En Requena-Utiel y el Rincón de Ademuz, los 40 años de la democracia han evolucionado de manera diferente. En Requena, la población ha aumentado respecto a los primeros datos que arroja el INE, de 1996. Entonces eran 18.795 habitantes frente a los 20.227 vecinos censados que residían en 2018. Los planes del ayuntamiento para incrementar su cartera de servicios sumados a la evolución en cantidad y calidad de las infraestructuras (viales, educativas y sanitarias) han mantenido a su población en sus casas.

Precisamente, el alcalde de Utiel, Fernando Benlliure, destaca que la A-3 propició la ágil comunicación con Madrid y València, «facilitando el acceso al municipio así como los desplazamientos de nuestros vecinos a otros núcleos urbanos de un modo más seguro y rápido», señala. Además, son esas infraestructuras las que fomentan también la inversión en los tres parques empresariales de Utiel, «que han supuesto el crecimiento económico y la creación de empleo para los vecinos de Utiel y la comarca». Una buena base económica y empresarial a la que se suma una gran inversión en la prestación de servicios públicos en educación, cultura y deporte. Eso y los «esfuerzos» dedicados a la recuperación del patrimonio cultural, histórico y etnológico, como demuestra, según Benlliure, la rehabilitación de las bodegas subterráneas. La potente agricultura que se ha desarrollado históricamente también brinda oportunidades a los vecinos para quedarse, ya que el valor de lo que cultivan cotiza en el mercado al alza: los vinos.

Nada que ver, sin embargo con la situación en el Rincón de Ademuz. Encarna Moya, agente de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Ademuz, destaca el descenso poblacional «grave y acusado» y al que no se le ha puesto freno en todos estos años. Los que quedan son los que estaban entonces, aunque Moya destaca que en estos 40 años el éxodo no ha sido solo rural, también urbano. Existe un «alto grado de residentes en la comarca cuyo origen no está en la misma», como emprendedores que ven una oportunidad en este terrtorio, inmigrantes (españoles y extranjeros) y jubilados que deciden regresar a su pueblo a partir de los 65 años. Pese a todo, la población en Ademuz en 2018 era de 1.042 habitantes.

De hecho, Moya destaca que esa baja densidad poblacional «ha mantenido el entorno prácticamente virgen». Sin embargo, cambios ha habido a mejor, empezando por las redes de abastecimiento de agua y electricidad, inexistentes en los 70. Las carreteras llegaron en los 90 y en la década del 2000 se conectaron a Internet. Se crearon pequeños polígonos industriales y se levantó el colegio Rincón de Ademuz junto al instituto para que los jóvenes no tengan que abandonar la comarca antes de los 18 años.