Ayora se sitúa al sur de la comarca del Valle de Ayora-Cofrentes, en el oeste de la provincia de Valencia. Su medio físico es la base de su diversidad paisajística, así como su extenso término municipal, 446 km2, pues le permite acoger diferentes unidades paisajísticas. Espacios valiosos en lo ecológico, en lo histórico y en lo cultural, entre los cuales destacan amplios llanos cultivados en fondos de valle, flanqueados, a oriente y occidente, por muelas y sierras; una red hidrográfica singular; las numerosas fuentes y manantiales, que dan lugar a determinados ecosistemas y asentamientos humanos; y un casco urbano que se organiza en torno a un castillo medieval, constituyen los elementos estructurantes de los paisajes ayorinos. Por el Norte limita con los términos de Zarra y Teresa de Cofrentes; Enguera y Bicorp, por el Este; y el territorio albaceteño por el Sur y Oeste.

Calle de San José de Ayora. Estepa

El municipio de Ayora se sitúa en el interior de la gran fosa tectónica que se abre, con una dirección norte-sur, al oeste del Macizo del Caroig y al este de una serie de muelas y sierras (la sierra de las Atalayas, la sierra Palomera, el Montemayor, el Puntal del Arciseco y la sierra del Mugrón). La fosa central, que actúa de espina dorsal y que separa los relieves constituidos por amplias muelas, plataformas tabulares y pequeñas fosas o corredores interiores, es un valle de valles.

Ayora es un municipio de la comarca valenciana del Valle de Ayora-Cofrentes, en las estribaciones orientales del Macizo del Caroig. Se halla en la cabecera del río Reconque-Cautabán.

El clima de Ayora es templado, de tipo mediterráneo, aunque con ciertos rasgos de continentalidad. Se trata de un clima de transición muy condicionado por la fisiografía y la distancia al mar. Así, factores como la disposición del relieve o las diferencias altitudinales son los responsables de las diferencias térmicas y pluviométricas entre los fondos de valle y las zonas más elevadas del municipio. Recoge unos 500 mm de precipitación media anual.

Castillo de Ayora. Miguel Lorenzo

En el sector central del término de Ayora, tenemos cursos de agua intermitentes, pero de una gran energía durante episodios de fuertes precipitaciones. Destaca la cabecera del río Reconque-Cautabán que drena, prácticamente desde el sur del casco urbano de Ayora, todo el eje central del Valle de Ayora-Cofrentes, hasta que tributa en el río Júcar. La cabecera del Reconque-Cautabán está formada por pequeñas vaguadas que se encajan en los conglomerados terciarios y que confluyen en los colectores principales: rambla de la Hoya de Don Gil, arroyo del Almendralero, rambla de la Virgen de Gracia, barranco de la Casa del Manco, barranco del Sabinar, rambla de Chiliches y barranco de la Mora. Sin embargo, no toda la fosa central drena hacia el norte. En torno a la aldea de Casas de Madrona se halla la divisoria de aguas que hace que parte de las aguas se dirijan hacia los llanos de San Benito.

La población de Ayora. El lento retroceso.

Los ayorinos aumentaron en número durante las primeras décadas del siglo XX, pues pasaron de 4.980 en 1900 a 6.870 en 1950. Desde entonces ha ido reduciendo su población, de manera que en 1970 ya había 5.691, y durante años se ha mantenido en esos valores: en 1990 residían 5.513, en 2010, 5.469, y en 2022, 5.187.

Calle en los barrios altos. Miguel Lorenzo

El 70% de la población es de Ayora, el 12% de la Comunitat Valenciana, el 10% del resto de España, y el 8% es extranjera. Los inmigrantes proceden principalmente del Reino Unido (20%), Francia (10%), países latinoamericanos (33%), y del Magreb (5%).

El proceso de envejecimiento se observa en Ayora: el 24% de los vecinos tiene más de 65 años, mientras que la población joven, de menos de 20 años, representa el 17%. Ha habido en los últimos 10 años 417 nacimientos, y 658 defunciones.

