El Valle de Ayora-Cofrentes ha sido la comarca más desconocida y olvidada en el transcurso de los últimos cuarenta años. Ni siquiera el supuesto interés por el municipalismo de las administraciones mayores, Diputación y Generalitat, ha paliado las necesidades y reivindicaciones de los municipios y comarcas de interior.

Maltratada informativa y económicamente desde 1979, año en el que se produjo en Ayora uno de los mayores incendios ocurridos en la Comunidad Valenciana, con una superficie quemada de 38.800 ha, pasando por la Gran Riada del 20 de octubre de 1982, ocurrida 20 horas antes de la Pantanada de Tous, y en la que Ayora y su Valle ya lo habíamos perdido todo, incluso algunos, familiares y amigos, pero esto no era importante. Esta comarca prácticamente no existía.

Solamente durante los años en los que se construyó la central nuclear de Cofrentes, hasta su puesta en marcha en 1984, supuso un auge de la economía en el Valle.

Hoy, la mayoría de los pueblos del Valle de Ayora-Cofrentes, dependemos, en parte, de esta infraestructura para poder subsistir y afianzar una población, que en estos momentos se siente amenazada con el anuncio de su posible cierre en unos años.

Esta circunstancia unida a la falta de industria de Ayora, supone un problema de crecimiento habitacional en nuestro pueblo, lo que nos hace pensar que se acrecentará con el cierre de la central nuclear, y pasaríamos a formar parte de «La España Vaciada». El afán de este ayuntamiento es trabajar para que esto no ocurra, y que el impacto del cierre afecte lo mínimo posible.

El municipalismo debe luchar por tener una mayor presencia e implicación en las demás administraciones, de manera que no tengamos que asumir competencias impropias que hacen que muchos recursos de nuestros ayuntamientos vayan destinados a sufragar gastos que deberían ser asumidos por otras administraciones. Estas administraciones, Diputación, Generalitat y Gobierno Central, deben permitir que los recursos de los que en estos momentos disponemos, (superávit, remanentes de tesorería), por una buena gestión municipal, se destinen a dotar a las instituciones locales de instrumentos que nos permitan evitar la huida masiva de jóvenes a las ciudades y mejorar la vida de nuestros vecinos.

El Valle de Ayora-Cofrentes es una comarca con un potencial extraordinario, con parajes naturales,pPueblos con encanto, rutas turísticas, patrimonio cultural y otros muchos tesoros que están por descubrir para muchos, que últimamente han oído hablar de ellos a través de «El Primer Corte de la Miel» de Ayora.

Esos recursos económicos, nos permitirán poner en valor estos otros, que nos harán dinamizar la actividad económica de nuestros pueblos.