Fábulas modernas

No es difícil toparse con ese heredero espíritu clásico que nos llega a la través de Samaniego o La Fontaine en muchos cómics.

Fábulas modernas

Fábulas modernas / Álvaro Pons

Álvaro Pons

Desde que el tiempo es tiempo, la fábula nos ha acompañado como un mecanismo que transmitía la filosofía popular, una herramienta aleccionadora que entroncaba los mitos y leyendas con la moralidad imperante de cada época. Ensalzada por Aristóteles, la fábula se fundamenta en los tiempos de la antigua Grecia con Esopo y llega a los nuestros a través de Samaniego o La Fontaine, manteniendo intacta una función ética que erróneamente la vinculaba de forma unívoca con la infancia. Fue perdiendo fuerza en los rápidos tiempos del siglo XX, adelantada por los nuevos medios que pujaban por el favor de las clases populares donde había reinado con tranquilidad durante centenares de años, pero siguió su camino lento y seguro y, hoy, todavía encontramos su espíritu transformado por la iconografía de una nueva centuria marcada por lo digital. No es difícil toparse con ese espíritu en muchos cómics que se reescriben como fábulas modernas: algunas, desde el respeto casi reverencial a la esencia de ese discurso de animales antropomorfos que hacen reflexionar sobre los comportamientos del ser humano, como A toda pastilla, de Josephine Mark (Astiberri, traducción de Itziar Hernández, con versiones en catalán por Cristina Sala y euskera por Naroa Zubillaga). Una fábula con apariencia de «road-cómic» en el que un lobo y un conejito forjarán una relación por la imposición del código ético lupino que se transformará en amistad. Pero más allá del aparente mensaje sobre la fuerza de la amistad, Mark crea un sorprendente relato del proceso de la enfermedad, del cáncer, representado sin remilgos y con una verosimilitud en los efectos del tratamiento que contrasta con la naturaleza fantástica de los personajes, consiguiendo una insospechada eficacia. Porque para Mark, superar el cáncer precisa de la red de cariño que se teje alrededor del enfermo, aquí representada por esos animales que irán ayudando al pequeño conejo, convirtiendo a la amistad en una parte fundamental del tratamiento. Mark no cae en la tragedia, sino que sabe dotar a su fábula de ritmo, dinamismo y, sobre todo humor, pero sin perder ni un ápice de la potencia de su mensaje, de la rigurosidad y seriedad de su discurso en lo que podría ser una revisión moderna de los escritos de Esopo.

Fábulas modernas

Fábulas modernas / Álvaro Pons

Pero también la fábula puede contagiarse de todos los aspectos formales de la modernidad desde el respeto a sus esencias: si el canon impone que los protagonistas deben ser animales o incluso cosas, evitando la presencia humana… ¿Por qué no chicles antropomorfos y alienígenas? Tras demasiados años sin ver una obra suya, Antonio Hitos completa tras Inercia y Materia una trilogía basada en conceptos físicos con Ruido (Astiberri). En tres actos que se fundamentan en las leyes de la Termodinámica, Hitos construye una fábula en la que el escenario tradicional de la naturaleza es sustituido por una realidad urbana contemporánea, por cloacas húmedas llenas de graffitis donde las leyes de la biología han sido corrompidas por la contaminación galopante que las inunda, mientras ratas de mente preclara reflexionan sobre las oscilaciones cuánticas del vacío o el mundo es invadido por alienígenas dispuestos a no dejar piedra sobre piedra. El trazo limpio de Hitos define la viñeta como un espacio en el que el ruido y el silencio conviven divididos por el blanco y el negro mientras el protagonista se mueve con su skate por un scroll continuo, nacido del videojuego, para plantear una transparente metáfora de una juventud que avanza sin rumbo, que se diluye en un vacío donde definitivamente la madurez hará perder todas las ilusiones y esperanzas sobre las que se construyó la esperanza del futuro. Jugando con la dinámica del dibujo animado, Hitos encuentra la esencia de una narrativa pura donde la sencillez del trazo y la composición esconden con eficacia la complejidad de una lectura que, como buena fábula, deja poso.

Fábulas de ayer y hoy desde las viñetas de los tebeos.

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