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Terrorismo de izquierdas y estrategia política

Sánchez-Cuenca penetra en este virulento tejido político-social en busca de las «raíces históricas», diríamos, de las razones de la sinrazón de la decidida y minoritaria apuesta por la «violencia revolucionaria».

Terrorismo de izquierdas y estrategia política

El politólogo Ignacio Sánchez-Cuenca, director del Instituto Carlos III-Juan March de Ciencias Sociales de Madrid, aborda en su nuevo libro Las raíces históricas del terrorismo revolucionario, un tema tan complejo como poco trillado. Aborda con tanta sencillez como determinación, el complicado imaginario político de organizaciones que llevaron a cabo las acciones violentas más significativas desde el difuso -a veces confuso- campo de la izquierda radical o «extrema izquierda» en países tan diversos como Italia, España, Alemania y Japón sin desdeñar las menciones a lo ocurrido en Grecia, Portugal y otras latitudes entre los años setenta -los más explosivos- y los años finales del pasado siglo.

Sánchez-Cuenca penetra en este virulento tejido político-social en busca de las «raíces históricas», diríamos, de las razones de la sinrazón de la decidida y minoritaria apuesta por la «violencia revolucionaria» de pequeñas y disciplinadas organizaciones clandestinas de carácter revolucionario y bucea entre las que más se significaron por el uso de la violencia letal, integradas por una militancia, en su mayoría, de origen e ideología comunistas. Organizaciones que, en no pocas ocasiones, maquillaron sus acciones más sangrientas (véase el secuestro y asesinato del político italiano Aldo Moro) por imperativo de su peculiar «estrategia política».

El autor plantea argumentos suficientes para tratar de entender los planteamientos de activistas y dirigentes de las italianas Brigadas Rojas, de los GRAPO y los grupos armados del FRAP en España, de la alemana Facción del Ejército Rojo o, del Ejército Rojo japonés; mencionando incluso grupos como la OR17N en Grecia o la portuguesa organización Forças Populares de 25 Abril (FP-25ª) responsables de numerosas muertes violentas, de los que apenas existen menciones en inglés y tan solo una monografía en el caso portugués.

Libro, pues, singular tanto por su temática como por los recursos metodológicos utilizados por el autor. Trabajo para ser leído con suma atención que ya conoció en 2019 una primera edición por la Cambridge University Press y que aparece ahora en su edición española gracias a Libros de la Catarata para ayudarnos a encontrar explicaciones coherentes —a la luz de una sólida acumulación de datos— acerca de los movimientos y alteraciones políticas y sociales mencionados, y todo ello sin perjuicio de abundantes referencias a otros movimientos y organizaciones coetáneos o no con los más estudiados. Años, los setenta del siglo XX, en los que el uso y abuso de la violencia política estuvo a la orden del día. Violencia sufrida y ejercida por militancias clandestinas operativas en geografías preferentemente urbanas e inmersas, en mayoría de ocasiones, en la penumbra informativa o en la más tendenciosa propaganda política.

El profesor Sánchez-Cuenca busca y encuentra argumentaciones basadas en el análisis histórico comparado de supuestos previamente establecidos por él, como la existencia de «los patrones de desarrollo» incubados en el período de entreguerras mundiales (período que incluye nuestra Guerra Civil, prólogo, para muchos especialistas, de la Segunda Guerra Mundial) y que se fueron manifestando a lo largo de las décadas siguientes, incluidas las turbulencias provocadas por el vertiginoso mayo del 68 y la brutal guerra del Vietnam, amén de otros conflictos, para desembocar en el «terrorismo revolucionario» de los años setenta.

El politólogo no oculta la relevancia que tienen en el texto la utilización de datos y técnicas sociológicas, la persistente utilización de estadísticas, tablas comparativas, gráficos, etcétera. Relevancia investigadora que sirve para reafirmarme en que no estamos leyendo un ensayo más o menos polémico, como lo fueron en su momento, La desfachatez intelectual (2016) o La izquierda fin de (un) ciclo (2019), publicados también por Catarata. Sánchez-Cuenca advierte ya desde el prologo que lo que tenemos entre manos es, en efecto, una «investigación académica» que, en ocasiones, utiliza términos y tratamientos propios de una tesis doctoral con las habituales notas a pie de página y otros aditamentos usuales.

Con todo, el interés por la lectura de este volumen y por el debate que puede suscitar, por ejemplo, la relevancia o irrelevancia otorgadas a ciertas organizaciones y terminologías, no disminuye un ápice. Entre otras razones, apunto estas dos. Primera: ¿Qué impulsó a jóvenes «de clase media con educación superior…» a empuñar las armas y ejercer de terroristas revolucionarios? Un interrogante ciertamente apasionante que lleva a otros muchos de este calado. Segunda: El autor presenta sus conclusiones y tesis con la claridad y suficiencia necesarias como para que nos sintamos incluidos en su esfuerzo.

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