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Algunos propietarios vallan los campos para evitar desperfectos

Marcos Alós es aficionado a la caza pero también se dedica al campo y es uno de los agricultores que, según reconoció, ha tenido que vallar una finca para evitar los daños que cabras y jabalíes ocasionan en los cultivos cuando entran en busca de agua para beber -rompen los sistemas de riego por goteo- o de comida. En este caso, bien se alimentan de brotes tiernos o, en el caso de jabalíes, escarban a los pies de los árboles en busca de raíces. «Como no tienen agua en la sierra no pueden estar y tienen que bajar», incidió Alós.

El alcalde de Sumacàrcer, Txema Peláez, reconoce que el vallado de esta parcela no es un caso aislado, ya que son bastantes los agricultores que han optado por cercar sus campos, aunque advierte de que los daños que ocasiona la fauna representa «una factor añadido» a otros como el intento de evitar el robo de la cosecha o de proteger determinadas variedades.

Peláez indicó que son las parcelas más próximas a la sierra las que tradicionalmente más han sufrido este tipo de desperfectos que provoca la fauna y de donde proceden la mayoría de las quejas.

Cabe señalar que los jabalíes son animales capaces de recorrer grandes distancias y es habitual que, en épocas de sequía, bajen de las montañas y se acercen a zonas de cultivo en busca de alimento. Sin ir más lejos, hace no demasiados años, en Alzira dejaban noche tras noche su huella tanto en campos próximos a las montañas como en zonas de huerta -en las inmediaciones del río Verde-, especialmente cuando se acababan de regar los campos. Algún agricultor incluso decidió montar guardia y tirar petardos para ahuyentarlos. p. f. alzira

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