Contracorriente

Reyes Calderón: "Necesito escribir a mano para recordar el sabor del momento"

«El hospital que nosotros vemos cuando entramos enfermos no es lo mismo que el ecosistema que está detrás. Entre bambalinas hay un mundo fascinante»

Reyes Calderón acaba de publicar su décima novela, «El juego de los crímenes perfectos».

Reyes Calderón (Valladolid, 1961) es una de las más aclamadas escritoras de novela negra. Con una decena de novelas y un premio Azorín bajo el brazo, la autora, madre de nueve hijos, ahora afincada en Madrid, presenta su última novela, «El juego de los crímenes perfectos».

Autora de una de las sagas más famosas de novela negra. ¿Por qué este género?

Para mí es como un imán del que no me puedo desprender. No me gusta la sangre, pero sí la condición humana, que es capaz de lo mejor y de lo peor. Me encantaría entender por qué hay gente que se tiraría al río a salvar a una persona que no conoce de nada, y al llegar a casa maltratar a su mujer o a sus hijos. Es la misma persona, pero en algunos casos sale lo mejor de nosotros mismos, como ha ocurrido en la pandemia, y en otros nos salen estos aspectos tan negros de nosotros mismos.

¿Cómo surge «El juego de los crímenes perfectos»?

Leí la circular del Ministerio de Sanidad en la que se prohibía realizar autopsias durante la pandemia, porque podía dispersarse el virus y era un riesgo grande para los forenses. Y pensé: «En estos días si alguien se muere todo el mundo piensa que es por la covid, y además no se puede hacer autopsias, es el momento perfecto para un crimen perfecto». Mi mente criminal enseguida se puso a funcionar (risas). Esa fue la primera motivación. La segunda fue ver esa imagen, ese Palacio de Hielo en el que el hielo no se veía porque estaba completamente cubierto de ataúdes.

¿En qué se inspira para crear los personajes?

La verdad es que me salen de dentro. Tengo que hacérmelo mirar, porque que te salga una médico encantadora no es problema, pero que te salga un asesino es más preocupante (risas). Me documento mucho, leo sobre psiquiatría, casos de psicópatas, asesinos reales… Y hay un momento que toda esa documentación junto a lo que yo pienso llega a ese punto de ebullición en el que aparece ese alma. Luego ya modelo el cuerpo. Cómo será cada uno. Pero al principio diseño ese alma de cada personaje.

Comenta que indaga mucho antes de ponerse a escribir. Esta novela se centra en el principio de la pandemia, en ese momento tan caótico. ¿Cómo fue investigar en todo lo que estaba pasando en el Palacio de Hielo?

Necesitaba la colaboración de los médicos de a pie, los que estaban en los hospitales en primera línea. Ahí tuve la suerte de estar casada con un médico y tener dos hijos médicos, con lo que he podido vivir eso de primera mano. El hospital que nosotros vemos cuando entramos enfermos no es lo mismo que el ecosistema que está detrás. Entre bambalinas hay un mundo fascinante, y es ahí donde he querido entrar también.

Tras 7 novelas con la jueza MacHor como protagonista, ¿toma el relevo la doctora Padierna?

La jueza está de vacaciones. Ahora toma el relevo Paloma Padierna, pero yo creo que a lo mejor algún día se pueden presentar. Una madrileña y una bilbaína, una más grande y otra pequeñita… Creo que harán un buen tándem.

Este es el comienzo entonces de la historia de Padierna.

Sí. Es un buen comienzo, en un momento muy caótico en el que estamos todavía, lleno de incertidumbre. Es un momento en que hemos aprendido a disfrutar de lo que tenemos, también la doctora Padierna. La pobre no esperaba lo que se le venía encima.

En una entrevista de hace ya algunos años afirmaba seguir escribiendo a mano y con pluma. ¿Sigue resistiéndose al ordenador?

Por supuesto que utilizo el ordenador. Voy por fases, y en las primeras utilizo cuadernos y pluma. Cuadernos de distintos colores para las distintas versiones. Luego ya la última versión la trabajo en Word. Pero necesito la plasticidad de verlo escrito de mi puño y letra para recordar el sabor del momento en que lo escribí, recordar por qué puse eso y no otra cosa…

¿Cuánto tarda en escribir una novela?

Unos dos años. En esta he tardado un poquito más, pero no tengo prisa. Lo que necesito es disfrutar mucho la novela porque sé que cuando la disfruto, el lector disfruta. Por eso no dejo que me metan prisa, si tardo más, tardo más.

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