Las lecturas para días invernales

Llega ese momento del año donde parece que la urgencia de las novedades queda relegada por la más prudente atención a las rebajas, que por mucho que la economía digital intente trasladar el saldo a viernes negros y demás, la cuesta de enero es una realidad tangible tras los excesos navideños.

Pero las novedades comiqueras parecen ajenas a estas costumbres, porque siguen llegando las novedades en tropel a las librerías, hagamos una pequeña selección de las más interesantes:

Sin duda, una sorpresa El perro de la vecina, de Sebastien Lumineau (Fulgencio Pimentel, traducción de Joana Carro), recopilación de fanzines e historietas dispersas de este autor francés que tienen como protagonista a un particular y parlanchín perro que actúa de testigo cabreado de episodios cotidianos que van desde el necesario espíritu gamberro de la infancia o la crisis sexual de la madurez al voyeurismo y al thriller de más puro estilo negro. Lumineau atrapa con su mezcla de ingenuidad, ironía y su puntito de crueldad marca ACME©, pero luego no suelta y obliga al lector a seguir por su cuenta los caminos abiertos. Sugerente como pocas.

Con Si yo fuera mujer me casaría conmigo la editorial Confluencias (traducción de Jose Miguel Parra) prosigue con la edición de los inmensos Cuadernos de Joann Sfar, una ventana abierta a la mente de un autor que piensa en viñetas y que no concibe la vida sin dibujarla. Sus libretas son mucho más que bocetos y anotaciones de sus creaciones, son un diario cronológico y minucioso de sus pensamientos, por donde desfilaran inspiraciones y creaciones, sí, pero también filias, fobias, amores, alegrías, miedos, enfados y divagaciones. Leer los cuadernos de Sfar es como mantener un extraño diálogo donde un amigo nos va contando su vida delante de unos cafés mientras nosotros asentimos callados. Una obra para leer a sorbitos, como la vida.

El género de sucesos criminales que tuvo en el mítico El caso su cumbre y hoy es pasto de consumo televisivo parece poco dado a los cómics, más interesados en las versiones más literarias del policiaco y negro. Sin embargo, Destrozados, de Isabel Ferrando y Jorge Castro (Cartem Ediciones) se lanza sin miedo a la investigación sobre un famoso y luctuoso asesinato cometido en la alicantina comarca de la Marina Alta, en la turística Dénia. Un asesinato sin sentido que termina invadiendo todos los estereotipos de la truculencia, perfectamente narrado por Ferrando y Castro desde un cortante blanco y negro que les permite lanzar reflexiones en segundo plano al seguir minuciosamente al criminal. Muy interesante.

Prepublicada en formato digital en la sugerente iniciativa de Marcos Martín y Brian K. Vaughan, Panel Syndicate, llega al papel de la mano de Astiberri la segunda entrega de la serie Blackhand & Ironhead, de David López. Una saga de desbordante frescura que coge el género de superhéroes y lo maneja a su antojo para las desventuras de las hermanas Alexia y Amy, superheroína y supervillana para más señas. Sin descuidar ninguno de los elementos del canon, López consigue crear una historia nueva y vibrante, que ante todo busca arrastrar al lector en una montaña rusa que demuestra que acción y dinamismo no son incompatibles con la reflexión y saber tratar los temas desde visiones comprometidas y modernas. Recomendabilísimo.

Y un clásico para acabar esta lista de recomendaciones: la editorial Dolmen publica una de esas obras que es un clásico de los artistas pero ha sido olvidada por lectores y crítica: Buzz Sawyer, de Roy Crane (con traducción de Rafa Marín). Un primer volumen que recoge las tiras de 1943 a 1945, pura aventura clásica que influyó decisivamente en todo lo que vino después, tanto en la forma desenfadada de llevar la acción como, sobre todo, por el excelso arte de un artista que llevó la síntesis y la línea a un nuevo nivel, con una fuerza narrativa incomparable que tendría una influencia decisiva en multitud de artistas posteriores, de Alex Toth a Jaime Hernández. Un nuevo acierto de la colección Sin Fronteras.

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