Teresa es un municipio del Alto Palancia, localizado en el valle del río Palancia, aguas abajo de Bejís. Se accede a la población mediante la carretera CV-235, una variante de la autovía A-23, y de la N-234. Su altitud, a más de 600 msnm, es indicativa del condicionamiento geográfico, así como su ubicación, a las orillas del río.

Con menos de 250 habitantes y una superficie de 8,6 km2, este municipio castellonense se encuentra entre los términos de Torás y Viver, al norte; Jérica y Viver, al este; Sacañet y Jérica, al sur; y con Torás y Bejís, al oeste.

Río Palancia en Teresa. Miguel Lorenzo

El río Palancia es el elemento geográfico que proporciona unidad territorial a estos municipios, el cual recoge las aguas de varios manantiales y barrancos del entorno, como los barrancos del Franco y del Regajo, por la izquierda (norte), y los de Garra, Jalbe y Medilla, además de los de Pelayo, del Collado y Calderón, por la derecha (sur); estos tres últimos confluyen en el barranco del Arco. En este lugar se encuentra una singular formación pétrea, el Arco de la Solana.

Entre las fuentes destacan las del Batán, del Río, del Refugio del Alto de Pipa, de Contis, del Nano (agua potable del pueblo), Bailadora, Berro, Royo, Rabosera, Polla, Peral, Terrero, etc.

La erosión diferencial de estos barrancos, así como los movimientos tectónicos que dieron lugar a las alineaciones del entorno del Sistema Ibérico (orientación NW-SE), han permitido resaltar las elevaciones montañosas de Teresa, con altitudes que oscilan entre los 700 msnm y los 870 msnm: Altos de Pistola, el Alto de Colas, el de Palanca, el Macizo del Cerro Gordo, y el Alto de Ramos y Franco.

Reseñas históricas y evolución demográfica

Los restos más antiguos datan del Bronce, concretamente poblados en la Peña de la Dueña y la Peña Bruñil, con restos ibéricos; y los restos de las cuevas de la Guarañila, de los Moros y del barranco de Jalbe. Del mismo modo se han hallado restos ibéricos en el Alto del Losar y la Sola del Arco, y restos romanos en el Collado de Fontcuberta.

El Arco. Miguel Lorenzo

Teresa, como las poblaciones del entorno, es de origen árabe. En el siglo XV perteneció al señorío de la Orden Militar Calatrava. Fue una aldea de Bejís. En el siglo XIX, cuando Teresa se independizó de Bejís, tenía unos 700 habitantes.

Los restos más antiguos datan del Bronce, concretamente poblados en la Peña de la Dueña y la Peña Bruñil, con restos ibéricos.

Hoy, en Teresa reside una cuarta parte de la población de principios del siglo XX. La evolución demográfica desde entonces se ha caracterizado por un continuo y prolongado éxodo rural, de manera que hoy la despoblación es una condición de la escena social del pueblo. Había 1.052 habitantes en 1900, 981 en 1910; y 1.015 en 1920. Las décadas siguientes fueron de pérdidas continuas, de manera que residían 818 en 1940, 898 en 1950; 640 en 1970, y 369 en 1991. Las últimas décadas, como acontece en numerosos pueblos de la comarca del Alto Palancia, las pérdidas de población se han atenuado, en particular porque hay menos efectivos demográficos dispuestos a emigrar, los jóvenes. Residían 345 habitantes en 2000, 284 en 2011, y 245 en 2021. Sin embargo, el balance negativo persiste.

Ayuntamiento de Teresa. Miguel Lorenzo

Agua y agricultura tradicional

En la composición de las tierras de cultivo, en Teresa hallamos unas 40 hectáreas de regadío, concretamente en la huerta tradicional (15 ha de olivar). Ha ido reduciéndose la superficie cultivada como consecuencia del éxodo rural. En el secano hay 150 hectáreas, siendo el almendro el más extendido (105 ha) seguido del olivo (40 ha). Indicaba el Botánico Cavanilles a finales del siglo XVIII: “el rio hace por allí mil revueltas para poder continuar su curso, y salir de aquel como laberinto de montes (…), las huertas de Teresa continúan por las riberas del río hasta unirse casi con las del Bexís.” Las huertas en producción constituían un elemento singular del paisaje de Teresa y de pueblos de su entorno. La huerta de Teresa ocupaba unas 140 hectáreas.

