CAVANILLES, A. J. (1797): Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia
“La Sierra de Engarcerán se halla (…) en el centro de un término dilatado por lo comun inculto. Las cercanías, reducidas á cuestas y barancos, se destinan á granos, por no poder vivir en aquellas alturas destempladas olivos ni algarrobos. (…) Los campos forman graderías en aquellas cuestas, y es preciso levantar gruesas paredes para asegurar la poca tierra de sus áreas. (…) En las partes hondas y abrigadas hacia el mediodía tienen viñas y olivos”.
En la Sierra Engarcerán y parte de su entorno se halla este municipio, que comprende el núcleo homónimo, y varias entidades de población, aldeas y caseríos.
Sierra Engarcerán, La Serra d´En Galceran en valenciano, es un municipio de la Plana Alta, localizado en el extremo noroccidental de dicha comarca, junto con la Serratella.
Con una superficie de 82,9 km2, su término municipal se extiende por el espacio geográfico del relieve homónimo, la Sierra Engarcerán: se trata de una alineación montañosa de orientación suroeste-noreste que delimita los corredores interiores de la provincia de Castellón, los de Albocàsser y Les Coves de Vinromà.
El relieve que predomina en consecuencia es montañoso; son habituales las pendientes derivadas de la alienación montañosa, y una contrastada altitud media, si se compara con los corredores que la flanquean. Se superan habitualmente los 700 msnm, y destacan los picos de Els Diumenges (1.022 msnm) y de Zaragoza (1.078 msnm). En el sector meridional del término se desciende a los 400 msnm.
Limita al oeste con el término de Culla; al norte, con Albocàsser y La Sarratella; al este, con Vilanova d'Alcolea y Benlloch; al sur, con la Vall d'Alba.
Varios barrancos atraviesan parte del término; destacan el dels Molins, por el norte del pueblo; del Toll, por el oeste; o la rambla del Metje, por el sur; pero en la red hidrográfica local destaca la rambla Carbonera, entre Culla y Serra d´En Galcerán, que forma parte de la cabecera de la Rambla de la Viuda. En el extremo sureste confluye con el río Montlleó.
El comportamiento de las variables climáticas corresponde al clima mediterráneo, con ciertos rasgos de continentalidad, por su altitud media y su localización. La amplitud térmica anual es de 16 grados centígrados: la media de enero es de 8 grados C, y la de agosto, es de 24 grados C. Las precipitaciones, inferiores a los 500 mm, se concentran en los equinocios de otoño y primavera.
Poblamiento y evolución demográfica. El descenso poblacional
Se caracteriza por una continua pérdida de población desde principios del siglo XX, de manera que actualmente reside aproximadamente el 40% de los habitantes de entonces. En 1900 había 2.524 serratinos-as, y en 1910, 2.688. En 1920 se observan los primeros indicios del retroceso, con 2.603 habitantes. En 1950 había 2.024; y en 1970, 1.531. En 1990 se redujo a 1.177, y en el 2000, 1.098. Durante la última década la población se ha mantenido más o menos estable, en torno a los 1.000 habitantes. En 2022 hallamos 997 serratinos/as.
En la actualidad la población del lugar representa un tercio, mientras que el resto de la provincia representa más de la mitad. Los inmigrantes extranjeros alcanzan el 8 %, entre los que destacan los rumanos (55 %), seguidos de ingleses y marroquíes.
La proximidad del corredor natural de Albocàsser, recorrido de sur a norte por la CV-15, condiciona el poblamiento histórico y actual del municipio. Los caseríos de montaña se han ido despoblando y el pueblo no alcanza los 300 habitantes
Un rasgo territorial es el significado del poblamiento disperso, con centenares de masías repartidas por el término municipal. El peso demográfico del núcleo de población principal era y es relativo. Durante los años 30 del siglo pasado, el núcleo de Sierra Engarcerán tenía alrededor del 20 % de la población del municipio. En la actualidad, representa un 25%, unos 250 serratinos. De hecho, destaca Els Ibarsos, con más de 300, y Els Rosildos, con más de 100, ambos núcleos en el corredor de Albocàsser. Con unas decenas de habitantes encontramos las partidas de Els Bancalàs, Puxols de Dalt, La Marina, El Brusalet y Collet.
La despoblación ha afectado al territorio en su totalidad, de manera que son numerosos los masos, caseríos y agrupaciones de viviendas rurales que se han ido abandonando progresivamente durante el siglo XX.
Usos del suelo y agricultura
Como consecuencia de la despoblación se generó un continuo proceso de abandono de parte de las tierras cultivadas, así como de los espacios forestales. Los montes se encuentran despoblados, con algunas concentraciones de pinares y carrascas, si bien predomina el matorral mediterráneo, como consecuencia de las talas de los bosques de antaño que cubrían gran parte del término.
Entre 1970 y 2020 la superficie cultivada se ha reducido a un 70 %. Unas 2.200 hectáreas cultivadas, de las cuales más de 2.100 hectáreas son de arbolado de secano: el almendro ocupa 1.670 hectáreas, y el olivo, otras 492 hectáreas.
La actividad económica se basa en las actividades agropecuarias: la almendra, la oliva para la producción de aceite y la ganadería intensiva en forma de granjas; y los recursos turísticos derivados de la Sierra.
