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El caminante

El coro y los sueños

El coro y los sueños

El 11 de diciembre hará 35 años que el entonces llamado Cor de València cantó por primera vez en público. Fue en una representación de Don Pasquale de Donizetti, en el Teatro Principal de València. Hubo otra el día 13, y ambas cosecharon un gran éxito, con Enedina Lloris en el papel de Norina y la Orquestra de València, aún llamada «Municipal», dirigida por Manuel Galduf. Estos días el mismo coro, ahora Cor de la Generalitat Valenciana, ha vuelto a recibir el aplauso del público en las representaciones de Anna Bolena, otra ópera de Donizetti, con un estelar reparto encabezado por Eleonora Buratto, Alex Esposito y Silvia Tro, y la Orquestra de la Comunitat Valenciana dirigida por Maurizio Benini. En 1987 el Cor de València estuvo preparado por Ramón Cercós. Poco después se haría cargo de su dirección el setabense Francesc Perales, que lo ha conducido hasta la actualidad.

Aquel mismo año, el 25 de abril, se inauguraba el Palau de la Música de València, primero del Plan Nacional de Auditorios diseñado por el ministro de Cultura Javier Solana. Este auditorio, su programación con orquestas y figuras internacionales y la creciente mejora de su orquesta residente han contribuido a situar València en los principales circuitos musicales. Es de esperar que la calamitosa situación que vive, cerrado desde hace más de tres años tras la caída de sus techos, no dure mucho y recupere pronto el brillo de antaño.

El Cor de València fue iniciativa de Javier Casal, en aquel lejano 1987 director de la Sección de Música de la Conselleria de Cultura, y de Inmaculada Tomás, fallecida en 2015. Ella, que ocupó durante 15 años la dirección del Institut Valencià de la Música, fue el alma impulsora del coro y promotora de representaciones de ópera en el teatro Principal cuando aún no existía el Palau de les Arts, inaugurado en 2005, ni la Orquestra de la Comunitat, formada por Lorin Maazel. Esta sigue siendo una referencia musical, pese a haber pasado por épocas difíciles y a haber sufrido conatos de desbandada, fruto de la desigual historia del Palau de les Arts en su breve existencia.

Desde aquel diciembre del 87 el Cor de la Generalitat ha pasado por muchas vicisitudes. Incluso ha habido conflictos y alguna huelga en relación con los derechos de sus miembros y la renovación de plazas, problema que parece hoy en vías de solución. La asociación Amics de l’Òpera i de les Arts ha otorgado su Premi Honorífic hace unos días a este coro, durante todo este tiempo columna vertebral de la ópera en València, que ha recorrido los principales teatros de Europa y América y ha sido dirigido por algunas de las primeras batutas del mundo.

¿Por qué este reconocimiento? ¿Para qué sirve un coro?, se preguntarán algunos. O incluso: ¿De qué está hecho? La respuesta podría ser la frase que John Huston toma de Shakespeare al final de El halcón maltés: «El material con que se forjan los sueños».

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