El caminante

Dudamel en Nueva York

Manuel Muñoz

Manuel Muñoz

Un joven con ojos castaños y abundante pelo rizado mira fijamente al frente con las manos entrecruzadas ante su barbilla. Viste un suéter de punto negro con finas rayas horizontales blancas. Sobre el fondo oscuro de la foto luce en el ángulo izquierdo superior la etiqueta amarilla de Deutsche Grammophon, la multinacional alemana de la discografía clásica. Es la portada del primer disco compacto de Gustavo Dudamel para esa firma, al frente de la Orquesta de Jóvenes Simon Bolívar de Venezuela. En el programa no hay música latinoamericana ni repertorio español, sino las sinfonías quinta y séptima de Beethoven, dos cimas del repertorio de las salas de concierto.

El disco salió a la venta en 2006, cuando Dudamel contaba 25 años. En el cuadernillo interior figuraba información sobre el joven violinista y director, así como sobre el sistema de jóvenes orquestas puesto en marcha en Venezuela por el economista, organista y político José Antonio Abreu. La iniciativa, imitada en muchos países, consiste en ofrecer la música a la juventud como alternativa a los peligros de la calle, la delincuencia y la droga.

Ahora Dudamel cuenta 42 años y acaba de ser nombrado director musical y artístico de la Filarmónica de Nueva York. Asumirá ese puesto en la temporada 2026-27, cuando concluya su actual contrato como titular de la Filarmónica de los Ángeles, que se inició en la temporada 2009-10. Desde 2021 es además director musical de la Ópera de París. El último álbum de Dudamel, en el mismo sello discográfico, ofrece una imagen bastante distinta del director. Viste traje y corbata negros, con camisa blanca. Apoya la cabeza sobre la mano derecha con el índice extendido hacia arriba sobre la frente y el tiempo transcurrido ha ido dejando algunas canas entre la cabellera rizada. Es la más reciente de las grabaciones que ha publicado al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, en este caso con las tres últimas sinfonías de Dvorák. El director venezolano ha desarrollado una carrera meteórica en los 17 años transcurridos desde el disco que citaba al principio. Ha dirigido en varias ocasiones las filarmónicas de Berlín y de Viena, y está en posesión de cuatro premios Grammy.

Es cierto que haber grabado para Deutsche Grammophon con 25 años y ser la más destacada figura del Sistema venezolano han sido dos importantes plataformas de lanzamiento. Pero también lo es que sin un trabajo entregado y unas aptitudes musicales privilegiadas es imposible hacer el brillante recorrido que ha situado a Gustavo Dudamel como el director de orquesta hispanohablante más influyente. Este músico, casado con la actriz española Natalia Valverde, ocupará pronto el podio de una de las más importantes orquestas del mundo, por el que han pasado figuras como Gustav Mahler, Arturo Toscanini o Leonard Bernstein.

En su presentación el pasado febrero en el Lincoln Center de Nueva York, Dudamel citó a Miguel de Unamuno: «Sólo la cultura da libertad. La libertad que hay que dar al pueblo es la cultura».

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