El pueblo de Ayora y su castillo

Ayora es la localidad con mayor población de la comarca (55%), y centraliza diversos servicios públicos y comerciales. Ayora se ubica en el punto de contacto entre los Llanos de Almansa-Ayora y el inicio de la parte más abrupta del Valle.

El éxodo rural de Ayora se inicia a mediados del siglo XX. En torno a 1950 la población ayorina se aproximaba a los 7.000 habitantes, y en la actualidad unos 5.200. Representa el 55% de la población de la comarca.

Castellar de Meca. Miguel Lorenzo

El núcleo de población tiene su origen en un cerro sobre el que se hallan los restos de un castillo de origen musulmán, que proporcionaba refugio, y en la disponibilidad de agua para abastecimiento humano y riego. El núcleo urbano primitivo surgió en la base del cerro del castillo. Sólo queda de este primer asentamiento la iglesia de Santa María la Mayor. En el siglo XIV el duque de Gandía, señor de la villa, concedió unas ayudas que posibilitaron la construcción de la población más próxima a la fuente, el barrio de los Altos. La población musulmana fue trasladada fuera del recinto amurallado, a un arrabal situado al otro lado de la rambla, denominado la “Morería” o barrio de Santa Lucía. El incremento poblacional del siglo XVI motivó el crecimiento urbano más allá de la muralla, con una trama más ordenada en torno a la calle Mayor y la de la Marquesa. En esta expansión, denominada barrio de lo Hueco, se construyó la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y el Convento de Santo Domingo. El crecimiento demográfico conllevó una expansión urbana durante los siglos XVIII y XIX. Se crea el barrio de la Solana entre las calles del Dr. Marín Lacueva y de las Cruces. Al convertirse en el siglo XIX en partido judicial, Ayora empezó a concentrar otros servicios. La carretera N-330 articula el área en su trazado N-S, actuando como eje del corredor.

Cruz cubierta de San Antón. Estepa

Los paisajes agrícolas de Ayora

Los cereales protagonizan una parte del paisaje agrario ayorino. Ocupan unas 3.500 hectáreas, entre cebada (2.100 ha, 250 en regadío), avena (890 ha) y trigo (570 ha).

Los cultivos leñosos ocupan grandes extensiones, como el almendro (1.500 ha), el olivo (1.000 ha) y el viñedo (560 ha, de las cuales 375 en regadío). En regadío destacan además las plantaciones de nogales (290 ha).

El Castellar de Meca y la Laguna de San Benito

El sector más meridional del término municipal es el de los Llanos de Almansa y la Laguna de San Benito. Un paisaje agrícola, en el que se combinan los cereales de secano y olivos con nuevos regadíos por aspersión, a partir de la apertura de pozos (cereal, viña. Los llanos de San Benito ocupan el espacio de una antigua laguna interior estacional, que se activaba durante los episodios de intensas precipitaciones.

Ermita del Rosario. Jesús García Paton

El paisaje de humedal quedó modificado con la construcción, a principios del siglo XIX de un drenaje subterráneo, que evacuaba las aguas de la laguna transportándola hasta la rambla de la Virgen de Gracia, donde era reutilizada para el riego de la partida del Centenar. Con la desecación de la Laguna, su superficie se roturó y se creó un parcelario agrícola grande y regular, gracias a las topografías casi llanas de la zona. La agricultura dominante es la cerealícola, que en algunas parcelas se irriga con modernos sistemas de riego. Los asentamientos en la zona son de tipo disperso, exceptuando la aldea de San Benito que está en el borde de la antigua laguna.

El término municipal de Ayora atesora una contrastada riqueza natural y patrimonial, reflejada en una gran variedad paisajística. Relieves montañosos, valles fluviales, laguna y cuencas endorreicas, barrancos…

En el oeste de la Laguna de San Benito se alza la Sierra del Mugrón, de gran interés geomorfológico, pero sobre todo simbólico y patrimonial al albergar el yacimiento ibérico de Castellar de Meca. La altitud máxima que alcanza la sierra es de 1.142 m. En el paisaje dominan las fuertes pendientes en forma de taludes. El Castellar de Meca es un asentamiento amurallado, con las construcciones excavadas en la roca, caminos, escaleras, conducciones de agua y un gran número de aljibes. El origen de la ciudad está en el S. IV a.C. (Ibérico), pero posteriormente fue ocupada por otros pueblos hasta su despoblamiento en el S. XII d.C.

