El Ayuntamiento de Vila-real ha remitido una carta a todos los usuarios de las instalaciones del Servei Municipal d'Esports (SME), alrededor de 5.500 socios, para informarles de la gestión que van a realizar en 2011 y, además, desmentir que vayan a privatizar las piscina, como se indicó desde la oposición.

En la carta se da cuenta de todas las medidas que van a llevar a cabo en relación a las tres piscinas con las que contará el año que viene la localidad: la piscina Yurema Requena, la de la ermita y el Centro de Tecnificación Deportiva. Se explica que no se va a privatizar la piscina municipal, sino que van a gestionarla de forma «indirecta».

«Incidimos en el hecho de que el equipo de gobierno va a decidir los precios y los descuentos y bonificaciones van a continuar ofreciéndose», explicó Ignasi Clausell, portavoz del PP. Otro de los puntos de la carta es que los usuarios podrán contar con las tres piscinas para lo que requieran, al igual que apuntan que estas tres instalaciones serán públicas. A su vez, anuncia a los socios el motivo por el que gestionará la piscina de forma indirecta afirmando que quieren «racionalizar los gastos y los recursos públicos».

Críticas de la oposición

Estos cinco puntos han sido muy criticados por la oposición, tanto el Bloc como el grupo socialista afirmaron que «se trata de propaganda política, que no debe hacerse en nombre del ayuntamiento y con dinero ordinario». La portavoz del Bloc, Maria Gràcia Molés, criticó el envío de estas cartas con franqueo oficial: «para hacer propaganda ya tienen un presupuesto fijo». Además, «tratan de desinformar a la ciudadanía, porque está empezando a darse cuenta de todo lo que está haciendo el PP. Incluso están recogiendo firmas para que no se privatice la piscina y para que no despidan a 24 trabajadores».

El portavoz socialista, José Benlloch, expresaba su disconformidad con la carta enviada por el equipo de gobierno a todos los socios del servicio de deportes y seguía defendiendo que «lo que van a hacer es privatizar, que significa transferir una empresa del sector público al privado. Antes lo gestionaba el concejal de Deportes y ahora, lo hará una empresa privada, que se llevará los beneficios».

Pérdida de calidad del servicio

Además, Benlloch comentaba que para mantener estas instalaciones tendrán que producirse ciertos cambios: «tener una menor calidad en sus servicios y contratar a menos personal o subir los precios».

Otro de los puntos criticados por los socialistas fue el de disponer de las tres piscinas el año que viene. «Actualmente sólo contamos con una, la Yurema Requena, y las otras dos no sabemos cuanto tiempo tardarán en estar acabadas», indica el responsable del grupo socialista vila-realense.

Asimismo, Iniciativa per Vila-real mostraba su interés por esta noticia y afirmaba que «el PP sólo se limita a decir a los usuarios que pagarán los mismos precios pero no explica el canon que tendrá que abonar el ayuntamiento a la empresa privada y los gastos que ocasionará a toda la ciudadanía», según indicó Alberto Ibañez, portavoz de esta formación.

Los grupos políticos de la oposición de la ciudad coinciden en las críticas al PP por la privatización del servicio y por el «mailing» masivo realizado para aclarar aspectos de su gestión que han generado malestar y preocupación entre los ciudadanos que utilizan esos servicios.