Beniardà, en la cola del pantano de Guadalest

Panoramica de Beniarda y entorno / RodolfoFerrer
Teresa Andreu
Cavanilles, A. J. (1797): Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia.
“A pesar de diferencias notables todo se cultiva, quando la naturaleza no pone obstáculos insuperables: habialos al parecer tales en las cuestas rápidas y descarnadas de Serrella, pero los del valle han hecho ver su industria y aplicacion reduciéndolas á cultivo casi hasta la cresta, (…) Que deleyte causa ver un suelo, reputado esteril, reducido á cultivo y cubierto de viñas, que en graderías baxan”.
Pascual Madoz (1846): Diccionario geográfico, estadístico, histórico de España y sus posesiones de Ultramar.
“Lugar con ayuntamiento en la provincia de Alicante..., situado en un llano, en medio de dos barrancos, combatido principalmente por los vientos Este y Sur: el clima es templado y muy saludable. Tiene 254 casas, la de ayuntamiento, en cuyo piso bajo está la cárcel; escuela de primeras letras, dotada con 1,500 reales frecuentada por 22 niños; otra sin dotación, á la que asisten 26 niñas, y una parroquia dedicada á San Juan Bautista...».
Municipio alicantino, en el interior de la Marina Baixa, ubicado en la Vall de Guadalest, en las proximidades del pantano de Guadalest. Se localiza a unos 464 msnm, se extiende por unos 15,3 km2, y en él habitan unos 200 habitantes. La CV-757 une el pueblo con la carretera CV-70, de Benidorm a Alcoi.
Limita al Norte con Castell de Castells y Famorca; al Este, con Benimantell; al Sur, con Benifato; y al Oeste, con Confrides.
El origen de Beniardà es árabe, pues fue una alquería musulmana, Benerida, que se hallaba bajo la jurisdicción del castillo cristiano de Guadalest (mediados del siglo XIII). En el siglo XV Beniardà formaba parte de un territorio de varias poblaciones musulmanas, como Beniassim, Beniqueis o Benialet, cuyos vecinos fueron expulsados en 1609. Desde entonces, tras la expulsión morisca, sólo se repobló Beniardà. Fue creciendo su población desde entonces, hasta el millar de efectivos a mediados del siglo XIX. Beniardà formó parte del Marquesado de Guadalest, junto a las poblaciones de Benifato, Benimantell y la propia Guadalest.
El término de Beniardà es montañoso, accidentado, bajo el dominio de La Serrella (1.361 msnm), alineación montañosa que se alza por el norte, con formas escarpadas. Su orientación, de NO-SE, contrasta con la alineación general del dominio del Sistema Bético, de SO-NE. En la prolongación oriental se alza la serra de L´Aixortà, y la Penya Foradada, de 1.050 msnm. En el sector noriental hallamos la serra del Carrascar (1.184 msnm) y el Port de Confrides, paso natural que discurre entre Alcoi y Callosa d´En Sarrià.

Plaza Modesto Juan / RodolfoFerrer
El río Beniardà discurre de oeste a este por el sur. Los principales barrancos se localizan en el sector sureste del término, y configuran la cabecera del río Guadalest. Nos referimos a los cursos de Les Coves, Favara, Beniardà o Les Mates.
Agricultura mediterránea: el olivo
A finales del siglo XVIII Cavanilles apuntaba que en cada pueblo del valle tenía su propia fuente, circunstancia que permitía un espacio de riego con agua de gestión común que permitía el cultivo de “numerosas producciones, exceptuado el arroz”. En la actualidad la agricultura se ha transformado. Parte de las tierras más fértiles fueron ocupadas por el embalse de Guadalest. Las tierras de cultivo se localizan en la parte meridional del término. Se cultivan unas 270 hectáreas, en las que predomina el olivo (210 hectáreas, de las cuales 50 en regadío). También se cultiva el almendro (50, de las cuales 15 en regadío), y el algarrobo (7). También se cultivan algunos frutales en el regadío, como el níspero, el limero o el manzano (15). Funciona una Cooperativa Almazara, la de Sant Joan, además de otros establecimientos que canalizan la producción agrícola del término. El aceite local es de gran calidad.

