La conmemoración del año Carmelina Sánchez-Cutillas de la mano de la Academia Valenciana de la Lengua nos ha traído gratas sorpresas. Además de la muestra «Desde las fronteras del silencio» en el Centro del Carmen, ha habido otras actividades reivindicando su figura, así como la reedición de uno de sus libros más emblemáticos, ‘Matèria de Bretanya’ que ya editó 3i4 en 1976 tras la consecución del Premio Andròmina en 1975.
Matèria de Bretanya es una joya literaria, por el uso del lenguaje, el ritmo poético y la recuperación de la memoria. Conmueve la ternura de la protagonista, la propia autora, que con la voz y el asombro de una niña nos va descubriendo el pequeño y a la vez grandioso universo en el que se desarrolló su infancia. La localidad del Altea, a través de la mirada de Carmelina, aparece retratada con toda la intensidad del recuerdo infantil, con la fuerza de unas imágenes que describen minuciosamente las calles, los olores, las costumbres y el modo de vida de una pequeña población mediterránea en los años anteriores a la Guerra Civil. A modo de estampa, cada uno de los capítulos nos conduce a una época en la que el tiempo tenía otra cadencia y las emociones, las experiencias cotidianas cobraban una fuerza especial, quizá porque había muchas menos opciones que las que existen en la actualidad. La era digital tendrá otras ventajas, pero parece que deje poco espacio a observar, vivir y sentir los paisajes, la arquitectura, la gente que forma parte de nuestra vida cotidiana. Precisamente, el prólogo de esta edición de la profesora de Antropología Social de la Universitat de València, Josepa Cucó i Giner incide en el valor etnográfico de este singular texto.
La mirada inteligente de Carmelina se despliega en ‘Matèria de Bretanya’ con la contundencia habitual de otras de sus obras como ella misma le contó a Rafa Ventura Melià en una entrevista destacada en la exposición del Carmen: «La literatura ha estat i és el vehicle, el camí, el procediment per a dir el que volia. He contat els records del temps, de les coses; eixos récords que em pugen a la gola com un glop de vi turbador. He llançat crits de protesta i de rebellió -com a ‘Món rebel’ i a ‘Conjugació’ en primera persona-… Sin duda, la poeta e historiadora que se definiera así misma como «independent, rebel i bohèmia» es una de esas autoras que a pesar de no tener una obra grandiosa, es de las que deja una huella profunda en su trabajo.
València en estos tiempos de pandemia tiene otro tempo, menos bulliciosa, la impronta de una ciudad vital y luminosa aún se percibe en sus calles. En el barrio del Carmen, era habitual ver pasear a Rafa Ventura que nos dejó en febrero de este año, casi ya en el olvido tras el sin fin de acontecimientos de los últimos meses, él que fue un personaje de novela, inmerso en cada una de las historias de sus escritores favoritos, supo indagar en la personalidad de Carmelina, con su dicharachera y sagaz forma de entrevistar, y ahora, de alguna manera, el barrio, la ciudad recupera estas dos figuras tan valencianas. Recuperar la memoria, comparar, reflexionar, propiciar el recuerdo de personas de tan peculiar calado llena de sentido la vacuidad de estos tiempos de incertidumbre. ‘Matèria de Bretanya’ está en esa línea, nos da muchas claves sobre los seres y cosas importantes de la vida. Es, además, una lectura gozosa, poética, sencilla, y profunda, mediterránea que va más allá de lo local, una historia que trasciende a lo universal por su sorprendente pulso vital.
