El hijo, la hermana y la pareja de Mariano García Calatayud siguen sin tener noticias suyas. El exfuncionario del Ayuntamiento de Carlet continúa oficialmente en paradero desconocido, según confirmó ayer la propia Embajada de España en Varsovia, pese a que el activista ucraniano Vitaly Vogdanov anunció el jueves su liberación. La familia asegura estar «hundida» por el desconcierto y la falta de informaciones fiables sobre su estado de salud justo cuando se cumple una semana desde que fue detenido por las tropas rusas cuando participaba en una manifestación contra los invasores en Jersón, una ciudad costera situada al sur del país que está tomada por el ejército que controla Vladimir Putin.

«No hay derecho. Toda la familia está sufriendo. ¡Cómo se atreven a decir que ha salido de la prisión si todavía no sabemos nada de él! Si en verdad estuviera libre ya me habría llamado», mascullaba ayer notoriamente apenada Teresa García, hermana del desaparecido. Ni ella ni su hijo han recibido ni un solo mensaje, foto o llamada desde el pasado sábado que pueda verificar que Mario ha sido liberado. Ni siquiera la pareja del jubilado, que buscó refugió en Alemania cuando los bombardeos de la aviación rusa comenzaron a poner en riesgo sus vidas, ha logrado hablar con él. Nadie sabe dónde está. Tampoco sus amigos, que reciben con extrema preocupación y desconcierto las noticias, en muchos casos contradictorias, que llegan desde la zona de conflicto.

El empresario Julio Suárez y Vitaly Vogdanov han ofrecido durante los últimos días, a través de algunos programas de televisión y diarios digitales, versiones un tanto incoherentes y hasta rocambolescas para aclarar la falta de pruebas sobre su liberación. Unas veces sostienen que había huido a pie al quedar libre y que ya no lo encontraron cuando llegó el vehículo que debía recogerle. Otras difunden que, tras abandonar el calabozo, se había marchado a la casa de los amigos que, mientras ha estado ausente, cuidaban de su perro, y en otros momentos argumentan que iba a reunirse con su pareja, hipótesis que en ningún caso han podido corroborarse. Y las supuestas negociaciones abiertas por un presunto mediador con las fuerzas armadas rusas tampoco ofrecieron ayer novedades solventes.

Javier Fuentes, funcionario de la embajada española en Varsovia, reconoció ayer telefónicamente ante la hermana del desaparecido que el servicio diplomático no ha podido confirmar la liberación. En estas condiciones, la familia y los amigos de Mariano García se muestran tan indignados como apesadumbrados. Olena Lashtoba, la principal amiga en Ucrania del exjefe de la brigada de obras de Carlet, comunicó ayer al hijo de Mariano que nadie le ha visto. Y hubo lágrimas.