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Felipe González sigue contando cuarenta años después

La celebración de la histórica victoria del partido socialista en 1982 ha dado también para una prolija y variada bibliografía.

Felipe González sigue contando cuarenta años después

Con ocasión de la conmemoración de los 40 años del triunfo del PSOE en las elecciones de 1982, con una mayoría absoluta de 202 diputados, se han publicado distintos trabajos sobre aquella fecha y recabado en la personalidad del que fuera presidente y secretario general de los socialistas españoles, Felipe González, ya con 80 años. Junto a los estudios sobre la Transición, la historia reciente sobre el PSOE, las perspectivas de su liderazgo, las críticas de sus políticas, las implicaciones en la represión terrorista, sus avatares personales, junto a miles de artículos o reportajes en los medios, su figura ha estado presente desde 1974 hasta la actualidad. Se han publicado, además, biografías, a favor y en contra, centrada en su trayectoria como dirigente socialista y presidente del gobierno. Uno de los últimos análisis sobre la llegada al gobierno de González es el libro de Ignacio Varela: Por el cambio: 1970-1982. Como Felipe González refundó el PSOE y lo llevó al poder (Deusto, 2022), con prólogo de José Antonio Zarzalejos. El autor, que estuvo en la cocina de los acontecimientos narrados, como consultor y analista, y después en la Moncloa, aclara que no es un libro de historia, de memorias, ni una crónica, tampoco un ensayo sobre el periodo y la figura del líder socialista, aunque reúne un poco de todas ellos.

Sin apelar a una diferenciación formalista entre historiografía, ensayos y escrituras de la memoria, el análisis de Varela ha generado un conjunto de memoria que pueden ser leídos como prosa histórica. Hay quienes piensan que la Historia, por encima de las interpretaciones que se extraigan, tiene mucho de género literario con técnicas propias, como la precisión de los hechos a través de la documentación archivística, las notas a pie de página que aclaran un aspecto o hacen referencia a una bibliografía. El libro de Varela contiene esos elementos, con una literatura dinámica y bien escrita, pero su redacción, que parece aséptica, nos descubre de manera soterrada una interpretación que se atreve a explicitar cuando lo entrevistan, afirmando que el PSOE «era una sigla que prácticamente había desaparecido de la realidad española a principios de los años 70, se reconstruye y refunda a partir de un núcleo de militantes entre los cuales está Felipe González (…) su acierto estratégico fue desplazar el debate antes que nadie del método al contenido (…). Sus únicos puntos innegociables eran la democracia sin adjetivos y la vocación constituyente del proceso» (El Independiente, 26/10/2022). Tal vez fuera un buen momento para plantearse por qué una gran mayoría eligió al PSOE y no al PCE, protagonista de la lucha contra el franquismo. Muchos militantes comunistas creían que pasaría lo de Italia donde el PCI protagonizó la oposición frente a la Democracia Cristiana. Enrico Berlinguer con Santiago Carrillo y el secretario del PCF, Georges Marchais, transitaron al eurocomunismo desde los años 70, separándose de los comunistas soviéticos. Julio Anguita, con el marxismo doctrinario que preveía una dirección ineluctable de la Historia -en la línea de Georges Politzer, autor de un manual de divulgación del marxismo-leninismo Curso de filosofía, basado en los manuales de la URSS destinado a los militantes comunistas franceses y traducido en México- consideraba en los 90 que el pueblo español se había equivocado votando al PSOE. Una referencia al subconsciente colectivo de Jung, diferente a Freud que lo consideraba individual, sugeriría, en la mentalidad del pueblo español, un recuerdo de una épica socialista bajo unas siglas. (véase: El Socialismo. Del PSOE a la Socialdemocracia y viceversa, Cátedra, 2018).

El libro de Ignacio Varela tiene calidad literaria y es prolijo en detalles de lo acontecido en aquel tiempo en que el PSOE llegó al gobierno a finales de 1982, por lo que puede ser calificado de un trabajo historiográfico con buenas referencias bibliográficas. No cae en una literatura de ficción basada en hechos reales que, desde el éxito de la novela histórica, ha abierto una variante de narrativa con acontecimientos históricos donde el autor especula y fábula sobre los mismos. Es lo de Javier Cercas con el 23-F o Sergio del Molino en Un tal Felipe González, técnicas que viene de Truman Capote en A sangre fría quien, con una precisión a los acontecimientos relatados, se acerca a una buena literatura histórica sin mucha especulación. La narración de Varela penetra en algunos acontecimientos, como la conspiración que condujo al 23-F, con la aclaración de la comida que tuvo Enrique Múgica en Lleida en octubre de 1980 con el general Armada, excluyendo que el PSOE estuviera en el proyecto que pretendía configurar un gobierno de coalición para encauzar los entresijos de una política española atascada por la crisis de la UCD como llegó a insinuar Javier Pradera. Cabe deducir que, al margen de Tejero y Milans, a Armada le podía rondar la idea de proponerse como alternativa, creyendo contar con el PSOE, y su participación en el 23-F.

Se trata de buen trabajo que nos acerca más a lo que fue el PSOE en aquella época y una entrevista -la ya aludida- en la que manifiesta que no cree que esté garantizada la subsistencia del PSOE después de Sánchez. De alguna manera coincide con Julián Quirós, director de ABC, quien considera que tal vez Felipe González sea una excepción en la historia del PSOE (30/10/2022), lo que contrasta con los matices manifestados por Sánchez-Cuenca sobre el balance de los resultados económicos y sociales de los gobiernos del PSOE con respecto a la UCD (El País,1/11/22). En resumen, 40 años después la figura y el gobierno de Felipe González mantienen su vigencia.

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