«Hoy canta el AVE en València», aseguró el 2 de octubre de 2002 Francisco Álvarez Cascos. El entonces ministro de Fomento concluyó así su discurso en el acto para colocar la primera traviesa simbólica del tren de alta velocidad entre Madrid y la Comunitat Valenciana.
El evento se celebró en Picassent, donde se llegó a habilitar un helipuerto en un campo de satsumas que se arrancó para que aterrizara el entonces presidente del Gobierno. Un acto en el que estuvo acompañado de las primeras autoridades estatales y valencianas: el presidente del Gobierno, José María Aznar; el presidente de la Generalitat, José Luis Olivas; la alcaldesa de València, Rita Barberá; el delegado del Gobierno, Juan Cotino; el ministro de Trabajo Eduardo Zaplana; el candidato a la presidencia de la Generalitat, Francisco Camps; y el conseller de Obras Públicas y Transportes, José Ramón García Antón. Un elenco del que tres ya han fallecido (García Antón, Barberá y Cotino). Y otros tres están pendientes de juicio por macrocausas de corrupción como la Gürtel y Erial (Camps, Olivas y Zaplana).
Veinte años después, que se cumplen hoy, el vaticinio lanzado por Álvarez Cascos, sigue sin cumplirse, al menos en este trazado. La primera traviesa del AVE a la Comunitat Valenciana se colocó en un punto que no formaba parte del tramo directo a Madrid. Las obras en Picassent formaban parte de la línea llamada a conectar València y Xàtiva en alta velocidad. El cuerpo central del reivindicado «AVE regional» para conectar las tres provincias valencianas. Pero se hizo el paripé de «la primera traviesa del AVE Madrid-València» porque el tramo Benifaió-Picassent y el de l’Ènova-Pobla Llarga eran los únicos adjudicados en octubre de 2002. Apenas un año después del Pacto de Murcia que acordó el trazado definitivo de la línea Madrid-Castilla-La Mancha-Comunitat Valenciana-Región de Murcia. Esta última autonomía es la única que no ha visto llegar un AVE, veintiún años después de aquel acuerdo.
Como tampoco lo ha visto el trazado entre Xàtiva-València. Veinte años, cuatro presidentes del Gobierno y ocho ministros de Fomento o Transportes después, la plataforma ferroviaria donde Aznar coloco la primera traviesa del AVE sigue sin entrar en servicio.
El buen augurio de la lluvia fina que caía aquel día, en palabras del entonces ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, mas bien se ha convertido en un mal fario para el tramo de la plataforma ferroviaria de alta velocidad Xativa-València, donde el AVE sigue sin «volar».
En estos veinte años la plataforma (las vías) del trazado València-Xàtiva sí se ha ejecutado. La empresa pública Adif (Administrador de infraestructuras ferroviarias) también inició la electrificación de los 52 kilómetros del tramo Torrent-Xàtiva de alta velocidad en diciembre de 2016. En 2019, la mercantil pública dependiente del Ministerio de Fomento tuvo que invertir 965.725,2 euros (IVA incluido) en el «premantenimiento preventivo, destinado a reducir con carácter previo la probabilidad de incidencias y la degradación de los elementos», ante el retraso de la puesta en marcha del tramo donde empezó a construirse el «AVE a la Comunitat Valenciana».
De ahí que este tramo central haya sido durante todos estos años, y lo sigue siendo, un callejón sin salida. La clave de este retraso está en los tramos en construcción de continuidad de la alta velocidad ferroviaria desde Xàtiva a Moixent y l’Alcúdia de Crespins hasta el Nudo de la Encina, que sigue en obras.
Una de las razones de esta demora fue la patata caliente del Nudo de la Encina que Álvarez Cascos dejo empantanado cuando abandonó el Ministerio de Fomento en 2004.
Cuando se firmo el Pacto de Murcia de 2001, en el que se decidió el trazado del AVE desde la Comunitat Valenciana y Murcia hasta Castilla-La Mancha y Madrid el tramo Almansa-La Encina tenia hasta tres proyectos en redacción y pendientes de declaración de impacto ambiental. Los cambios de trazado y un nuevo estudio informativo para rediseñar todo el tramo en ancho europeo y alta velocidad demoraron la ejecución de las obras para conectar Valencia y Alicante.
Crisis y suspensión de pagos
La crisis a partir de 2009 y la suspensión de pagos de algunas empresas demoraron aun mas la finalización de estos tramos. De ahí que los sucesivos compromisos se hayan ido incumpliendo, según se sucedían los titulares al frente del Ministerio de Fomento, rebautizado a Transportes después.
Una de las políticas que prometió el «AVE regional Castelló-Valencia-Alicante» para 2015 fue la ministra de Fomento (2011-2016), Ana Pastor, según el compromiso público que adquirió ante el presidente de la Generalitat, la consellera de Infraestructuras y los empresarios valencianos el 14 de octubre de 2014.
Plazos «reales» de ejecución
Al tramo de alta velocidad entre València y Alicante también se refirió el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, quien aseguró que los retrasos de esta obra no se habían debido en esta legislatura a la falta de fondos, ya que se han adjudicado contratos por más de 290 millones, sino a los plazos reales de ejecución. Ábalos aseguraba en 2018 que el tramo La Encina-Xàtiva estaría listo, como mucho, a finales de 2020 «porque no hay forma humana de acortar plazos».
La actual ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, aseguró el pasado 22 de enero en Castelló que «la conexión entre Alicante y València en ancho estándar estará muy avanzada cuando acabe la legislatura», prevista para noviembre de 2023 si no hay adelanto electoral.
Sánchez se comprometió a que en el tramo ferroviario entre València y Alicante «cuando acabe la legislatura [Adif] habrá finalizado la vía en ancho ibérico y estará muy desarrollado el cambio de ancho del Nudo de la Encina, con lo que se estará a las puertas de conectar las tres capitales de la Comunitat Valenciana con ancho estándar».
Para ejecutar este tramo del corredor mediterráneo, los Presupuestos Generales del Estado de 2022 prevén «189,8 millones de euros para las obras en el tramo La Encina-Xátiva-Valencia que permitirán, una vez finalice esta conexión, que el tiempo de viaje entre València y Alicante pase de la hora y media actual a sólo una hora», según la ministra de Transportes. Será para 2024. Si no hay más demoras, veintidós años después.
