P ¿Cuáles son las claves de la evolución de Riba-roja a partir de las primeras elecciones municipales?

R En el año 1979 hubo una explosión democrática en la que se pudo cambiar el rumbo de los pueblos. Había mucha faena que hacer en el terreno de los desagües, en el asfaltado de calles, en nuevos edificios que invocaban la cultura, calles o plazas. Las primeras elecciones democráticas supusieron una eclosión muy potente de libertad porque muchísima gente que se había formado en la etapa dura de la dictadura entró en las instituciones con el objetivo de alzar el vuelo a los pueblos. Y es lo que ocurrió en Riba-roja porque los municipios fueron más cívicos, con espacios para relacionarse con libertad entre la gente.

P ¿Qué mejoras se realizaron en esa época?

R En los años 80 y 90 nos dimos cuenta de que nos faltaban infraestructuras como carreteras, una sanidad potente y unos servicios sociales que no existían como el estado de bienestar. A partir de ahí vino la economía, que despegó gracias al sector industrial y logístico como las áreas potentísimas de la autovía A-3. La economía de nuestro pueblo va aparejada al desarrollo industrial y logístico. De hecho, la época de los años 90 tuvo mucha activación económica y, por tanto, de un resurgir de la industria. Por eso, Riba-roja pasó de un pueblo pequeño a una zona residencial del área metropolitana de València.

P Por tanto, ¿el mayor motor económico es ese desarrollo logístico del polígono?

R Primero fue de la agricultura, con algodón y arroz, luego pasó a la cerámica, por la cercanía a Manises, y finalmente a la construcción gracias a la fabricación de las vigas de hierro con la empresa Pacadar. Todo esto ha formado una economía muy potente que ha aguantado los tirones de las crisis y momentos complicados hasta que se creó el área logística que empezó en los años 80. Loriguilla, Cheste y Riba-roja, que somos tres municipios colindantes, formamos una de las principales áreas industriales del Mediterráneo. El cruce de caminos en la A-3 y la A-7, el hecho de estar cerca del aeropuerto de Manises o a 20 minutos del puerto de València marcan la diferencia. También es un pueblo muy rico en agua porque tenemos pozos subterráneos muy importantes gracias al río. No tenemos dificultades en cuanto al regadío y eso siempre es una fuente de economía y vida.

P El río Turia también es un punto diferenciador de vuestro municipio.

R Es uno de los pulmones de València por su agua y verde. Desde siempre, el agua del río atrajo a las civilizaciones íberas, romanas, visigodas, árabes y hasta las contemporáneas para levantar sus pueblos cerca de él, porque es una fuente de riqueza enorme. El río le da nombre a nuestra población y a la comarca.

P ¿Cuáles son las singularidades de Riba-roja?

R Tenemos un conservatorio Municipal de Música y de Danza, una joya que se abrió al mundo en 1991, que solo existe en València, Novelda, Alacant y aquí. Aunan la música y la danza de una manera profesional. El parque de Vapor, que junto a Cornellá o Madrid, son los más importantes que hay España sobre la reducción a miniatura de toda la historia de nuestros trenes o el descenso en kayak del Turia, tirolina y otros deportes de aventuras también marcan la diferencia.

P También estáis comprometidos contra el cambio climático.

R Estamos muy posicionados con los acuerdos de París del 2030. El año pasado recibimos el premio de la Generalitat Valenciana por tener el mejor transporte público en la zona del casco urbano. Ofertamos el «Arribabus», con autobuses que llevan los trabajadores a las zonas industriales desde las 5.30 de la mañana hasta las 23 de la noche, o el «Conectametro», que lleva a la población al metro que conecta con dos líneas.