El conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, reconoció que toda la cadena agroalimentaria ha jugado un papel importantísimo, de primer orden, ya que ha mantenido el abastecimiento de productos y de todo lo vital para las personas y en todo el territorio, dando estabilidad y tranquilidad a la sociedad en unas circunstancias de gran dificultad e incertidumbre». Climent resaltó además que el sector agroalimentario valenciano es en la actualidad un gran «motor económico» y está directamente relacionado con la industria, constituyéndose en el negocio líder en la Comunitat Valenciana, tanto en contribución a la generación de renta como en número directo de ocupados. «De hecho en él coexisten grandes multinacionales en convivencia con empresas puramente locales. Sin embargo, tiene un denominador común: la elevada calidad de sus productos», matizó Climent. Y abogó por acelerar el proceso de digitalización e inversiones en I+D. En ese sentido indicó que el Consell considera que «debe seguir haciendo hincapié en el apoyo a este sector y por supuesto, hacia la agricultura, así como de los servicios asociados a ellos, como el transporte, que ha jugado un papel primordial para poder hacer llegar todo el flujo de bienes y mercancías». Climent resaltó que la industria agroalimentaria se ha mostrado estratégica en estas circunstancias. «También el suministro de productos agrarios frescos y de proximidad es fundamental. No podemos dejar perder estas producciones, fuente de empleo y de actividad en otros subsectores». Por su parte, el sector comercial ha demostrado una «resiliencia, saber adaptarse a los tiempos y tener capacidad de organización, que es todo un ejemplo a seguir», indicó. Climent animó a aumentar el nivel de «autoestima» en la Comunitat.