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Una federación impulsa desde la Ribera peleas legales de gallos sin sangre

Los animales se retan en las «tientas» con elementos protectores que evitan heridas Buscan recuperar esta raza protegida

Una federación impulsa desde la Ribera peleas legales de gallos sin sangre

Salvar al gallo combatiente español de su desaparición, mejorar la raza, hacer cumplir la legalidad y limpiar la mala imagen que durante décadas han arrastrado los criadores de esta especie, así como los aficionados a dicho animal a consecuencia de las peleas, declaradas ilegales en la Comunitat Valenciana, aunque no así en regiones como Andalucía y Canarias.

Es el triple objetivo de la recientemente constituida Federación Valenciana de esta modalidad, que tras cinco años de lucha ha sido autorizada. En todo el territorio autonómico ya cuentan con unas 24 asociaciones, de las cuales 6 se ubican en la Ribera. En total, tienen cerca de 5.000 federados y la intención última es crear una estatal.

Después de décadas escondiéndose, «nos han tratado como delincuentes», dicen los criadores creen que ha llegado el momento de defender su papel ante una sociedad que les ha mirado recelosa. Quieren demostrar que lejos del sambenito de apostadores o personas sin escrúpulos frente al sufrimiento animal, la única motivación que realmente les mueve es el amor por este gallo, sin ánimo de lucro alguno, y la preservación del mismo, no sin dejar de ocultar su aspiración de que las peleas vuelvan a autorizarse.

Tientas sin sangre

Mientras eso llega, los criadores deben conformarse con las denominadas tientas. Este periódico ha tenido la oportunidad de asistir en directo a una en la gallera de Carcaixent. Se trata de la única modalidad de lucha permitida, en la que las aves llevan protectores en los espolones de las patas y en los picos para evitar que se produzcan daños.

«Ellos los gallos se tienen que desahogar», explica Alfredo Climent, uno de los criadores miembros de la asociación, mientras dos ejemplares se enfrentan en el ruedo, un espacio cerrado circular. El cuidado es máximo. Les mojan las plumas para evitar que se les caigan y ajustan con precisión los elementos de protección. Tras unos pocos minutos en los que ambos se retan, se les aparta y cada uno es devuelto intacto a su jaula.

«Mejorar la raza»

Los aficionados defienden que estos enfrentamientos son necesarios para mejorar la raza. El presidente de la Federación, Manuel Garrido, destaca que el gallo «se tiene que tentar porque sino la casta se pierde. Si no seleccionas, degeneran».

Pero quieren que no se les asocie únicamente a la pelea. Entre las acciones promocionales que van a llevar a cabo, está la difusión de la raza entre las nuevas generaciones y la organización de concursos de morfología. Ya tienen una exhibición prevista en Requena para el 28, 29 y 30 de noviembre, con trofeos para los participantes.

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