La evolución demográfica desde entonces se ha caracterizado por un continuo y prolongado éxodo rural.

El agua del Palancia se ha utilizado tradicionalmente. Había una Fábrica de Luz en la confluencia del barranco del Arco con el río Palancia, cuyas aguas además nutría a la huerta de Teresa, gestionada por la Comunidad de Regantes de San Isidro Labrador. Cuatro azudes y sus respectivas acequias madre, han irrigado la huerta teresiana: de la Dehesa, del Lugar, Pequeña y de la Umbría.

Río Palancia. Miguel Lorenzo

Además de regar y producir electricidad (luz), el agua del Palancia permitió el funcionamiento de cuatro molinos. Nos referimos al molino de Barbos, localizado en las proximidades de Ventas de Bejís, y utilizado por los vecinos de esas poblaciones; el molino de Pernales, el molino del Batán, relacionado con las explotaciones ovinas de entonces, y el molino de Pastor.

Patrimonio cultural, atractivos turísticos

Cuando se visita Teresa llama la atención algunos elementos de su patrimonio, pero especialmente sus paisajes, muchos de ellos relacionados con el agua. El puente de la Palanca, sobre el río Palancia, es un elemento de valor vial e importancia arquitectónica.

Del pueblo destaca su paisaje de corte tradicional, y en él hallamos la iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, de orden corintio, la plaza de la Iglesia y el callejero urbano, con un trazado estrecho y en cuesta.

Teresa cuenta con una oferta de rutas muy interesante, que permite conocer sus valiosos paisajes, y recorrer su término mediante la red de caminos históricos y sendas. Con reconocimiento “oficial” hallamos el Sendero PR CV-467, que es un recorrido por el suroeste del término, de unos 12 km, y permite disfrutar de varios paisajes y elementos del agua, como molinos y fábrica de luz, o el paraje del Arco.

Vista del pueblo. Miguel Lorenzo

El PR CV-63.2, Paisajes junto al Río Palancia, permite recorrer tramos de interés a la vez que contactan con poblaciones próximas. El tramo de Viver era frecuentado por los vecinos para la molturación de cereales; el tramo a las Ventas de Bejís, que permite contemplar la Fábrica de Luz, a orillas del Palancia; el tramo de Sacañet a Teresa, camino tradicional utilizado por las caballerías para el transporte de productos entre ambos pueblos; y el de Teresa a Torás.

El PR CV-80, entre Teresa y las Ventas de Bejís, es un recorrido de 4,5 km, que remonta el río Palancia, entre los parajes de la Solana del Lugar, el Alto del Patorro y Cerro Molino. Una ruta fácil, ideal para familias.

La Ruta Senda del Río, entre el Batán y la Fábrica de Luz, de apenas 3 km, permite realizar un recorrido vinculado con el Palancia y varios de sus artilugios hidráulicos. Es fácil de transitar, y de identificar: parte del área recreativa de la fuente del Batán.

Hay una ruta que permite acceder a las Trincheras de la Línea XYZ, concretamente en el sector sureste, en las partidas de Peña Roya y en la Colada de la Loma. Está bien indicada y es de gran interés para los interesados en la historia reciente de Teresa.

Finalmente, para los seguidores de tradiciones, encontramos en Teresa la Ruta de la Romería a la Cueva Santa. Se trata de una romería que se programa el segundo sábado del mes de mayo, y la salida se realiza en la Plaza de la Iglesia a las 6 de la mañana; el recorrido es de 12 km, dirección sureste, hasta alcanzar la Fuente de la Perdiz, y el Santuario de la Cueva Santa.

Mapa de Teresa. L-EMV