No ha tenido un sector industrial potente a nivel global pero sí alguna actividad fabril muy reseñable como el textil de Canals (hoy desparecido, tras la caída del tótem que fue Ferry's) o hitos de la producción maderera, la tecnología y el cartón como los que cuenta Xàtiva con firmas como Divina Aurora, Inelcom e Hinojosa, respectivamente. La comarca de La Costera, con una población en su conjunto de 71.718 habitantes, que representa el 2,81% de la provincia, tiene a Xàtiva como la ciudad que ejerce una importante polaridad en las pequeñas poblaciones de su entorno. Y el papel del comercio es fundamental en su actividad económica. En esta ciudad se encuentran los principales servicios administrativos de la comarca de los que dependen las poblaciones del entorno. Del mismo modo, constituye la ciudad comercial de la comarca en la que se encuentran equipamientos de carácter supramunicipal como son el centro comercial Plaza Mayor (apertura 2007) con 110 locales o su mercado ambulante, dos días a la semana, martes y viernes con 366 puestos de venta, muy superior al que le sigue en extensión que es Canals con 81.

Las pequeñas poblaciones del entorno de Xàtiva cuentan con un comercio de proximidad, mientras que l'Alcúdia de Crespins (5.181 habitantes) y Canals (13.775), junto con Xàtiva son las únicas que disponen de mercado municipal. El de Canals es el mayor, con 23 puestos. La venta a través de mercados ambulantes supone un complemento a la oferta de proximidad. En la Costera existen tres puntos de venta de los llamados cash & carry; 13 autoservicios de hasta 400 metros cuadrados; cuatro supermercados de entre 400 y 1.000 metros cuadrados; once de más de 1.000 metros cuadrados y un hipermercado de los de entre 5.000 y 10.000 metros, según datos de 2018 recabados por la Universitat de València. Existen, por otro lado, un total de nueve municipios sin ningún tipo de comercio minorista de base alimentaria.

Por otra parte, la superficie cultivada de la Costera asciende a casi 17.000 hectáreas (una tercera parte de la total), de las que 9.400 están en riego y el resto corresponde al secano. La gama de cultivos es muy variada debido a la diversidad climática, determinada por las diferencias de altitud y la distancia al mar. En la parte baja se dan bien las hortalizas de todo tipo, el tabaco, los naranjos, los algarrobos, etc. y en tiempos pasados el arroz. Conforme se asciende por el valle en dirección a Almansa, el clima es más frío y el agua menos abundante, por lo que los naranjos dejan su lugar a los frutales de hueso, y el algarrobo al olivo. Más arriba se suceden los almendros y viñedos, y en las zonas más altas están más extendidos los cereales (cebada, maíz) y el girasol. El cultivo más practicado hasta donde el clima lo permite son los cítricos, que conocieron hasta hace poco tiempo su mayor expansión histórica, pasando de 2.560 hectáreas en 1959 a 4.400 en 1986 y a 6.800 en 2016, repartidos a partes iguales entre naranjos y mandarinos.