El president de la Generalitat, Ximo Puig, fue el invitado de honor en la primera entrega de los V Premios del Año que conceden Levante-EMV y Prensa Ibérica a los colectivos que están en primera línea de la lucha contra el coronavirus. Puig apadrinó el acto en el que se reconoce la entrega de los sanitarios y aprovechó su intervención que clausuró el evento para subrayar la importancia de reforzar la sanidad pública para hacer frente a la pandemia de la covid-19 con las mayores garantías así como para agradecer a sus profesionales el trabajo realizado. «Representan el mejor rostro de esta sociedad en un momento de enorme dificultad, en esta enorme pesadilla que nos ha tocado vivir», remarcó. Por eso, pidió «considerar mejor a todos aquellos que han estado al frente» de este «mal sueño» que es la pandemia. El líder del Consell halagó uno a uno los colectivos premiados: la labor de investigación de biólogos y veterinarios „ «sin ciencia no hay futuro», reivindicó„, la importancia del modelo público de farmacia, las labores de cuidados y apoyo moral de los enfermeros y la dedicación y entrega de los médicos. Tampoco quiso olvidarse de las víctimas mortales y sus familiares, cuyo «dolor es imposible de paliar» pero a quienes ofreció «todo el apoyo» de la sociedad. Puig pidió hacer un «análisis objetivo» del sistema sanitario público, que ha revelado su «potencia» pero también sus «debilidades». «Hay que aprovechar este momento, en el que todos estamos en el mismo camino de defensa de una sanidad pública, universal y de calidad para reforzarla y reformar lo necesario». Esa revisión será, según el president, lo que permita «transformar el modelo» para garantizar «una sociedad justa y cohesionada que no deja a nadie atrás». En cuanto a la realidad epidemiológica de la Comunitat Valenciana, Puig recordó que «todavía estamos en pandemia», por lo que la ciudadanía «necesita más que nunca ser conscientes de nuestra responsabilidad personal», que es «lo que decidirá que una persona contraiga o no la enfermedad». Lo llamó «responsabilidad concéntrica», donde cada uno debe hacer «aquello que está en su mano». Aprender de sus lecciones Para mirar al futuro, el socialista quiso apoyarse en las lecciones del pasado, concretamente en la anterior pandemia, la de la «mal llamada» gripe española. Entonces, «su impacto continuaba presente tras décadas en el imaginario» colectivo. Lo ejemplificó mostrando una copia de un ejemplar de El Mercantil Valenciano de aquella época que, como resumió Puig, «hablaba del carácter pedagógico de la pandemia y de las lecciones que debe generar». En este sentido, alertó de la «crisis de la ilustración» que se vive actualmente, con «sus valores sometidos a chantaje por aquellos que no creen en la razón y sus valores asociados como respuesta». «Al contrario. La ciencia es la única respuesta, por eso debe tener correspondencia en las dotaciones públicas que necesita». Ya poniendo la vista hacia delante, defendió que «trabajar juntos» es la fórmula para «salvar vidas y la dignidad de una sociedad que tiene derecho a mirar al futuro». Pidió hacerlo «por los jóvenes», que son el mañana, y «por los mayores», el «mejor legado» que tiene la sociedad y «los que más han sufrido». Para ello, llamó a evitar tanto el «pesimismo» como el «optimismo delirante» y optar por un «realismo optimista» para superar la pandemia.