Embalse de Guadalest / RodolfoFerrer
La emigración y el pueblo
Desde el siglo XIX Beniardà ha sido lugar de éxodo rural. Las emigraciones hacia el norte de África, la agricultura argelina, y América, fueron los primeros destinos; a continuación, fue Francia, país habitual de destino de habitantes del interior de La Marina; y posteriormente los núcleos turísticos del litoral alicantino, más próximos.
La evolución demográfica así lo testimonia: en 1900 tenía 741 habitantes; en 1920, 556; 464 en 1950. En 1960 se hallaba por debajo de los 400 vecinos. En 1981 tenía 264, y en el 2000, 205. En la actualidad, 192. Durante las últimas décadas la población ha oscilado en torno a los 200 habitantes. El regreso de antiguos vecinos y la llegada de algunos extranjeros procedentes del litoral alicantino han contrarrestado parcialmente dicho éxodo. La población extranjera se aproxima al 15%, procedentes del Reino Unido y Alemania.
El pueblo se localiza próximo a la cola del pantano de Guadalest, en la margen derecha del río Beniardà. La trama urbana está estructurada en torno a un sector central, histórico, en el que hallamos el Carrer Major, la Plaza de la Constitución, o el Carrer de Rey Jaime I. Los principales viales del pueblo son el Carrer de La Torre, San Joan, o del Rosario, entre otros. Son habituales las rehabilitaciones de antiguas viviendas, utilizadas hoy como primeras o segundas residencias.

Carrer Major / Rodolfo Ferrer
En la Plaza de la Constitución hallamos el Ayuntamiento, y junto al Carrer Major se encuentra la Iglesia de San Juan Bautista. Es un templo del siglo XIII, de nave única, de forma rectangular, y con capillas laterales entres los contrafuertes. La nave central se cubre con bóveda de cañón, mientras que el crucero aparece con bóveda vaída, y las capillas laterales están cubiertas con cúpulas de planta circular. La fachada es de factura sencilla, un paño blanco desornamentado dominado por un arco de medio punto. Se trata de un tipo de construcción muy común en estos pueblos del interior de la Montaña Alicantina.
Las rutas y un atractivo particular, el pantanto
El pantano de Guadalest, construido entre 1953 y 1963, ocupa unas 90 hectáreas la lámina de agua, de las cuales unas 40 pertenecen al término de Beniardà. El embalse, que, como anécdota cuentan los lugareños, “nunca fue inaugurado”, abastece una zona de regadío de unas 3.000 hectáreas, de los términos municipales de Altea, Alfàs del Pi, Benidorm, Finestrat y La Vila Joiosa, y abastece de agua potable, en caso de necesidad, a Polop, La Nucia y Callosa d'En Sarrià. Este embalse y su entorno constituyen un territorio de atracción turística, en particular para aficionados al senderismo y al disfrute de la naturaleza. De hecho, encontramos varias rutas de senderismo oficiales que tienen al pantano como un referente paisajístico de primer nivel: destacan entre otros los PR-CV 18, 19 y 150, de fácil acceso desde Beniardà.

Ajuntament / Rodolfo Ferrer
Sobresale la ruta circular desde el pueblo hacia el embalse de Guadalest, de unos 10 km de recorrido y unas tres horas de duración. Apta para familias, es una apuesta segura para el disfrute de los paisajes forestales e hidráulicos de Beniardà.
Otros lugares de interés para visitar son la Penya Foradada (12 km, dificultad alta); la Mallà del Llop (9 km, dificultad media); L´Aixortà (más de 20 km, dificultad alta); o El Castellet (18 km, dificultad media).

Beniarda paso a paso
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