Ramón Chofre comenzó en el Teatro Serrano como ayudante de operador de proyección. Fue en 1957 y tan sólo tenía 15 años. Mantiene en Riola la máquina Ossa VI-C, estrenada en 1959 y que desguazó tras el cierre del teatro para recomponerla en su totalidad algún día. Trabajó como operador en la mayoría de los cines de Sueca: La Paz, Lido (ahora Bernat i Baloví) e, Ike, además del propio Serrano. En julio de 1962 puso en marcha el cine de verano de Riola hasta que lo abandonó en noviembre de 1971. Para ello rehabilitó el proyector del Teatro Apolo de Carcaixent, cuyo techo se había hundido en una nevada de febrero de 1956.

En su ultima época al frente del cine municipal de la calle de Sant Josep, hizo de todo: programador, conserje, responsable de la publicidad y proyeccionista. A sus 71 años todavía recuerda los tiempos en que abrían puertas durante toda la semana: «Hasta 1976, en el Teatro Serrano tan sólo librábamos los martes y en el Cine La Paz los lunes; el Lido no cerraba».

Explica que uno de los handicaps en contra de las salas de gestión municipal han sido las propias compañías distribuidoras de películas «que, bien sea porque ofrecían mejor precio de taquilla o por propios intereses, favorecían en los estrenos a las salas comerciales frente a las de los ayuntamientos».

El estreno de la película «Los padres de ella» (2000), que había sido negociada a porcentaje de taquilla para todo el fin de semana, le costó al Ayuntamiento de Sueca «un ojo de la cara».

Afirma que un concejal del PP, responsable del centro en aquel momento, le ordenó suspender uno de los pases para poder hacer un espectáculo de play-back de las fallas. El consistorio tuvo que hacer frente al pago de 380.000 pesetas, correspondiente al aforo completo del patio de butacas por la proyección que no se llevó a cabo.

Chofre recuerda que el verano que se estrenó «Tiburón» (1975), de Steven Spielberg, estuvo dos semanas en cartel en la Terraza Ike de Les Palmeres con dos sesiones diarias. Recaudaron dos millones de pesetas.

Respecto al supuesto desinterés por el cine por parte de los distintos gobiernos municipales del Ayuntamiento de Sueca, explica la anécdota de que «siendo concejal de Cultura Joan Baldoví, me dijo que no tendría sentido mantener este cine cuando construyeran y pusieran en marcha las cuatro salas previstas en el centro comercial». Y cuenta que «me jugué una paella con él en el sentido de que eso no lo veríamos...y todavía no la ha pagado».