El resto de cultivos tiene una presencia testimonial, como algarrobos (10 ha), nogales (9 ha), cerezos (5 ha), melocotoneros (3 ha), avellanos (2 ha), y cereal (5 ha).
El regadío apenas ocupa unas 20 hectáreas, entre tomates, patatas, calabazas y otros productos de huerta.
La actividad agrícola se complementa con la ganadera, pues son numerosas las granjas ovinas, porcinas y avícolas distribuidas por el término.
El pueblo de Sierra Engarcerán
El topónimo tiene su origen en Guillem Galcerán, a quien perteneció el pueblo hacia principios del siglo XV. Previamente, la villa de Sierra Engarcerán tuvo su origen en tiempos musulmanes, y tras su conquista en 1213, fue donada a Pere Vallmanyra.
Al casco urbano se accede mediante la CV-155, de Benlloch a la CV-15, y se encuentra en una falsa llanura en plena sierra, a una altitud de unos 750 msnm.
La trama urbana obedece a la estructura de los pueblos de origen medieval, con calles irregulares, estrechas, organizadas en torno a las plazas Mosén Jesús Queralt y la Plaza del Ayuntamiento; la calle Obispo Beltrán, en donde hallamos el Ayuntamiento y la Iglesia Parroquial de San Bartolomé; y las calles Barbacana, Abadía, La Era, La Fuente y San Miguel.
La Iglesia de San Bartolomé fue construida durante el siglo XVI y XVII. Es un templo barroco típico de la zona, cuenta con dos accesos, siendo el lateral es el más antiguo; en el interior se halla una amplia nave principal y dos laterales con capillas comunicadas por amplios pasos.
Destaca además el Palacio de los Casalduch, construcción señorial conocida localmente como “El Fort” o el Castillo de Sierra Engarcerán, actualmente sede del Ayuntamiento. El Palacio Casalduch y Muñoz, es una muestra notable de arquitectura gótica civil valenciana que conserva la fachada original.
En el sector septentrional del pueblo hallamos la Nevera. Construida a mediados del siglo XVII, fue propiedad de los barones de La Pobla y de Sierra Engarcerán. A finales del siglo XVII pasó a ser propiedad municipal. Es un ejemplo de construcción civil, de uso de los recursos tradicionales de la montaña, como era la nieve. Es visitable.
Els Ivarsos y Els Rosildos
La aldea de “Els Ivarsos” se halla junto a la CV-15. A diferencia del anterior, su trama urbana es ortogonal, pues se encuentra en una llanura, con calles rectas y dispuestas en cuadrícula, salvo el eje transversal de la Avenida de la Rambla. La rambla Carbonera delimita el pueblo por el oeste, y la travesía de la CV-15, por el este. La Calle Mayor es el eje principal, de norte a sur. Se localizan en este núcleo la Cooperativa Agrícola de San José y otros almacenes de almendra. Cuenta con la ermita dels Desemparats, cuya construcción fue financiada por María Ivars; de ahí, el topónimo de Ivarsos.
Siguiendo la CV-15, hacia el norte, llegamos a la aldea de Els Rosildos. Su trama urbana se encuentra menos organizada que la anterior. Destaca la Avenida de la Constitució, y las plazas de la Inmaculada y la del Sol. En ella hallamos una ermita.
Rutas de senderismo: un excelente reclamo turístico
La Sierra Engarcerán es un excelente destino para excursionistas interesados por rutas de media montaña. Con reconocimiento oficial hallamos:
SL-CV-94. Senda Local de la Mola. Trazado circular, con una longitud de 5 kilómetros, que permite alcanzar los restos de un poblado de origen ibérico, y la Font de l´Ombria.
PR-CV-348. Ruta circular por el sur del término municipal, entre Els Ivarsos y la Sierra. Tiene una longitud de unos 23 km, y su duración prevista es de 8 horas. Al ser circular puede recorrerse desde Els Ivarsos y de la Serra d´en Garcerán. Permite visitar las masías de Marina, d´en Fabona, d´Agut, d´en Coll, Miralles y el Toll, además del Coll de la Bandereta.
PR-CV-349. Ruta circular que se adentra en el término de La Serratella, hacia el norte. Un recorrido de unos 19 km y unas 6,5 horas de duración, y una dificultad media. Transcurre por el Mas de Gargallo, la Bassa del Bosc, el núcleo de población de La Serratella, el Mas de Custodi, y la Font del Mas d´en Pastor. Hay tramos con excelentes bosques de tejos, robles y encinas.
PR-CV-350. Ruta circular Tosal del Olmo, que transcurre por el sector central del término; tiene conexiones con las PR-CV 348 y 349. Su recorrido es de 10 km y tiene una duración de unas 3,5 horas. De dificultad baja, transcurre por el Coll de la Bandereta, el Mas de Paula, el Mas d´en Capó, y el Mas de Gargallo. Llama la atención algunos tramos con bosques de carrascas y referencias a la arquitectura rural de piedra seca.
Además, se puede contar con otras rutas que permiten conocer el patrimonio natural y cultural de la Serra d'en Galcerán, como la Ruta de los Grabados, que permite visitar el Abrigo de Meliá, un referente del arte paleolítico, hoy Patrimonio Mundial de la Humanidad; y el GR-CV-230, que se encuentra en trámites de homologación.