronados en el municipio de Benilloba han nacido en dicho municipio, el 46% han inmigrado a Benilloba desde diferentes lugares de España, el 37% (273) desde otros municipios de la provincia de Alicante, el 2.7% (20) desde otras provincias de la Comunidad Valenciana. Por otra parte, el 6’51% (48) han inmigrado a Benilloba desde otros países: Reino Unido (15), Rumanía (7), Francia (5), Italia (2), Alemania (2), y también procedentes de países de América Latina y el Magreb.

Actividades económicas tradicionales

A grandes rasgos se trata de una depresión intermontana rellenada en su día por materiales miocénicos de textura arcillosa y muy erosionables sobre los que los cursos de agua, aquí abundantes, han excavado profundos cauces que dejan sobreelevadas algunas llanuras de gran fertilidad. Es por esta razón que la mayor parte del término ha estado intensamente cultivada hasta hace algunos años. La superficie cultivada ocupa unas 650 hectáreas (75% del término municipal); los olivos protagonizan el agro con más del 52% (340 hectáreas) y los frutales más del 21’5 % (174 hectáreas) especialmente melocotoneros y ciruelos. También destacan cultivos de cereal (67 hectáreas) y de almendros (140 hectáreas).

Ayuntamiento de Benilloba. Rodolfo Ferrer

La producción agrícola es comercializada a través de las cooperativas Vergé deis Dolors y Grup Serrella Scoop. Sin menospreciar su potencial agrícola, la economía de Benilloba gira también en torno a la industria y al comercio ambulante. La cercanía de Alcoi, facilitó la creación de fábricas textiles (algunas de ellas derivadas de antiguos molinos harineros), entre las que cabe destacar Mantas Carbonell, Benipunt e Hilados Raphael SA. La crisis económica, se hizo notar en esta actividad industrial a principios del siglo XX, y supuso en 2006 el cierre de la empresa más importante de la población, “Sucesores de Joaquín Herrero. S.L.”, después de 40 años de funcionamiento. En esta fábrica llegaron a trabajar hasta tres generaciones de una misma plantilla, e incluso constituyó un foco de atracción laboral para los pequeños pueblos del entorno. La caída de las ventas de género de punto, debido especialmente a la fuerte importación procedente de países asiáticos, aceleró la decisión de sus dueños de tramitar un expediente de extinción de contratos que afectó a la práctica totalidad de la plantilla. En relación a su oferta turística, destacan tres casas rurales con 29 plazas de alojamiento, 2 restaurantes y una empresa de turismo activo.

Benilloba, carrer de la Albereda. Rodolfo Ferrer

El patrimonio cultural. Recursos culturales y ambientales

Su casco urbano se extiende sobre un altozano en la margen derecha del río de Penáguila o Frainós, junto a la carretera comarcal de Alcoi a Altea (litoral) que salva el curso del río mediante un largo puente. La parte más antigua del pueblo se ordena siguiendo el eje principal de la calle Major, que conecta la calle d’Alacant con la plaza de l’Església, donde hallamos el ayuntamiento y la iglesia parroquial construida en el siglo XVIII.

El otro edificio más relevante es el antiguo Palacio Señorial, cuyos últimos titulares fueron los condes de Revillagigedo. Destacan también los retablos cerámicos con representación de santos, según la calle. En el término hay varias construcciones de campo como el Mas de lborra y el Mas del Tossal, a los que hay que añadir la Venta de Falcó junto a la carretera de Cocentaina. Mención especial merece el paraje del Salt, a poco más de un kilómetro al norte del pueblo, donde el río Penáguila se encaja sobre un profundo y estrecho cañón que salva un puente histórico de un solo ojo antes de caer luego por una cascada de 20 metros de caída, en cuyo pie se encuentran las ruinas de una antiguo molino (Molí del Salt), que se reconvirtió en central hidroeléctrica o fábrica de luz. El ayuntamiento dispone de varias rutas temáticas, fáciles de realizar, como la del Molí del Salt, el Barranc de Cuixot, y rutas que permiten aproximarnos a otras poblaciones, como es el caso de Penáguila.

Benilloba, detalle de la portada de Iglesia Parroquial S. Joaquim. Rodolfo Ferrer

Celebra sus fiestas patronales a Sant Joaquim en agosto, con desfiles de Moros y Cristianos. En septiembre hay una semana de fiestas con danzas típicas de la comarca. El patrimonio oficial de Benilloba se divide en BIC y BRL. El BIC del Escudo de los Barriga, bien Inmueble adscrito a la arquitectura civil. Los BRL son: Iglesia Parroquial de la Natividad de Nuestra Señora, el Molí o Central Hidroelèctrica del Salt, Retaule Ceràmic de Sant Miquel Arcàngel, Retaule Ceràmic de Santiago Apòstol, Retaule Ceràmic de Santo Tomás de Villanueva.