Comienza la cuenta atrás, la Asociación de Galerías de Arte Contemporáneo de la Comunitat Valenciana (LaVAC) ha programado la que será la novena edición de Abierto València del 23 de septiembre al 1 de octubre. Madrid se sitúa en la avanzadilla y nos convoca a todos con semanas de antelación, pero guarda vínculo con València por numerosos motivos, así que estamos ante un posible circuito interterritorial. ¿Vendrán coleccionistas dispuestos a comprar obras? ¿Se captará la atención de patrocinadores y medios? ¿Valdrá la pena el esfuerzo de ejecutar tal despliegue? Probablemente, sí.
Mientras que el Gallery Weekend de Barcelona sucederá del 15 al 17 de septiembre, quedando el nuestro en último lugar de la agenda, la Asociación de Galerías Arte Madrid promueve la Apertura en la capital del 9 al 12 de septiembre. Tiene como objetivo impulsar el desarrollo del sector del arte contemporáneo y favorecer la colaboración entre agentes y profesionales de la cultura. A tenor de las invitaciones realizadas por las propias galerías y por la asociación, acudimos un grupo internacional de directores de centros o instituciones de arte, críticos, comisarios y asesores, invitados por el Gobierno de España a través de Acción Cultural Española o por el recién estrenado proyecto del gestor y galerista Daniel Silvo, el festival Obertura Carabanchel.
La galería alicantina Aural, dirigida por Begoña Martínez Deltell, hace un triplete excelente. Toda una declaración de intenciones y demostración de compromiso con el sector, siendo la galería cuya implicación en consonancia con los valores de las aperturas es más notable. Por un lado, inaugura en su sede de Madrid la exposición ‘Postrimerías’, del artista José Maldonado. Por otro, en su original sede de Alicante, una individual de Judith Egger que se extenderá en la instalación que acogerá el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) dando apoyo a las galerías que no disponen de espacio en València, ciudad donde se concentrará la actividad a final de mes.
Recapitulando, las salas que van a participar de Abierto València 2021 son: la castellonense Espai Nivi Collblanc, las alicantinas Aural e Isabel Bilbao y las valencianas Luis Adelantado, Benlliure, Alba Cabrera, Galería Cuatro, House of Chappaz, La Mercería, Tuesday to Friday, Punto, Vangar, Set Espai d’Art, Shiras, The Liminal, Gabinete de Dibujos, Galería Thema, y Rosa Santos. Esta última también tiene espacio en Madrid, por lo que expone allí a Elena Aitzkoa y aquí a Mar Reykjavik.
Cobran relevancia las visitas guiadas y actividades que generen un flujo entre galerías con rutas para todas las edades y gustos. Un equipo de mediación externo se ocupará de guiar a los espectadores que transiten las galerías, ofreciendo una experiencia didáctica innovadora. Se trata de estudiantes del Máster PERMEA, el pionero Programa Experimental de Mediación y Educación a través del Arte creado por el Departamento de Historia del Arte de la Universitat de València y el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana. Atrás quedaron los años en los que el principal atractivo del Abierto era la ostentosa fiesta celebrada en el hall del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) con DJ, copeo ilimitado y lista de acceso VIP. 2021 marca un antes y un después dado que el foco está puesto en la democratización del acceso a la cultura. El IVAM acogerá charlas sobre temas relacionados con el evento, que susciten reflexión, debate y pensamiento.
Con motivo de esta celebración volverán a entregarse el premio de la Conselleria de Cultura a la mejor exposición y el del Ajuntament de València al artista destacado. También se realizarán adquisiciones por parte de colecciones como la de la Fundación Hortensia Herrero, la colección DKV, la empresa de diseño Gandía Blasco, Revista Makma y Alhambra. La cervecera otorga un jugoso premio al que hasta la pasada edición solo podían presentarse artistas menores de 40 años sin embargo ahora el límite de edad ha sido eliminado. Los premiados todavía se desconocen porque, pese a que las propuestas artísticas sí han trascendido, cada jurado asignado habrá de reunirse tras dar paso a la cascada de inauguraciones. Queda mucho por deliberar.
Una vez más, a algunos profesionales de la crítica de arte nos chirría que se manejen categorías para los galardones como «mejor exposición», pues hallamos muestras de todo tipo de técnicas, representativas de artistas de muy diversa procedencia, trayectoria y producción. A lo que añadimos que cada espacio donde se exhibe la obra es arquitectónicamente muy diferente. Podría decirse que unas piezas lucen mejor que otras en función de dónde están expuestas, con qué medios cuenta la galería en cuestión, la iluminación y otros condicionantes que distan de igualar oportunidades. No existe un patrón general por el que medir fuerzas y todo el que participa da lo mejor de sí. Por lo tanto, hablar de mejores y peores deja de tener sentido. Los términos que aluden a la competición sin atender a las posibles desventajas y particularidades deberían quedar fuera de juego para dar paso a otras categorías más justas, realistas e inclusivas.
La calidad de los trabajos que vamos a poder encontrar y el rigor de la organización este año son especialmente loables en el camino de un evento que busca consolidar su identidad ante tiempos tan complejos.