Iglesia Nuestra Señora de la Asunción. Estepa

El paraje de La Hunde

En el suroeste del término hallamos el valle de la Hunde, que organiza las escorrentías procedentes de las sierras, por medio de la rambla de Espadilla. A los pies del Puntal de la Cueva Negra se han acumulado depósitos cuaternarios formando un pequeño glacis. Sobre ellos y gracias a la abundancia de manantiales en esta zona como la Fuente de la Cadena (surgencia de ladera en el contacto entre las dolomías y las margas), se ha desarrollado históricamente una agricultura de regadío, en torno a las Casas de la Hunde. Destaca su valor ecológico y simbólico que está en la base de su función ambiental y social (campamentos, refugios, áreas recreativas y caminos para practicar senderismo en torno a la Hunde).

Sierra del Mugrón y laguna San Benito. Miguel Lorenzo

La Sierra de Ayora: estribaciones del Caroig

En el sector oriental de la fosa central se halla la sierra de Ayora, que corresponde al sector suroccidental de la plataforma calcárea del Caroig. Se trata de una zona muy montañosa y agreste, con una fisiografía compleja que proporciona al paisaje un aspecto montano y forestal. Predominan muelas y mesas individualizadas por ramblas y barrancos. Se diferencias varios sectores: el de la rambla Molinera, la fosa de las Chofleras, y el de Los Colmenares, en donde destacan masías y caseríos vinculados a explotaciones agropecuarias.

Mapa de localización. Levante-EMV

Paisajes y rutas de interés en el término de Ayora

-El sendero Gran Recorrido GR-7. Transcurre por el extremo oriental del término, en pleno dominio del Macizo del Caroig.

-Ruta de Castellar de Meca. Recorrido circular en el norte de la sierra del Mugrón, de unos 5,5 km, que permite la visita del yacimiento íbero del poblado de Castellar de Meca, declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. Es espectacular por los elementos que componen el conjunto patrimonial (aljibes, carriladas, estructuras arquitectónicas…), y las impresionantes vistas del paisaje del entorno.

-Ruta del Montemayor. Recorrido circular de unos 14 km, entre el pueblo y el pico Montemayor, en el oeste. Ruta ornitológica, que además está vinculada a un pequeño ermitorio, el de Santa Cruz.

-Ruta del Estrecho del Sabinar. Ruta lineal de unos 9 km, en el sureste del pueblo, que recorre un par de gargantas y la rambla de la Fuente del Rector, vinculadas con las aguas subterráneas procedentes del macizo del Caroig.

-Ruta de La Hunde Palomera. Recorrido circular de unos 10 km, desde la Fuente de la Cadena, en el entorno de las Casas de la Hunde, al Pico Palomera (1.260 msnm). Se trata de un espacio geográfico de alto valor paisajístico y de patrimonio natural de referencia en la Comunitat Valenciana. Destaca tanto su fauna como su flora, con variedades endémicas.

-Ruta del Camino de la Reina. Recorrido temático en el entorno de la ermita de la Virgen del Rosario, ideado para visitas de familias. Una distancia de 1,7 km, con trazado circular.

-Ruta del Agua. Ruta circular de unos 6 km. Un recorrido temático con lugares de interés vinculados al agua, como la Balsa Mayor, el Minado, la Fuente Redonda y la Fuente de Ayora, el Molino de Eliseo, y el Molino de Noguera, o la Rambla de Rasmal.

-Ruta de las Ermitas. Recorrido lineal de unos 7 km, que permite visitar la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción, y las ocho ermitas de Ayora: San José, Santa Bárbara, Santa Lucía, Santa María la Mayor, del Santo Ángel, San Roque, San Antón y Virgen del Rosario.

- Ruta del Hilo Rojo. Recorrido circular de unos 3 km por el núcleo urbano, que permite visitar los lugares patrimoniales de interés, como el Convento de San Francisco, el Barrio de la Morería, el Barrio de los Altos, el Castillo o la Plaza Mayor.