Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La invisibilidad de la vejez

La invisibilidad de la vejez

No es frecuente escribir varios libros superados los 90 años. Ni frecuente ni normal. A esa edad se está preocupado por los achaques y como decía el poeta César Simón: ¿Cuál de todas estas molestias y dolores anuncian mi muerte? Sin embargo, al igual que los gobiernos se proclaman progresistas, la vida humana también progresa, alargándose para superar la media de los años que vivimos. Los historiadores y demógrafos han dado referencias de la esperanza de vida a lo largo de los periodos históricos. ¿Cuál era la esperanza de vida de un habitante del Paleolítico? ¿Y en la Edad Media o Moderna? Se dan cifras aleatorias, desde los 30 a los 50 años. Se establecen, además, medidas según actividades o clases sociales. Los campesinos, la clase obrera, tenían menor índice de vida que los nobles, rentistas o burgueses. Y todavía perdura la polémica entre historiadores de la economía, optimistas y pesimista, sobre si los trabajadores se vieron perjudicados o favorecidos en sus condiciones de vida durante la revolución industrial. La Universidad de Oxford ha publicado recientemente un estudio de dudoso valor científico que afirma que los políticos actuales viven siete años más que la mayoría de los ciudadanos. Deben ser pedagogos que cuando termina el curso tienen que justificar alguna actividad. Siguen la tendencia de abandonar la dictadura del proletariado, pero imponer la dictadura de la pedagogía que tantos males ha causado, como dice Homero en la Ilíada, a nuestro sistema educativo. Desde la enseñanza primaria a la universitaria, todo ello secundado y ampliado por políticos socialistas como Rubalcaba y Marchesi que controlaron el Ministerio de Educación, manteniendo la estela de las teresianas que entraron en el Ministerio en la época de Villar Palasí con La Ley General de la Educación (LGE) de 1970, que por otra parte fue un acierto por la modernización del sistema educativo español, anclado todavía en la Ley Moyano de 1857. Es, como señaló el propio ministro en las Cortes franquistas (1 abril de 1970), una Ley “capaz de compaginar elementos de continuidad y elementos de transformación”. Y en los de continuidad están las bases de una educación nacional católica. Todavía no entiendo como la izquierda, tan progre, no ha propuesto eliminar o amortizar (si solo se es socialdemócrata) las Facultades de Pedagogía que han conducido a la actual situación de degradación de todo el sistema educativo, desde la Primaria, la Secundaria (antes llamada Media) a la Universidad.

Pues bien, Alejandro Nieto García, con casi 92 años, sigue publicando libros. En estos dos últimos años ha salido a la venta “La primera República española. La Asamblea Nacional: febrero-mayo 1873 (Comares, 2021) y otro sobre cómo ve la vida a su edad: El mundo visto a los 90 años (Comares, 2022). No es un historiador profesional porque su especialidad -que el Estado le ha reconocido- es la de catedrático de Derecho Administrativo, de la que ha impartido clases y desarrollado su investigación en las Universidades de La Laguna, Autónoma de Barcelona, Alcalá de Henares y Complutense de Madrid. Forma parte de esa pléyade de administrativistas que, en torno a García de Enterría, dieron al Derecho Público español su consistencia en la segunda mitad del siglo XX y parte del XXI y es por ello por lo que ha recibido el reconocimiento de doctor honoris causa por las Universidades de Buenos Aires, y Carlos III de Madrid. Es miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y desempeñó la dirección de CSIC. Recibió el Premio Nacional de Ensayo por su trabajo “Los primeros pasos del estado constitucional: historia administrativa de la regencia de María Cristina”. Y otras obras de historia como Bienes Comunales de los Montes de Toledo (Civitas, 191-1997), La rebelión militar de la Generalitat de Cataluña contra la República: el 6 de octubre de 1934 en Barcelona (Fundación Alfonso Escudero, 2014) y especialmente uno de sus mejores estudios, “Mendizábal. Apogeo y crisis del progresismo civil. Historia política de las Cortes Constituyentes de 1836-1837” (Ariel, 2011, 1164 págs.) Pero tampoco ha dejado de reflexionar sobre la organización de la Administración española: “La nueva organización del desgobierno” (Ariel, 1996), “El derecho y el revés: diálogo epistolar sobre leyes, abogados y jueces” (Ariel, 1998), o “El desgobierno judicial” (Trotta, 2010) Un total de 37 libros reseñados, sin contar los artículos en revistas especializadas de Derecho.

Con la perspectiva que da los años cumplidos refleja la condición de su estado vital porque señala que “los viejos ni hablan ni escriben sobre sí mismo”. Los de su edad ven las cosas de manera diferente y viven en un aislamiento social, sin que se cuente con ellos para nada, por considerar que estorban, y cada vez más alejados de los demás. Es consciente de que ya nadie puede estropearle nada porque cree que la vida está casi completada y se siente libre, más libre que nunca, después de la desaparición de muchos conocidos, amigos y familiares. Ya sabe distinguir con total claridad entre el mundo imaginario y el real: “ni los individuos ni las instituciones se comportan como se dicen que lo hacen” (pág. 23) La vida no está destinada a la muerte, como señaló Kierkegaard y recalcó Heidegger (“el hombre es un ser para la muerte”), sino que hemos nacido para un intervalo entre la nada y la nada, y en ese plazo podemos construir algo para hacer la vida más llevadera, tratando de eliminar cualquier tipo de dolor. Ahora, en nuestro mundo, la verdad y la mentira no parecen distinguirse porque aquella se enroca en lo que los individuos quieren, y por ello lo que podemos exigir, al menos, es que nos informen honestamente.

Muchas son las consideraciones que se explayan en las observaciones de Nieto y recomienda, a partir de ellas, que “no nos hagan demasiado caso porque en la sabiduría de los viejos hay cosas que realmente son de sabios, pero la mayor parte son de personas orgullosas e ilusas que creemos saber muchas cosas cuando en realidad no es cierto” (en respuesta dada a Antonio Castillejo en el Digital 65YMas, 14/5/2022)

Compartir el artículo

stats